20/ENE/03
Impunidad, alianzas y candidatos.
La guerra electoral ya comenzó y estamos observando que no importa si hay que morder a los de casa para ganar un puesto, lo importante es agenciarse una posición que genere un beneficio al partido y a la persona antes que a los propios electores y futuros gobernados, no importa tampoco si se postula a verdaderos delincuentes mientras estos tengan el “arraigo popular” necesario para ganar en una elección.
La semana pasada comentábamos acerca de los promocionales del PRI, que es bueno decirlo, marcan el sentido de la lucha política actual; no se trata de hacer propuestas, se trata de descalificar al adversario, no quieren demostrar que su partido tiene capacidad sino que tratan de dejar en claro que los rivales son peores, si acaso se hacen las promesas de siempre: que habrá mas obra social, mas trabajo, mejor economía, etc., lo que no dicen en ningún momento es como lo van a lograr. Se buscan críticas fuertes, canciones pegajosas, pero lo verdaderamente importante brilla por su ausencia.
El caso de las coaliciones ya es preocupante, porque deja en claro la poca seriedad de nuestro medio político. Ya tuvimos el caso del Partido Verde, que primero apoya al PAN en el 2000 con el PRI como declarado enemigo, ahora el Verde apoya al PRI contra el PAN. El fin de semana escuché que el PRD consideraba una alianza con el PRI en varios frentes, así como la planeada alianza PAN-PRI para, según ellos, rescatar al DF de las manos de la populista izquierda. Las alianzas no me resultan desconocidas, pero me si resulta de sobra incomprensible que un partido le tire a otro y luego, con la mano en la cintura, haga equipo con él. ¿El fin justifica los medios? ¿Entonces donde quedan los principios y más allá de estos, la coherencia de su discurso? ¿Cómo es que un elector va a confiar en un partido que un día dice que el PAN no sabe gobernar o que el PRD es populista o que el PRI es nefasto y corrupto y luego hace equipo con el?
Por último, el caso del PRD –que seguramente se dará en otros partidos- es un ejemplo de poco respeto a los electores. Por un lado piden que el gobierno federal o el estatal retiren las ordenes de aprensión contra varios líderes de Atenco –aquellos que defendieron la patria evitando la construcción del nuevo aeropuerto capitalino machete en mano y bajo la amenaza de volar varias pipas- porque pretenden, como habíamos mencionado hace no mucho tiempo en este mismo espacio (ver nota), lanzarlos como candidatos del partido. Del mismo modo, dentro de sus precandidatos a delegado de la Venustiano Carranza en el DF está el líder barzonista Alfonso Ramírez Cuellar (aquel que negaba su filiación partidista y que está amparado después de realizar una invasión violenta al Congreso de La Unión que después negó encabezar). Con esto ya no descarto los rumores de que en este partido están esperando que Gloria Trevi salga de prisión para ofrecerle un puesto en la política. Mal mensaje, porque resulta que más que la capacidad se valora “el jale” que una persona tiene con la gente, no importa si están lanzando a un bruto, ignorante o incapaz, lo importante es que gane una elección. Otra versión de la crianza de cuervos.
Triste panorama pues se nos presentan a los electores, quienes en su mayoría se desinteresan en cualquier elección que no sea para elegir gobernador o presidente, más aun si en este caso, además de no conocer a todas sus opciones o candidatos, resulta que los conocidos son de antecedentes bastante nefastos, si las alianzas son a todas luces ilógicas o poco serias según el discurso de cada uno de los partidos. Entonces pues, importa el llegar sin importar el como, no hay lugar para los principios, no hay seriedad.
Claro que esto desde mi punto de vista. |