25/JUL/02 Un mártir y muchos Pilatos. La madrugada de este miércoles falleció uno de los ejidatarios de San Salvador Atenco de nombre José Enrique Espinosa Suárez, víctima de complicaciones diabéticas. Esta persona fue una de las detenidas el pasado día once y también era uno de los ejidatarios sobre los que pesan diversas acusaciones por parte de las autoridades. Este hecho lamentable no queda en la muerte de la persona, sino en las acusaciones que se han difundido a lo largo del día y que incluyen graves acusaciones en una operación que trata de dejar en claro que el único culpable de lo sucedido son los gobiernos federal y del Estado de México. Como les decía, esta persona fallece debido a causa del diagnóstico de la diabetes, la insuficiencia respiratoria, una neumonía bilateral, síndrome de falla orgánica múltiple y traumatismo craneoencefálico de grado primero, de hecho la familia corroboró el mal control de la diabetes en forma crónica, lo que le había originado insuficiencia renal e hipertensión arterial, reconociendo que este final ya era esperado. José Enrique no falleció a consecuencia de los golpes recibidos en el enfrentamiento con la policía del Estado de México. Desgraciadamente, las culpas y los deslindes empezaron a surgir. De acuerdo con Ignacio del Valle, líder del movimiento opositor a la construcción del nuevo aeropuerto, culpa directamente al Presidente Vicente Fox y al gobernador Arturo Montiel. La hija del líder, también cabecilla del “movimiento” - ¿Otro negocio familiar? – dijo que el “ si el gobierno estatal quería hacernos daño, pues esto ha sido lo peor que ha ocasionado.” Como colofón, también surgieron acusaciones acerca de que el hoy finado no recibió atención alguna, sino que se le mantuvo con calmantes hasta que le llegó la muerte. Es interesante como el sentimiento de culpa y la falta de valor para aceptar sus responsabilidades provoca que las personas digan barbaridades. Murió un hombre y eso ya es lamentable por cualquier lado que se le vea, pero no hay que perder la escena completa. Este señor no era un líder, era una persona que ingresó a un movimiento en defensa de sus tierras para evitar una expropiación y se unió por voluntad propia a las acciones que se determinó llevar a cabo. Esta persona sabía de su enfermedad, no obstante se adhirió a este movimiento, dejemos a un lado si es real o construido, nadie lo obligó. José Enrique escuchó las propuestas y decidió apoyarlas, marchó machete en mano, gritó, se enfrentó con policías desde fines del año pasado en el DF. El jueves once de julio de este año salió por su cuenta a un pretendido encuentro con Arturo Montiel, pero no hay que olvidar que llevaban no solo sus machetes, sino bombas molotov – no me digan que esas también son armas de trabajo -, así que el hombre sabía que la famosa “protesta pacífica” no lo era tanto. El enfrentamiento se dio y las consecuencias están a la vista. Las personas que ahora acusan a las autoridades parecen no haber considerado que un enfrentamiento podría tener consecuencias. ¿El culpable es el gobierno federal o el gobierno del Estado de México? Pienso que sí, porque en ambos existió falta de capacidad de negociación, de decisión y posiblemente de abuso de autoridad – porque no queda claro cual de las partes inició el zafarrancho -, pero el señor Del Valle no sale limpio de esto. Don Ignacio es uno de los líderes del movimiento, es parte de quienes organizan las acciones y toman decisiones, la decisión de llevarlo a ese acto a sabiendas de que estaba enfermo fue una irresponsabilidad, el aventarlo por delante fue una irresponsabilidad, el haber decidido radicalizar la posición fue su responsabilidad. Desde el fútbol hasta las guerras, ningún capitán o jefe de batallón puede decir “la culpa es del enemigo”, porque la persona a cargo es él y como tal debe aceptar cualquier error o baja como su responsabilidad. Desgraciadamente, el señor Del Valle no parece tener el valor de cargar con esto y pretende liberar su culpa al realizar acusaciones graves y sin prueba alguna. Estos actos no sirven de mucho, señor Del Valle, porque podrá convencer a todo mundo, pero usted sabe que esta es una culpa que también está en usted, son los riesgos de tomar esas acciones y así como decidió el camino que sus compañeros han seguido, debería haber considerado los riesgos y saber que esta muerte se comparte por igual entre todas las partes involucradas, que por un lado no han sabido destrabar este conflicto y por el otro lo han radicalizado hasta llegar a esto. Usted no es un líder, es un aprovechado que a la hora de responsabilizarse se esconde bajo las piedras. Usted no es un líder. OTROS… 1) Unos Suben y otros bajan. Mientras que la popularidad de Vicente Fox se desploma de manera alarmante, Andrés Manuel López Obrador se mantiene en buenos promedios de aceptación en la capital del país. Muchas personas podemos estar en desacuerdo con su populismo y su irresponsable manera de gobernar, pero de que logra el objetivo de convencer a la gente, no hay la menor duda. No hay cambios sustanciales, pero la presentación es más bonita y eso es lo que a la gente le gusta. Ya le duró al hombre. 2) ¡Que lamentable espectáculo presenta Televisa mediante su Big Brother! Ante la caída de audiencia – con todo y los encueres de Lorena Herrera y Galilea -, los productores no tuvieron más cerebro y decidieron emborrachar a los inquilinos, entre los que se incluían la bola de mamarrachos ineptos y estúpidos de la primera serie, a un grado que varios azotaron y dieron una imagen muy negativa a los televidentes. ¿Qué le deja eso al televidente? ¿Qué le aporta? ¿Esos son los personajes famosos que deberían estar construyendo un mito y en cambio se dedican a mostrarse que son aún más corrientes, ignorantes e irresponsables que su propia audiencia? ¿Creen que así ganaran el respeto de “su público”? Y luego se quejan de que los jóvenes hacen idioteces. Ahora que este es tan solo mi punto de vista. |