Publicada en La
Crónica
el 12 de mayo de 2003
El NYT admite que durante 4 años
publicó notas y fotos inventadas por su reportero Jayson Blair
El diario The New York Times
publicó ayer en portada y cuatro páginas interiores un informe demoledor que
recopila las invenciones y errores de uno de sus reporteros, Jayson Blair,de
27 años, despedido en mayo por “desinformar” a los lectores y a sus colegas.
“El reportero, Jayson Blair, de 27 años, desinformó a los lectores y a los
colegas del Times con artículos que pretendía haber conseguido en Maryland,
Texas y otros estados cuando en realidad estaba lejos, en Nueva York”,
afirma el diario.
“Fabricó declaraciones. Elaboró escenas. Se apropió de material de otros
diarios y agencias. Seleccionó detalles de fotografías para crear la
impresión de que había estado en algún sitio o visto a alguien, cuando no lo
había hecho”, continúa.
Tras detectar problemas que llevaron al diario a trasladarle a la sección de
información nacional, el periodista persistió en sus invenciones hasta ser
despedido en mayo de 2003.
El diario, en el que trabajan 375 reporteros, ha empezado a examinar con
lupa los más de 600 artículos que Blair escribió.
“Los periodistas del Times han descubierto hasta ahora nuevos problemas en
36 de los 73 artículos que Blair escribió desde que empezó a realizar
encargos para la sección nacional”, el pasado octubre.
El diario difunde una dirección electrónica (retraceAnytimes.com) para
quienes hayan sufrido las fabricaciones de Blair, que empezó haciendo
prácticas en el New York Times en 1998.
“En los meses finales (del trabajo de Blair) la audacia de las decepciones
creció más y más cada semana, sugiriendo que era la obra de un joven con
problemas que caminaba hacia la auto-destrucción profesional”, justifica el
rotativo.
“Sus errores llegaron a ser tan rutinarios, y su conducta tan
antiprofesional, que en abril de 2002, Jonathan Landman, el jefe de la
sección metropolitana” envió un mensaje electrónico a un superior que decía:
“tenemos que evitar que Jayson escriba en el Times. Ahora mismo”.
Landman recibió al día siguiente una carta de reprimenda. Un compañero de
redacción describe a Blair como alguien que tenía “carisma, un enorme
carisma”.
Algunos de los detalles. Blair, según el diario, inventó la muerte de un
primo suyo en los atentados del 11 de septiembre de 2001, situó al padre de
la prisionera de guerra Jessica Lynch mirando los campos de tabaco y las
pasturas desde un porche sin que existieran ni lo uno ni lo otro y describió
un servicio religioso al que no asistió.
A algunas de las “víctimas” les llegaron a gustar las falsedades del
periodista. Así, la familia Lynch, cuya hija, prisionera de guerra en Irak,
fue rescatada por los marines, bromeó sobre los campo de tabaco y las
pasturas.
En otra ocasión, basándose en unas fotos del Times, Blair describió la
angustia y espera de la familia Gardner, cuyo hijo era prisionero de guerra
en Irak, cuando sólo habló con ellos por teléfono.
“La familia Gardner, que pasó un tiempo considerable al teléfono con Blair,
estaban encantados con el artículo. Escribieron al diario haciéndolo saber y
la carta fue publicada”, dice el informe del periódico.
Otros, sin embargo, llegaron a corregir en público las informaciones de
Blair, como el fiscal federal Thomas M. DiBiagio, a través de un comunicado.
Existe el caso incluso de que respecto al caso del francotirador Lee Malvo
donde mencionó la existencia de una abogado que ni siquiera estaba
contemplado para defender al asesino de cinco personas en Maryland y
Washington D.C.
Sobre cómo sobrevivió tanto tiempo profesionalmente un periodista que
acumuló desmentidos de altos responsables de la administración y sobre el
que no faltaban indicios de sus métodos, el director del diario, Arthur
Sulzberger, lo atribuyó a un problema de comunicación interno.
“Esto cristaliza un poco que debemos hallar mejores líneas de comunicación
en lo que es, para ser justos, una masiva redacción”, dijo Sulzberger en el
informe.
El caso de Blair y la rectificación del Times no son únicos en la historia
del periodismo estadunidense.
En 1980, Janet Cooke publicó en The Washington Post una historia sobre un
adicto a la heroína de 8 años que le valió un premio Pullitzer en la
categoría de reportaje en 1981.
Dos días después de obtener el galardón confesó que se lo había inventado
todo.
AFP (NY)
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