Publicada en  www.imagen.com.mx  el 13 de marzo de  2003 

Pareja para el Presidente

Por Pedro Ferríz de Con

El Presidente de México, Vicente Fox salió bien de la intervención quirúrgica a que fue sometido ayer y de inmediato se enteró de lo sucedido durante el día de ayer en el país.

Su médico dijo que lo ve muy macizo. Ojalá que el tiempo de recuperación del Jefe del Ejecutivo sea breve.
Pasarán dos semanas de terapia, en las que el Presidente no podrá viajar ni realizar esfuerzos físicos, como se trata de un mandatario con Ideas charras tampoco podrá montar a caballo.

La operación presidencial trajo reflexiones para los actores políticos del país, sobre todo en el Congreso de la Unión que revivió el tema de un nuevo modelo de gobierno, con la figura de vicepresidente o Jefe de Gabinete.

Se busca una pareja presidencial, no en el sentido en el que lo concibe el Presidente, sino con el Congreso como compañero. Así los Poderes Ejecutivo y Legislativo compartirán las responsabilidades de gobierno.
 

Se trata de que haya un Jefe de Estado (el Presidente, electo de manera directa) y un Jefe de Gobierno, designado por el Congreso y a quien los legisladores podrían ratificar o rectificar.


Los diputados niegan que traten de menoscabar el poder presidencial. Eric Villanueva, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, dijo en Imagen Informativa que es necesario que se modifique el sistema presidencialista, en aras de una mayor estabilidad a la democracia formal.
El régimen podría basarse en el de Francia, que tiene un presidente y un primer ministro, al de Alemania, que cuenta con un canciller y un presidente o al de Estados Unidos, con un Presidente y un vicepresidente.
Son diferentes fórmulas que llevan al sistema parlamentario o semiparlamentario, que es el caso específico que se sugiere al respetable en el sondeo de hoy en contraposición al régimen presidencial que impera actualmente.

Siento que el tema no está entendido plenamente por el público, porque cuando empezó la encuesta 70 por ciento decía ¡vámonos al semiparlamentario! En tanto al terminar el programa la votación era exactamente al revés.

En los lugares en que se da el régimen parlamentario, los presidentes terminan como adornos o figuras diplomáticas, creo que un país como México no se puede permitir ni dar esos lujos. Es una impresión.