¡Que vergüenza! Resulta que me acuesto a dormir tranquilamente y cuando despierto el panorama ha cambiado radicalmente. Las leyes en este país han sido violadas nuevamente. Hemos regresado a las épocas en que la ley era flexible, maleable, capaz de adaptarse a las necesidades del caso, a fortalecerse o debilitarse de acuerdo a quien se tratase, a la posición social, económica o política, sin importar si se era acusado o acusador, sin importar si se era inocente o culpable, cuando lo realmente importante era cubrir una necesidad o evitarse problemas de cualquier índole. Hemos regresado a tiempos que quizás nunca se fueron, pero que poco a poco parecían ir desapareciendo. Hoy me doy cuenta que nada ha cambiado, que la ley se sigue violando, pero lo mas grave, es que quien la infringió en esta ocasión fue quien se supone debería poner el ejemplo haciéndola cumplir: El Gobierno Federal. Resulta que los “ejidatarios” de San Salvador Atenco que estaban detenidos han sido liberados, no obstante su probada participación en diversos delitos. Recuerdo que todavía el pasado viernes, el Secretario de Gobernación, Santiago Creel realizaba las siguientes declaraciones con un tono y una actitud que parecía no dejar duda de su veracidad y que hoy me doy cuenta de que no eran afirmaciones serias, eran mentiras: “Queremos dialogar constructivamente (con los ejidatarios de Atenco), arribar a acuerdos, pero nunca a través de la violencia, nunca a través del chantaje, nunca a través de una presión en que vaya implícita la violencia.” “…el gobierno del presidente Vicente Fox no va a permitir el surgimiento de la violencia en el país. El Ejecutivo federal no permitirá que ningún grupo fomente la violencia por capricho o presiones, por lo que actuará con mano dura para hacer cumplir la ley en el país, “…nadie tiene el derecho de responder con violencia. Nadie tiene, por más legítimo reclamo que pueda esgrimir, la facultad de violentar el marco jurídico, nadie”. "…si alguien cometió un delito, que quede muy claro, ese delito se va a perseguir". Lamento decirle varias cosas al Secretario Creel. Tanto el gobierno del Estado de México como el gobierno federal se han dejado chantajear por medio de una presión que implicó violencia. El gobierno federal sí permitió el surgimiento de violencia por parte de un grupo, no el pasado jueves, sino desde que se permitió la realización de marchas con machete en mano, agresiones al Palacio Nacional hasta con un tractor, enfrentamientos con granaderos tanto en las calles de la capital del país como en las afueras del aeropuerto del D.F y en ningún momento hizo cumplir la ley. Contrario a lo declarado por el secretario, si hay personas que tienen el derecho de responder con violencia en la impunidad total. Hoy se encuentran libres personas que cometieron diversos delitos, contra las que había inclusive hasta siete ordenes de aprensión, personas que secuestraron, que bloquearon vías primarias de comunicación, que hirieron con armas blancas a policías, que tienen en su poder bombas moltov, que amenazaron con hacer volar una gasolinera y tres pipas secuestradas, que robaron y destruyeron vehículos particulares y del gobierno estatal, que amenazaron abiertamente con secuestrar a los representantes de los medios de comunicación que se encontraban en Atenco, afirmando además, que si no había respuesta favorable del gobierno, hasta orejas se cortarían para probar su firmeza – aunque después se arrepintieron de esta idea -. Este acto se torna aun mas grave, porque manda un mensaje muy delicado a todo el país: La ley es maleable, se puede adaptar a cualquier situación. Esto será una nueva justificación para los grupos políticos radicales, porque han comprobado que presionando los botones correctos pueden lograr sus fines sin recibir la menor sanción por los métodos que pudiesen utilizar. El gobierno federal ha quedado muy mal parado, porque además de todo ha aceptado dialogar con los líderes que en resumidas cuentas no quieren negociar, con lo que se invalida por completo la necesidad de este diálogo, es decir, siguen cayendo en el juego de los agitadores y dándole fuerza y reconocimiento público a un movimiento que no debería llegar a esas alturas. Por lo que toca a los manipuladores, a los que organizaron este alboroto bajo la excusa de la construcción del nuevo aeropuerto, permítanme felicitarlos porque lograron salirse con la suya; han demostrado mas astucia que el gobierno, han logrado exhibir la debilidad de la actual administración para tomar decisiones, para aplicar la ley, han dejado en claro que este régimen no sabe hacer cumplir la ley, que no tiene la capacidad para solucionar este tipo de conflictos. Ahora el movimiento generado en Atenco tendrá autenticidad, sus “líderes” se han convertido en celebridades y personajes públicos con peso político, las organizaciones que los apoyaron se conjuntarán de manera permanente dado los buenos resultados de este acto. Ya les quedó claro que no importa que tan salvajes, violentas o agresivas sean sus acciones, este gobierno no los va a poner en paz nunca. Tienen la sartén por el mango, el país les pertenece a estos grupos, a Ignacio del Valle, “El mosh”, “El gato”, el Francisco Villa, el Popular Revolucionario, el CGH, el SME, el EZLN – que verán como resurge ante esta muestra de impotencia e incapacidad de nuestras autoridades- y un largísimo etcétera. Por lo pronto mañana realizarán una nueva marcha en la capital hacia Los Pinos, obviamente armados, encapuchados, pintarrajeando edificios, posiblemente golpeando a machetazos los escudos de los granaderos y jactándose de haber demostrado que el gobierno y la ley les hace los mandados. ¿Cuándo volveré a creerle al secretario de gobernación o a una autoridad de la actual administración? Nunca, o al menos no en mucho tiempo, no hasta que demuestren que verdaderamente no les tiemblan las manos, que tienen pantalones, que saben hacer respetar la ley y que no declaran sin ton ni son para después terminar atragantándose con su propio jarabe de pico. Aunque este puede ser tan solo mi punto de vista. |