12/DIC/02 ¡Tierra de nadie!
Eso es en lo que está convertido este país gracias a la falta de autoridad y a la flexibilidad que a lo largo de los meses los gobiernos han presentado ante diferentes conflictos, desde las protestas de San Salvador Atenco hasta la toma de la carretera a Cuernavaca hace algunas semanas, conflictos que constituyen delitos y por los cuales no solo no se hace detención alguna o se aplica la sanción que marca la ley, sino que los alborotados obtienen el cumplimiento de sus demandas. Ayer fue el colmo. ¿Porqué se permite que se arroje estiércol a la puerta de Palacio Nacional? ¿Cómo es posible que un jinete con todo y caballo entre a la cámara de diputados impunemente?
Ninguna exigencia justifica esta forma de comportarse. ¡Y se supone que en la bola había maestros –que miedo que eduquen a mis hijos-! De verdad que las imágenes son impresionantemente deprimentes y vergonzosas: Supuestos maestros apoyados por integrantes de El Barzón –organización de deudores, deudores que además de todo nunca han tenido la intención de pagar sus adeudos y ahora viven de sus ganancias como agitadores políticos- llegaron a la cámara de diputados, forzaron y rompieron puertas, cristales, vaciaron extinguidotes, metieron inclusive un caballo al edificio –y pretendían introducirlo a la sala de sesiones-, activaron con fuego el sistema contra incendios, en fin, hicieron lo que les vino en gana. El panísta Luis Pazos salió a tratar inocentemente de dialogar con estas personas y como respuesta obtuvo un rotundo ¡No! ¿Sabe usted porque? ¡Porque querían pasar a la sala de sesiones “...porque es del pueblo...”, no quisieron dialogar en una oficina como hacen todos aquellos que solicitan una audiencia. La Policía Federal Preventiva, que era en este caso la responsable de resguardar el recinto ante estas acciones llegó hasta las quinientas y a pregunta expresa de un reportero, el líder del agrupamiento afirmó que no iban a pelear, iban a dialogar. Después de todo el argüende, ¿sabe usted cuantos involucrados fueron detenidos? ¡Ninguno! Pero eso no es todo, hay un sospechoso. El día 29 de noviembre pasado Rosario Robles, presidenta nacional del PRD se reunió con varios “líderes sociales” entre los que estaba el líder barzonísta Alfonso Ramírez Cuellar, en dicho encuentro la señora se comprometió a apoyar económica y moralmente a estos movimientos y sus movilizaciones entre las que se encontraba una toma a la cámara de diputados el 10 de diciembre. Al otro día y dado el escándalo que estas afirmaciones provocaron, Robles se desdijo del apoyo económico al día siguiente, 30 de noviembre, sin embrago la amenaza se cumplió ayer. ¿Usted, lector, dado lo anterior, cree que el PRD es responsable de esto? Lo más sorprende es que en entrevista televisiva Ramírez Cuellar, con todo y las imágenes en pantalla, afirmaba que no era gente del Barzón –identificada previamente por él mismo- la que armo el borlote en compañía de los de la CNTE.
Dicho lo anterior, me queda lamentarme ampliamente que se den estas situaciones, que la autoridad se vea rebasada y peor aun, que permita que hagan y deshagan en aras de su terquedad de “no ser un gobierno represor” –no entienden que aplicar la ley no es reprimir- y de “no verse afectado en su imagen ante sus posibles electores”. Para terminar me pregunto si un ciudadano común –usted o yo- vamos a la cámara de diputados y hacemos los mismos daños y destrozos que estos grupos hicieron ayer, ¿nos dejarían salir de ahí tan tranquilos? ¿Es que en bola si se puede? El presidente Fox lamentó los hechos hoy –ayer para el lector- y bla, bla, bla, pero en ningún momento habló de fincar responsabilidades. ¡Sigan así señores gobernantes! Esto ha crecido al paso del tiempo y están permitiendo que el ejemplo se propague cada vez mas, después no se quejen, aunque viéndolo bien ni eso hacen, porque parece que nada les interesa. ¡Que lástima!
OTROS...
1) Les dije quien movía los hilos en Atenco y hasta recibí un par de reclamos. Hoy se confirma que el PRD está proponiendo a Ignacio del Valle, líder del movimiento de Atenco que bloqueó el proyecto del nuevo aeropuerto ante la incapacidad de las autoridades estatales y municipales, como candidato a presidente municipal. ¡Y decían que no ellos no eran los responsables de agitar las aguas!
2) El guerrillero balín, Marcos, pretende ahora corregir su error de haber manifestado simpatía por la organización terrorista vasca ETA y ahora se desdice y “reta” al juez español Baltasar Garzón a “un duelo” apostando máscara contra asesoría –tipo ridículo- que le permita viajar a España con los gastos pagados, así como lo hizo en su “Zapatour”. Espero que los medios dejen de hacerle juego al émulo del Santo, aunque desgraciadamente “el vocero oficial de la izquierda cerrada del cerebro”, La Jornada le da las ocho columnas cada vez que el monito quiere. (Vea la nota invitada de hoy en sus tres partes)
3) Bush está loco –creo que se los digo cada vez que escribo de él, pero es que se lo gana-. Ahora resulta que si algún país –Irak en este caso me imagino- ataca a EUA o a sus aliados, este justo pacifista mundial se reserva el derecho de responder con un ataque de...¡¡armas atómicas!! El tipo está enfermo totalmente, ya no sabe como armar una guerra. Aparentemente con Irak no podrá emprenderla –al menos a corto plazo-, así que ¿quién sigue?
4) Al mejor estilo de las elecciones en Cuba, Irak o el viejo México, la últimas encuesta del peje Andrés Manuel y su carnal Marcelo –Ebrard-, el 95% de los capitalinos están contentos con su gestión, a pesar de que a 5 años de gobierno perredísta los problemas de marchas, inseguridad, limpieza, inundaciones, bloqueos y demás siguen ahí. ¡Para que vean que los 600 pesos mensuales y los conciertos “gratuitos” –porque el GDF los paga del dinero de la ciudad en lugar de emplearlo en otras cosas- en el Zócalo producen resultados. Ojo: Solo votó el 10% de la población, pero López Obrador sigue considerando estos ejercicios “un éxito”.
5) Poner policías a caballo en La Alameda me parece práctico, pero vestirlos de charros es una exageración, además que los pobres tipos ni saben montar. De veras que vamos de lo sublime a lo ridículo.
Claro que todo esto desde mi personal punto de vista. |