02/DIC/02
Cero y van dos o dos y van cero
Esta es la disyuntiva que hay en la población del país, influenciada desde luego por las constantes críticas que al gobierno federal se hacen desde los diversos puntos de opinión existentes. Se han cumplido dos años del gobierno foxista, el “gobierno del cambio” y la realidad es que en muchos aspectos no se ve que la maquinaria funcione como es debido, pero también me parece que no sería justo negar que hay cambios significativos y visibles a todas luces. Hace un año hicimos una crítica al gobierno en su aniversario (ver nota de hace un año) y en esta ocasión no perderemos la oportunidad como podrá leer a continuación.
Se supone que el gobierno federal y sus integrantes ya pasaron la etapa de novatés, de reconocimiento, se supone que en estos momentos deben estar trabajando con pleno conocimiento de la bronca que tienen encima y del paquetote que se echaron a cuestas, entonces, ¿en donde están los cambios? ¿Los hay o no los hay? Según este servidor los hay y de sobra. Simplemente partamos de que Vicente Fox ha sido el presidente de México más dura y abiertamente criticado en todos lados, de hecho podemos decir que se le ha faltado al respeto de manera poco diplomática sin que los críticos tengan que preocuparse por su seguridad personal o por sufrir alguna censura. Se ha avanzado en el combate al narco. Existen muchos programas sociales de apoyo a las familias de escasos recursos. Se ha privilegiado el respeto a la libre manifestación aun por encima de la ley. Se han atendido de manera inmediata los constantes desastres naturales que se han presentado durante la administración. Se abrieron los archivos de la llamada guerra sucia y se están investigando los delitos del pasado –no es culpa del gobierno que todos los involucrados se estén fugando a calacas, ya están bastante carcamanes-, además de que cualquier demanda contra servidores públicos se está atendiendo –con la lentitud y protección que las leyes mexicanas y la burocracia que implican lo permiten-, de hecho los casos del Pemexgate, Amigos de Fox y Elba Esther Gordillo no son asunto menor.
¿En donde la cosa no marcha? Primeramente en que nuestro presidente sigue con el afán de adaptarse a cualquier público y decir medias verdades o medias mentiras. Fox no puede ver un micrófono sin sentirla imperiosa necesidad de decir algo espectacular. La economía no marcha como se esperaba dado que las reformas planeadas no han podido llevarse a cabo ni tal y como las manda el ejecutivo ni con modificaciones del legislativo –quien simplemente las rechaza completitas- y por tanto la generación de empleos marcha con números rojos. La relación entre el presidente y el poder legislativo es poco menos que pésima, tantito porque Fox no tiene mucha diplomacia y tantito porque a los legisladores no les puedes tocar con el pétalo de una rosa porque de todo se ofenden, han salido muy delicados los señores –y señoras, para que no digan que hay machismo-. Las relaciones entre los miembros del gabinete no son todo lo cordiales que deberían y no falta quien ha tratado de ponerle una zancadilla al compañero, aunado esto a que Fox no se ha atrevido a hacer cambios en su gabinetazo –me acordé de Mejía Barón en el ’94- a pesar de que a algunos de sus integrantes les ha quedado grande el puesto. Fox tampoco tiene una al menos regular relación con los medios, ya que les achaca muchos de sus tropezones y dichos que luego le complican la existencia. El gobierno federal no ha tenido tampoco capacidad negociadora con la oposición, aunque siendo justos la oposición tampoco muestra mucha disposición, más bien trata de resaltar los errores –ciertos o no- del gobierno.
¿Que pesan mas, errores o aciertos? Eso es una percepción de cada quien, lo que me inquieta en este momento es la falta de decisión y de negociación entre poderes. La población del país decidió no entregar todo el poder al presidente mediante la conformación de un legislativo plural, en el que el gobierno no tiene mayoría, lo que nunca imaginaron es que el encuentro de consensos ha sido mucho más difícil de lo esperado. Cada quien cuida sus intereses partidistas y a México que se lo lleve el carambas. Ha pasado un tercio de este gobierno y aquellos que deberían dirigir nuestro país pierden el tiempo en luchas de poder que permitan exhibir las debilidades del rival sin importarles la parálisis que se genera en el país.
Fox y los legisladores llevan una responsabilidad compartida, ni más ni menos, porque está en ambos la guía del país, así lo decidieron los mexicanos hace más de dos años, esto implicaba un trabajo en conjunto, no una obstaculización mutua que es lo que estamos recibiendo. Primero está México antes que cualquier interés particular, antes que estas guerrillas que solo desgastan y no dejan nada al país, eso sí, permiten fortalecer a los partidos que pretenden sobresalir como opción en el futuro, solo entérense señores, que la mejor carta de presentación que pueden obtener es la realización de un trabajo de proposición y cooperación en bien del país. Y que a Vicente Fox no se le olvide lo que dijo el día de su triunfo: “..si retrocedo ¡Mátenme!”. Seguramente no pasará literalmente, pero la historia puede encargarse de masacrarlo si no comienza a lograr acuerdos y este freno del país se prolonga demasiado. Su servidor al momento se sostiene en lo dicho hace un año en este mismo espacio: A sabiendas de cómo estamos hasta hoy, si mañana fuese la elección presidencial con los mismos tres candidatos del 2000, volvería a votar por Fox.
Por último, un saludo a Roberto Madrazo, quien parece olvidarse del historial de su partido y siente que poquito falta para que la población vaya al edificio de Insurgentes a pedirle que regrese su partido al poder. Si el ya se olvido de su pasado, espero que la población no sufra del mismo mal, porque ¿sabe que? Estemos como estemos en estos momentos, México está mejor de lo que estuvo en los últimos 30 años y no creo que la reapertura de su Parque Jurásico y la reaparición de Salinas y Córdoba sean lo que los mexicanos concebimos como un cambio benéfico para México. Gracias. Lo anterior es, desde luego, mi punto de vista |