04/SEP/02
¿Ahora una consulta eléctrica?
Esta pregunta surge de la inquietud que me genera el
síndrome de consulta popular que sufre el PRD, en un afán de mostrarse ante
los electores como un partido democrático. Primero fue Andrés Manuel López
Obrador con sus fallidos ejercicios del horario de verano y del aumento al
costo del boleto del metro, ahora es el propio partido quien pretende
realizar una consulta que permita a los mexicanos decidir en relación a la
propuesta de reforma eléctrica.
Esta tarde –ayer para el lector- se reunieron la
dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas y la presidenta del PRD,
Rosario Robles, quien afirmó que los dueños de la electricidad y del
petróleo somos los mexicanos, así que “ojala puedan ser todos los mexicanos
quienes en una consulta decidan qué hacer con el sector eléctrico. Estoy
segura que la inmensa mayoría estarían por defender la rectoría del estado,
nuestra soberanía y el carácter público de este servicio”. La señora Robles
propuso, inclusive, que el programa sabatino del presidente dedicara una
emisión para debatir la opción gubernamental y la del PRD, además de afirmar
que su propuesta defiende la soberanía e independencia del país, sin omitir
sus consabidas frases que ya repite mecánicamente, “de cara a la nación y
con todos los sectores sociales”. Por su parte, el secretario general del
SME, Rosendo Flores, declaró que buscan establecer vínculos con todas las
fuerzas sociales y políticas afines que “nos permitan detener la iniciativa
del presidente”. No olvidaron su mensaje, también ya muy repetido, de que,
“…a pesar de los señalado por Vicente Fox, la iniciativa del Ejecutivo
constituye una privatización...que en la práctica está arrojando a la CFE a
su extinción a corto plazo”.
No desapruebo la participación de la gente en ciertas
decisiones, pero la verdad es que su intención de quedar bien, el PRD olvida
muchas cosas, entre otras, que la gran mayoría de los mexicanos no somos
expertos todólogos. Me explico. La semana pasada hubo un mitin en el
Zócalo contra la reforma eléctrica propuesta por el gobierno federal. Si
tomásemos diez, veinte o treinta personas de entre esos asistentes y le
preguntáramos cuales son las modificaciones constitucionales propuestas, en
que le afectan, si se le solicita que expliquen en donde está la
privatización, estoy seguro que, salvo un caso raro, no sabrían responder.
Dirían que se está vendiendo el país, que les afecta directamente, pero no
tendrían –o tienen- la información suficiente para sustentar sus
afirmaciones, porque todo lo que reciben es lo que sus líderes o los medios
afirman. Por lo anterior creo que no sería prudente que la población en
general del país decida sobre este tipo de temas. ¿Qué se proporcionaría
información mediante una campaña en medios previo a la consulta? Eso está
bien, el problema viene, otra vez, en el hecho de que no sería información
objetiva e imparcial, porque según la posición del anunciante, se resaltarán
los beneficios o las consecuencias de aprobar o no la propuesta –cada grupo
inamovible de su posición- y esto volvería a dejar a la población hecha
pelotas.
Sigo pensando que la señora Robles no tiene este asunto
del todo claro y se concreta a memorizar y repetir lo que le marcan sus
asesores –que supongo, si deben saber de lo que hablan-, pero quedarse en el
discurso de la defensa de la soberanía y la propiedad de los mexicanos con
respecto a la electricidad y la gasolina no le ayuda mucho, porque hasta
hoy, esta supuesta propiedad no beneficia a los mexicanos de ninguna manera,
sea en mejores servicios o en precios mas bajos por estos productos. Otro
error grave es su afirmación de “mantener la rectoría del estado”, porque,
si no me equivoco –y si lo hago, corríjanme-, doña Rosario está diciendo una
barbaridad –por obvia-, ya que toda empresa o actividad que se desarrolle en
México tiene que someterse a las leyes del propio país, de otro modo,
estaría cayendo en el terreno de la ilegalidad, ¿estamos de acuerdo? Luego
entonces, se privatice o no la CFE, para poder funcionar, deberá estar –y
está- bajo la rectoría del estado, como cualquier empresa pública o privada
que opere en nuestro país.
Otra cosa, no hay una “privatización en los hechos”,
como también repite incansablemente la presidenta del PRD, una privatización
es una privatización –válgase la afirmación-, no es posible que algo sea y
no sea a la vez y en este caso, después de revisar la propuesta, entiendo
que no lo es. Por ejemplo, supongamos que usted vende un producto mediante
su propia empresa “f” y la demanda supera a su capacidad de producción
porque usted no tiene capital para aumentar su producción y cubrir el
mercado existente, el cual de paso, crece rápidamente. Tiene dos opciones:
Dejar perder el creciente mercado o negociar con un par de personas que le
proporcionen capital a cambio de tener a su cargo alguna fracción de ese
mercado fabricando estas personas el mismo producto bajo otro nombre
empresarial “b”. Usted opta por la segunda opción, porque después de todo,
la primera, en determinado tiempo, lo dejaría incapacitado para cubrir las
necesidades que el mercado exige. ¿Desaparece su empresa “f”? No, usted
sigue operando, produciendo y comercializando el producto por su cuenta,
además de que sigue siendo dueño absoluto de la empresa “f”, solo que ahora
tiene una competencia que es la empresa “b”. Esto es apertura de mercado,
no privatización. Su empresa “f” tiende a desaparecer solamente si no tiene
los estándares de calidad necesarios para competir, pero esta apertura de
ninguna manera es una condena a muerte como lo quieren promover.
Del SME no hay mucho que decir, ellos cuidan su minita
de oro, recuerden que ya se ha comentado en esta columna acerca de los miles
de trabajadores eléctricos que tienen eternamente su recibo de luz en ceros,
además de que un monopolio no los motiva a mejorar, después de todo son la
única opción, de hecho, el líder sindical desmintió las notas que afirman
que el sindicato está ofreciendo eximir del cobro de luz a quienes apoyen
sus protestas, lo que por otro lado no sería nada raro.
Esta columna no quiere quedarse en la crítica. ¡Abramos
un debate y una consulta, pero no a la población y no basada en la
demagogia! Propongan una mesa de expertos en el tema, con calidad moral
probada –o casi- que sean quienes analicen las propuestas existentes y
decidan seriamente, con un estudio técnico y legal especializado, cual
propuesta es la mas conveniente para el país, pero por favor, dejen de hacer
populismo, olvídense de hacer que la gente decida sobre temas que no son su
especialidad y para lo que no tienen los conocimientos o la información
necesaria. Una movilización multitudinaria, así reúna a millones de
personas, no necesariamente tendrá la razón. Nada mas recuerden cuantas
personas, antes del viaje de Cristóbal Colón, pensaban que la tierra era
plana…y todas ellas estaban equivocadas.
Si
estoy equivocado, agradeceré cualquier observación, después de todo, es
solamente mi punto de vista.
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