Recuentos de una sentencia. El pasado 14 de agosto fue ejecutado en los EUA el mexicano Javier Suárez Medina, en el estado de Texas, condado de Polk, para ser mas preciso. Previo a esta ejecución se dejaron oír muchas voces que hablaron de graves errores dentro del proceso seguido a este compatriota, que lograron que, aunque fuese de última hora, las autoridades y el propio presidente Fox intervinieran ante el gobernador de Texas y el presidente Bush pidiendo que esta sentencia al menos se postergara para que se hiciera una revisión de los hechos, petición que fue rechazada y provocó varias reacciones, algunas moderadas y algunas exageradas, un caso que da bastante campo para comentar. De acuerdo con los reportes, en 1989 el coahuilense de entonces 19 años asesinó al oficial Larry Cadena al realizar una transacción de narcóticos. La primera omisión del caso fue que nadie reportó de los hechos al consulado mexicano en el área, además de que la fiscalía presentó – como en las películas – un testigo sorpresa que declaró haber sido baleado por Suárez un año antes, quien presentó los registros del restaurante de comida rápida donde se encontraba laborando a la misma hora en que sucedían los hechos de esta última acusación. No es nuevo que los vecinos del norte hagan la ley como se les pega la gana y que terminen por sacar una ventaja con tal de hacer “justicia” cuando se le arremete, tan solo hay que recordar la indignación que le provoca al maniaco señor Bush – tan loco como el padre – el que se agreda a un norteamericano, no obstante que el deba ya cientos de vidas por los bombardeos en Asia en su búsqueda de Bin Laden, la doble moral en pleno. El caso es que Suárez, debiéndola o no, terminó pagándola y fue asesinado – o ejecutado, como quiera usted llamarle – la tarde del 14 de agosto, hace ya una semana y este hecho provocó la cancelación de la gira de trabajo que Vicente Fox tenía planeada en Texas. El itinerario para dicho viaje incluía una visita a cuatro ciudades tejanas, Austin – en donde se reuniría con el gobernador del estado, Rick Perry -, Dallas, Houston y San Antonio, además de una visita a la finca de George W. Bush, presidente norteamericano. Vicente Fox recibiría el premio del Combatiente del Crimen que le iba a otorgar la Comisión de Dallas contra el Delito, se reuniría con miembros de la Cámara de Representantes, jueces y ediles mexicano-estadounidenses, tendría una serie de entrevistas privadas con empresarios de Exxon, Seven Eleven y con la empresa de Ross Perot Jr., Perot Sistem Corporation, además del Consejo Editorial del Dallas Morning News. No vamos a discutir la culpabilidad o inocencia de Suárez, que si bien se decía inocente, antes de morir pidió perdón a la viuda e hijos del asesinado y se dijo arrepentido, lo que está bastante raro, aunque bastante castigo tuvo con el hecho de que 14 veces se postergó el cumplimiento de la sentencia, lo que debió haber sido una verdadera tortura. El hecho es que si de primera mano la decisión de Vicente Fox de cancelar de la gira se toma como una enérgica protesta, lo cierto es que le complica el panorama a futuro. ¿Por qué? Nada mas porque hay 53 mexicanos en lista de espera para ser ejecutados y, entonces ¿En todos los casos nuestro presidente va a llamar al presidente gringo o al gobernador correspondiente para interceder y, si recibe una negativa, va a seguir cancelando viajes de trabajo o actividades similares? Me parece que si bien la intención pudo ser buena – además de ayudarlo a recuperar popularidad – le va a generar presiones, porque si no realiza las mismas acciones con los otros mexicanos sentenciados a la pena capital, las críticas le van a arreciar. No cabe duda de que Vicente Fox tapa un hoyo para destapar otro. Lo mejor que puede hacer es darle seguimiento al caso de Suárez y llevarlo a tribunales internacionales hasta que se demuestre la supuesta injusticia y se logre una severa llamada de atención - ¿Qué mas se le puede hacer a los EUA? – al gobierno norteamericano. Por último, me parece bastante exagerado que una vez repatriado el cadáver de Suárez, se le sepultó con la bandera mexicana sobre el ataúd. Se trató de un hombre ejecutado por ser un presunto homicida, acaso inocente, pero no encuentro mérito para estos honores tan solo porque sus últimas palabras fueron “¿Viva México! OTROS… 1) De entrada, el anuncio realizado por la PGJDF de que la nueva acción para combatir a la delincuencia en el DF era prohibir la venta pistolas de juguete me pareció una vacilada, ahora ya me resulta mas coherente cuando se especifica que lo que se pretende es evitar los terminados que simulen armas reales y que se muestren a simple vista como lo que son: juguetes. Interesante. 2) La discusión acerca de que partido debe responder el informe me parece bastante banal. ¿Es que no hay problemas mas importantes a los cuales nuestros representantes deberían dedicar su tiempo? La respuesta al informe es trascendental, sin embargo y para bien o para mal, nunca ha tenido un peso específico en nuestra historia, tan solo queda para la estadística y el anecdotario, porque además, el informe de gobierno no es precisamente el programa de más audiencia del año y si ahora mas gente lo sintoniza, no es por enterarse de lo hecho o no por la administración en turno, sino por ver el espectáculo que, entre gritos, porras y mantas desarrollan nuestros legisladores para nuestro solaz esparcimiento. Dejen que conteste el PRD si es que de verdad hubo un acuerdo previo. No pasará de ser un fuerte reclamo – que espero sea también coherente -, busquen acuerdo en los problemas verdaderamente importantes para el país, eso es lo que México requiere y espera de ustedes, señores del legislativo. 3) ¡Y dale con el populismo! Andrés Manuel López Obrador reitera que su administración gobierna primordialmente para los pobres y los adultos mayores. ¡Que bueno – porque ellos le generan votos casi instantáneos -! Pero un gobernante debe ejercer su acción para toda la población, no para algunos sectores únicamente o primordialmente. Si su interés en estas fracciones de la población es real, benefícielos sin anunciarlo a modo de echárselos en cara y en espera de apoyo recíproco, después de todo, las buenas acciones no requieren promoción para ser correspondidas. Pero como siempre este es solamente mi punto de vista. Por cierto…¡Feliz cumpleaños a mí! -si no lo digo, reviento- Nos vemos mañana. |