Publicada en Milenio Diario el lunes 1 de Julio de 2002

El GDF ocultó 500 mdp de subejercicio en delegaciones

Según un análisis de circulación interna elaborado por el director general de Administración en la delegación Cuauhtémoc, Juan Moreno Pérez, no fueron reportados 500 millones de subejercicio en las delegaciones durante el 2001, ello con el fin de simular eficiencia en el manejo de los recursos.

Un examen del presupuesto del 2001 de las 16 delegaciones del Distrito Federal refleja que fueron ocultados más de 500 millones de pesos del subejercicio total de las 16 delegaciones políticas y que, las más incompetentes, en su mayoría del PRD, fueron premiadas en el 2002 con aumentos en recursos de deuda mayores al 30 por ciento, en promedio –en algunos casos de hasta 174 por ciento–, por no haber hecho las inversiones necesarias y autorizadas para los servicios y equipamiento urbanos que los capitalinos necesitan.

El doctor en historia económica, Juan Moreno Pérez, director general de Administración de la delegación Cuauhtémoc, realizó un análisis estadístico y comparativo del presupuesto del 2001 de las delegaciones políticas para evaluar el desempeño de su demarcación. Los resultados reflejan el ocultamiento de las cifras oficiales y un fenómeno de premiación a la incapacidad que él denomina “incentivos perversos o moral Hazard”. De esos documentos de circulación interna, MILENIO Diario obtuvo una copia.

Ahí se observa que el presupuesto total para el 2001, asignado originalmente por la Asamblea Legislativa para las delegaciones políticas, era de 16 mil 680 millones de pesos y que el realmente ejercido (“observado”, anota el doctor Moreno) fue de 13 mil 452 millones. La diferencia, entonces, entre lo asignado originalmente y el ejercido fue de 19.3 por ciento. Esto es que las delegaciones gastaron un poco más de 80 pesos por cada 100 autorizados por la Asamblea Legislativa.

Según el análisis, esto fue así porque del presupuesto original las delegaciones tuvieron una merma de unos 2 mil 472 millones de pesos destinados a Seguridad Pública en cada una y que no pudieron ejercer porque no estaba bien planeada la descentralización. Esos recursos después tuvieron que asignarse a la Secretaría de Seguridad Pública para darles utilidad.

Subejercicio mayor al reportado

De lo restante del presupuesto total original, 14 mil 207.5 millones de pesos para todas las delegaciones, lo que reportaron como “observado” o ejercido fueron 13 mil 452.3 millones. Lo que indica un subejercicio de 755 millones 258 mil pesos, de acuerdo con los datos del doctor Moreno, que en un cuadro aparte anota lo que se reportó oficialmente: como subjercicio, 252 millones 844 mil pesos. Esto indica que faltan más de 500 millones entre lo reportado oficialmente y el subejercicio real que encontró el especialista.

Esos recursos, 502 millones, de acuerdo con sus datos, también fueron regresados al sector central del gobierno capitalino, pero no fueron anotados como subejercicio de las delegaciones.

La intención de hacerlo así, se deduce, fue para que el jefe de Gobierno pudiera informar, como lo hizo, que no hubo subejercicio en el 2001, que hubo eficiencia en el uso de los recursos y que las necesidades de la población fueron atendidas correctamente desde las delegaciones políticas. Pero al no ejercer realmente los 755 millones (500 ocultos), hubo menos luminarias, banquetas, agua, seguridad, recolección de basura, otros equipamientos y servicios, y menos datos verdaderos.

Premiar la ineptitud

El documento, de circulación restringida entre algunas autoridades de la delegación Cuauhtémoc y del gobierno capitalino, muestra también que las seis delegaciones panistas tuvieron un subejercicio real en promedio de 3.84 por ciento, respecto de su presupuesto original y el “observado”. En tanto que el promedio en las diez gobernadas por perredistas el promedio se dispara a 6.03 por ciento, no obstante que en Cuauhtémoc y Tláhuac el subejercicio fue de 0.03 y 0.58 respectivamente.

El subejercicio por delegación perredista y que refleja los niveles de incapacidad en el manejo presupuestal fue casi de 16 por ciento en Xochimilco (108 millones de pesos). De casi 13 por ciento en Iztacalco (unos 90 millones), más de 10 por ciento en Tlalpan (92 millones), 10.2 por ciento en Gustavo A. Madero (casi 177 millones), de 8.50 por ciento en Contreras (unos 38 millones) y casi 5 por ciento en Milpa Alta (unos 22 millones de pesos).

Lo más grave del subejercicio, según se desprende de los cuadros estadísticos del doctor Moreno, es que se dejó de gastar en recursos de deuda, es decir, de inversión en equipamientos urbanos para servicios.

En ese rubro, los indicadores de ineficiencia en las seis delegaciones panistas fue en promedio de 14.84 por ciento, mientras que en las perredistas promedió 20.70 por ciento a pesar de que en Cuauhtémoc no hubo subejercicio de los recursos de deuda y que en Iztapalapa fue de apenas 1.25 por ciento.

Y más grave aún es que esa ineficiencia fue premiada por el sector central al año siguiente, en el 2002, concediéndoles más recursos de deuda a los que menos supieron o pudieron utilizarlos en el año anterior, principalmente a los perredistas. Esto es la aplicación de la política “incentivos perversos o moral Hazard” según el doctor Moreno.

La aplicación de premio a la ineficiencia fue así para los perredistas: Xochimilco que tuvo un subejercicio de este recurso de 52.60 por ciento, se le autorizó un incremento de casi 175 por ciento; Iztacalco y Tlalpan, que no gastaron casi el 40 y 35 por ciento tuvieron un aumento, ambas, de casi 74 por ciento; Gustavo A. Madero, que no usó casi 34 por ciento, se le autorizó un incremento de 58.90 por ciento; para Contreras la relación fue de 28 por ciento de subejercicio y premio de 45.5 por ciento de aumento.

En el caso de las delegaciones panistas, las proporciones no fueron tan contrastantes entre el subejercicio de los recursos de deuda en el 2001 y el aumento para el 2002. Lo no ejercido por éstas fue de casi 29 por ciento en Venustiano Carranza, casi 28 en Benito Juárez, casi 27 en Cuajimalpa, casi 20 en Hidalgo, 7.67 en Azcapotzalco y 1.29 por ciento en Obregón. Los incrementos fueron respectivamente de 47, 45, 47, 33 casi 14 y 6.41 por ciento respectivamente.

Contrasta en el análisis que la delegación Cuauhtémoc, presidida por Dolores Padierna del PRD, que tuvo un subejercicio real de 0, es decir, que aplicó todos los recursos de deuda en inversión urbana, el aumento que le autorizaron para el 2002 por su eficiencia fue de 5.02 por ciento, menos que a ninguna y menos que la inflación registrada.

Hay que precisar que todos estos montos fueron aprobados por la Asamblea Legislativa en diciembre del 2001, pero ésta hizo ajustes a la propuesta original de Andrés Manuel López Obrador respecto al origen, la mitad se dejaron como recursos de deuda y la otra mitad fue sustituida con recursos fiscales, y al final la estructura de premios a la ineficiencia quedó intacta.

Rogelio Hernández

 

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