Publicada
en www.cronica.com.mx el martes 16 de Julio de 2002
Robles inauguró la
Línea B con deficiencias y causó daños por 2 mdd
Elba
Mónica Bravo
Para cumplir su propósito de
inaugurarla antes de finalizar su gestión, Robles ordenó que la Línea “B”
del Metro (Villa de Aragón a Ciudad Azteca) empezara a funcionar a pesar de
que presentaba deficiencias que luego acarrearon al STC costos adicionales a
los considerados originalmente y contabilizados en dos millones 316 mil
dólares.
Ante la idea de que la línea operara a como diera lugar, los trenes tuvieron
que ser utilizados en modo de "conducción controlada", a pesar de que los
convoyes se manejan de forma manual por los operarios.
Esto derivó en la puesta en marcha de trenes viejos, los cuales se
encontraban en “reserva de mantenimiento”. Así, se obligó a pasar de un
sistema electrónico a otro electromecánico con convoyes rehabilitados.
El Informe de Resultados sobre la Cuenta Pública de 2000 explica que el
cambio del tipo de trenes “ha repercutido en tiempo y costo del proyecto,
así como en la operación y calidad del servicio”.
Y detalla: “En tiempo, porque retrasó la terminación del sistema de pilotaje
automático y, en consecuencia, la conclusión de las pruebas de mano
centralizado, que no se podrán realizar hasta que se termine el pilotaje
automático".
Además: “En costo, porque había generado, a junio de 2002, en costos
adicionales a los considerados originalmente, en dos millones 316 mil
dólares y siete millones 377 mil 900 pesos".
En cuanto a la calidad y operación del servicio, el informe precisa que “la
Línea ‘B’ del Metro opera con 24 trenes en lugar de los 28 que se tenía
previsto adquirir para el inicio de la operación y porque al no operar de
manera automática no se ha podido lograr la regulación del tráfico de los
convoyes ni uniformar el intervalo entre éstos”.
A la fecha, la Dirección General de Construcción y Operación del Sistema de
Transporte Colectivo Metro y el propio sistema de transporte no han
concluido formalmente la entrega recepción de las obras de la Línea "B", aún
cuando han transcurrido 30 meses desde el inicio de la puesta en marcha del
servicio y hasta la fecha de la auditoría (junio de 2002).
Historia de un capricho. El 30 de noviembre de 2000, justo cinco días antes
de dejar la administración capitalina, Robles inauguró el segundo tramo de
la Línea "B", que corre de Villa de Aragón a Ciudad Azteca.
A esa fecha se habían realizado las pruebas funcionales, estáticas y
dinámicas de los equipos que garantizaban la seguridad de la circulación de
los trenes.
Sin embargo, esta línea inició operaciones en el “modo de conducción
manual”, controlado en combinación con el susbsistema de protección
automática de los trenes, por lo cual la operación es efectuada por el
conductor, poniendo en serio riesgo la seguridad de los usuarios y las
propias instalaciones.
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