Publicada en La Crónica el 7 de enero de 2004
( Marielena Hoyo )
¡Holísima! queridos lectores. Siendo esta colaboración la primera del año,
les extiendo una muy cordial felicitación y mis mejores deseos para el nuevo
ciclo, al igual que para toda la tribu de CRÓNICA.
No sé a ustedes, pero lo que es que a mí, el pasado año se me fue como agua
entre las manos y parecen no haberme cambiado las hojas del calendario pues
comienzo este 2004 con el corazón fruncido ante tanta calamidad que está
sucediendo a los animales no humanos ya sea de manera fortuita debido a
situaciones ¿naturales? o por la fúrica y desatinada intervención humana,
así que tener noticias sobre algo que al respecto marcha bien en algún punto
me alegra hasta la desconfianza. Tal es el caso al que me voy a referir y
que se remonta al año 2002, tiempo en que comenzó el noviazgo de Moncho con
Christi Marie Payne, ciudadana estadounidense que decidió pasar una corta
temporada en nuestro país para conocer más al pretendiente mexicano, pero
anteponiéndole la condición de que mientras durara su estancia en suelo
azteca, poder hacer labor voluntaria a favor de los animales más necesitados
como lo viene haciendo desde los 13 años de edad bajo la conducción de Kim
Sturla, una de las protectoras con más prestigio de la Unión Americana.
La señorita Payne, ahora de veintitantos años, fue orientada entonces hacia
el Refugio Franciscano de Ita Osorno y durante los seis meses que duró su
estancia en el lugar no faltó a su compromiso ni un solo día a pesar de
tener que hacer un truculento viaje en proletario camioncito desde San Pedro
de los Pinos hasta la carretera libre México-Toluca, donde está la única
instalación que resguarda cientos de perros y uno que otro gato bajo un
esfuerzo más que extraordinario... de puro amor. Desde un inicio, los canes
recibieron a Christi como si la hubieran conocido de siempre. Hubo química
inmediata no sólo con los animales sino también con el personal de base y
con el resto de voluntarios. Ella vino a ser un ángel refrescante, de esos
encuentros divinos que de tan perfectos no pueden sino provocar miedo.
Se enamora tanto del asilo que, al final de su estancia y para no perder
contacto aún en su obligada lejanía, propone un proyecto de adopción para
algunos de los mexican magic dogs ahí alojados en un muy exclusivo lugar
californiano y no sólo ello, sino que logra conseguir inclusive los
donadores necesarios y el respaldo técnico y médico de la Marin Humane
Society que posee uno de los mejores albergues caninos que hay en los EU,
bajo la dirección de Diane Allevato.
Pero... ¿cómo era posible creer que algo tan alentador podía darse en los
United States donde alrededor de 18 millones de perros abandonados son
sacrificados anualmente?. ¿Cómo se lograría el interés de personas de tan
alto nivel económico y de civilización como son los residentes de Novato, en
Marine, California, para que aceptaran perritos como los típicos nuestros?.
Bueno, pues ello se dio y de junio del 2002 a noviembre del 2003 han salido
124 “franciscanitos” rumbo a su nuevo destino en uno de los más exclusivos
lugares del mundo y todo gracias a su carisma. Sí, nuestros menospreciados y
abandonados canes están siendo muy bien recibidos en aquellos lares a donde
llegan en primer instancia para ser evaluados, tratados veterinariamente y
estudiados en su carácter para poder ubicarlos con adoptantes idóneos. Se
les pone guapos o guapas, según se el caso y, por supuesto, se esteriliza al
que todavía no lo esté. Todo bajo el patrocinio de la asociación humanitaria
ya citada. Sobre la adopción hay un puntual seguimiento y hasta ahora ningún
ejemplar ha sido regresado. Por el contrario, hay más solicitudes y aquí
viene lo mejor pues el operativo no sólo requiere de un dinámico viaje
relámpago de Christi de California a la Ciudad de México para el que
obviamente se necesita patrocinio que por ahora sale del bolsillo de un
bendito donador anónimo de origen mexicano. Están también los gastos de
pasaje aéreo que por cada jaula ascienden a 60.00 dólares y en cada ocasión
salen entre 10 y 12. ¿Qué hacer?
No cabe duda que así como las situaciones malas sobrevienen una tras otra,
las buenas acciones también se conjuntan. Resulta que surge la posibilidad
de un apoyo por parte de Mexicana, línea aérea que una vez más demuestra su
buena voluntad hacia todo lo que involucre ayuda para los animales. Sin más
preámbulo que conocer la urgente necesidad del Refugio para cumplimentar el
programa de adopciones, el ingeniero Adolfo Crespo y Vivó, gerente de
Relaciones Públicas y Clase Ejecutiva, procedió a otorgar un descuento del
50 por ciento durante el lapso de un año, o sea, hasta noviembre del
presente, para que muchos más perritos salgan rumbo a un mejor destino y
¡qué digo mejor!, mucho más colmado de atenciones y cariño como no lo
recibieron aquí en su país. Dios bendiga a todos los involucrados. Entre
tanta tragedia, una luz en el camino.
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