Publicada en www.radioformula.com el lunes 28 de octubre de 2002
El engendro fiscal
hace agua
Por: Marco A. Mares
El engendro fiscal,
aprobado por el Poder Legislativo sobre las rodillas y al cuarto para las
doce al cierre de 2001, está haciendo agua.
El escándalo de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) para
reclamar la devolución de 40 mil millones de pesos, ante los supuestos
recortes por parte del gobierno federal, tiene su origen en el pésimo
cálculo de los legisladores.
El mal llamado recorte al que se refieren los mandatarios de la Conago no es
tal. Los fantasiosos mandatarios, como les llamó el secretario de Hacienda,
Francisco Gil Díaz, no pudieron sostener por mucho tiempo la farsa, pues
tales recursos simple y sencillamente nunca existieron.
El Poder Legislativo en sus acelere para modificar la reforma fiscal que
presentó el equipo de Paco Gil, la convirtió en un engendro que a la fecha
seguimos padeciendo todos los mexicanos.
Los legisladores hicieron modificaciones al vapor y erraron en sus cálculos
y proyecciones, reciclaron impuestos fallidos del pasado reciente y
retardaron la solución de un problema estructural: la definición de un
sistema impositivo para eliminar la severa dependencia que tienen las
finanzas públicas de la factura petrolera.
Como los gobernadores carecen de voluntad y disposición para recaudar ellos
directamente impuestos, porque temen pagar el costo político, ahora no
tienen recursos y utilizan el tema del recorte como pretexto para sus fines
políticos frente a las próximas elecciones.
Por otra parte, los impuestos a las telecomunicaciones y al consumo han
demostrado su ineficacia: en días pasados, un juez dio la razón en primera
instancia a Iusacell, que se amparó ante dicho gravamen; en tanto, un
diputado priísta iluminado propuso la derogación del impuesto suntuario.
En fin, el engendro fiscal está haciendo agua.
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