¿La reforma eléctrica es
privatización?
Lo único que me ha quedado claro de
este asunto es que a nuestros políticos les encanta tomar posiciones que los
exhiban como los nuevos héroes de la patria y no como personas que realicen
su trabajo en beneficio del país. Ya desde antes de que se diera a conocer
la propuesta de modificación en el sector eléctrico circulaba un borrador –
que no varió mucho de la versión final – que fue masacrado por la gente de
los partidos de oposición, bajo el argumento de que se pretendía privatizar
la CFE y agredir a la soberanía del país. ¿Qué tan cierto es esto? Veamos.
Está por demás que no soy un
experto en la materia, no soy abogado o economista, pero afortunadamente
vivimos en una época que nos permite tener información de apoyo con relativa
facilidad. Partamos del hecho de que el gobierno está proponiendo una
modificación a los artículos 27 y 28 de la Constitución. En el primer
artículo dice: “Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir,
transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto
la prestación del servicio público” y se propone cambiarlo a “Corresponde a
la Nación el servicio público de la energía eléctrica”. El segundo artículo
establece: “No constituirán monopolios las funciones que el estado ejerza de
manera exclusiva en las diversas áreas estratégicas: correos…electricidad y
las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de
la Unión.” Se pretende que diga, en lugar de “electricidad”, “el servicio
público de electricidad”, lo que en realidad representa una corrección, ya
que en el texto actual no se especifica a que tipo de electricidad se
refiere.
Estas son las modificaciones que
están provocando tantos comentarios. Pues bien, o yo no entiendo bien, o
aquí no hay ninguna propuesta de privatización, lo que si hay es una
apertura en el mercado eléctrico para que exista la competencia. Se está
hablando de soberanía, se dice que la CFE es patrimonio de los mexicanos, de
hecho los partidos de oposición quieren demostrar que en realidad están
defendiendo la patria y que no dejarán que la Constitución sea tocada ni por
el pétalo de una rosa. Hay que tener la cabeza fría en esto.
Tanto dentro del mercado de la
electricidad como en el del petróleo y sus derivados se han creado,
quiéranse o no, monopolios que poco o nada han ayudado al pueblo de México.
¿Porqué? Porque estamos obligados a pagar una gasolina carísima y sin
opción de cambiar de proveedor, porque solo hay uno, o sea que o lo pagamos
o dejamos de circular y la empresa no tiene presión para mejorar, ya que de
cualquier manera tenemos que comprarle, así de fácil; el mismo caso es para
la electricidad, cuyas tarifas han crecido de manera desmesurada y no hay
para donde hacerse. ¿Esa es la ventaja de mi patrimonio? ¿PEMEX es mío?
¿Y de que me sirve, si tengo que pagar el producto a precios excesivamente
elevados? Vamos a ver un caso mas claro: Teléfonos de México. Desde que
tengo uso de memoria, recuerdo que Telmex daba un servicio pésimo en forma
de cobros indebidos, interrupción en el servicio, tarifas altas, malos
tratos, etcétera, y todo aquel ciudadano que tenga más de diez años con el
servicio telefónico en su hogar sabe bien de lo que hablo. ¿Cuándo comenzó
Telmex a tratar mejor a los usuarios, a dar tarifas competitivas, a
responder rápidamente a cualquier queja, a procurar dar un servicio como
debía ser? ¡Cuando entraron otras compañías al mercado! Nadie podrá negar
que la competencia viniera a beneficiar a los usuarios, empezando por las
tarifas competitivas, la atención inmediata a cualquier queja y las
constantes promociones para hacerse de más usuarios. Hay muchos problemas
en la CFE, originados en su mayoría por tratarse de un monopolio, y es por
eso que el sindicato de trabajadores del sector eléctrico no quieren a otras
empresas en el mercado, porque eso los obligaría a competir y seguramente no
están en condiciones, además que eso les tronaría su negocio – me refiero al
personal, no a la empresa -.
Los partidos de oposición han
radicalizado posiciones, pero el más preocupante, para variar, es el PRD.
El problema es su cerrazón. Al igual que la reforma fiscal del año pasado,
que mientras incluyera la propuesta del IVA no se dignaron siquiera a
hojearla, ahora no aceptan discutir la propuesta de reforma eléctrica
mientras exista el planteamiento de realizar modificaciones a la
Constitución. ¿Esa es una actitud seria? ¡Hasta el gobernador de
Zacatecas, Ricardo Monreal, perredísta, ha dicho que su partido no debe
decir que no a la propuesta sin conocerla, pero ellos no entienden razones.
Se ha comentado que esta columna tiene una tendencia constante contra el PRD,
pero no, en absoluto, lo que pasa es que las circunstancias no permiten a
este servidor expresarse de otra manera o evitar comentar lo que este
partido hace o plantea. Como ejemplo, primero, le agradecería al lector
revisar la nota invitada de hoy, se trata de una entrevista a Rosario Robles
realizada el día de hoy – ayer para el lector – con Rosario Robles y
publicada en el sitio del partido; en esta entrevista, la presidenta del
partido expone su oposición a la propuesta federal y, al menos a mi, me
pareció un buen ejemplo de cómo hablar mucho y no decir nada, no encuentro
ninguna explicación, justificación o planteamiento para sus actitud y
posición en este tema, señala errores y trampas que no explica por ningún
lado – y de una vez les aviso que lo más seguro es que comente dicha
entrevista el próximo lunes -. Por cierto, atención a su última respuesta.
También el señor Marti Batres hizo
un par de declaraciones – que ejemplifican su doble discurso y obstinación -
en relación a la reunión del presidente Fox con los representantes del PRI y
el PAN la noche del pasado miércoles y su respuesta a una invitación
similar:
“Vi a un presidente que no gobierna
para todos”. Curiosa crítica, cuando López Obrador, miembro del PRD, ha
declarado abiertamente que el no gobierna para todos, sino preferentemente
para los pobres. Pero este último si hace bien.
“Para traicionar a México, mejor
que no nos inviten”. O sea, si no los llaman, malo, y si los convocan, no
quieren ir. Eso es trabajar por México.
Para
terminar, dos notas de Andrés Manuel, fuera del tema, pero que no quise
dejar pasar: Primero, sobre el paro de labores anunciado por el Sindicato
Único de Trabajadores del Gobierno capitalino en la Delegación Álvaro
Obregón, afirmó que no cuenta con mayor información, pero destacó que el
hecho es un acto político de parte de la dirigencia sindical. ¡Por fin!
¿Tiene o no tiene información? Si no la tiene ¿Cómo puede afirmar que es un
acto político? Segundo, calificó como poco serio el informe del Banco
Mundial, donde se advierte que el crecimiento poblacional y la falta de
infraestructura hidráulica y transporte es un problema crónico en la ciudad
de México. "No porque se llame Banco Mundial signifique que sabe muy bien lo
que está sucediendo en el país; esta organización internacional actúa en
función de intereses financieros y políticas liberales…son pura vacilada,
todas esas representaciones mundiales.” Lo dicho, toda crítica es campaña,
todo lo que el PRD toca marcha bien. ¿Dónde queda la autocrítica? ¿Le
preguntamos a los capitalinos?
Como
dije, si mi anteriormente expuesto punto de vista es erróneo, ojalá me
expliquen claramente en que puntos.
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