02/SEP/02 Un informe bastante decente. Al menos en comparación con los que se han presentado desde la época de Salinas. Este ha sido el informe de gobierno más respetuoso de los últimos años, con algunas interpelaciones aisladas, un par de mantas y algunos abucheos, pero en general sin mayores escándalos –que es lamentable tener que destacar algo que debería ser normal-. Lo realmente triste es que nuestros legisladores demostraron los últimos días que su incapacidad de acordar es tal, que ni siquiera pudieron elegir una nueva mesa directiva, pero vamos por partes. Como siempre, primero se presentó la posición de los partidos y desde aquí notamos las notables diferencias entre las bancadas. Sorprendentemente, los partidos pequeños -Convergencia por la Democracia, Sociedad Nacionalista y Alianza Social- fueron los que se mostraron mas coherentes y así como criticaron duramente la inoperancia del actual gobierno federal en varios sectores, también reconocieron que el poder legislativo se ha mostrado incapaz de lograr acuerdos, que existen intereses de grupos y partidos que estos mismos sobreponen a los intereses del país y que es ese afán no les importa perjudicar al país al provocar una parálisis legislativa al negarse a discutir temas importantes, obstaculizarlos, si con esto se bloquea al gobierno federal, inclusive aseguraron que no pueden evadir su responsabilidad –misma afirmación que después del informe haría el perredísta Demetrio Sodi-. La muestra de las posiciones extremas comenzó con el Partido del Trabajo, que en su intervención en la tribuna establece que el Congreso ha sido responsable, que si hay confrontación es por culpa del ejecutivo y que el congreso no tiene la culpa del paro legislativo, que el único culpable, el único, es Vicente Fox y sus colaboradores. ¡Que postura tan objetiva, diría yo! El congreso es perfecto, no comete errores, es un ejemplo del buen hacer en su función política, entonces no entiendo por que los avances en su trabajo han sido nulos. La falta de autocrítica es un síntoma de que se ha perdido la dimensión. Sigamos. El Partido de la Revolución Democrática no ve cambio alguno en el país, todo sigue igual, si no es que peor, no hay avances en ningún aspecto, en nada y vamos como los cangrejos. A este partido le hace falta un poco de optimismo. A nadie extraña que el Partido Acción Nacional defendiera al presidente, pero también hizo un llamado al diálogo para lograr acuerdos. Por último y muy destacable, el Partido Revolucionario Institucional –cuyo expositor fue recibido con una tremenda ovación de su bancada- habló mucho y fuerte, de los errores y la incapacidad del actual gobierno federal y exponiendo al PRI como políticos profesionales, como un partido que sabe como sacar al país de sus problemas y beneficiar a la población, sin permitir excesos y sin utilizar el poder para beneficio personal, además que siempre han impulsado la libertad de acción y de pensamiento y que están a favor de la pluralidad, o lo que es lo mismo, siguen apostando a la falta de memoria de la población, como si las personas no recordaran que el PRI a lo largo de la historia ha hecho todo lo contrario a lo que afirmó ayer que realiza. El presidente Vicente Fox trató de no meterse en problemas, hizo un recuento de las acciones que lleva a cabo su gobierno de una manera general y evitó temas como el problema con Fidel Castro y la cancelación del nuevo aeropuerto. Fue interrumpido algunas ocasiones por reclamos solitarios de algún diputado –lo que, al mejor estilo priísta, los panístas tapaban rápidamente con aplausos-, se presentaron algunas mantas que resaltaban los incumplimientos de varias promesas de campaña –lo que me parece bien, porque el mandatario las vé, se da cuenta e que la población no olvida esos pendientes y no es interrumpido- y reconoció que no ha logrado todas las metas que su gobierno se ha propuesto, que han habido fallas y que sabe que hay expectativas que no ha podido cubrir. La respuesta de Beatriz Paredes fue bastante simple y diplomática, nada concreta o crítica y es entendible, tuvo menos de 24 horas para trabajarla. Algunos detalles más. La bancada perredísta abandonó el salón cuando se iniciaría la respuesta de Beatriz Paredes como protesta por no habérsele permitido a este partido responder el informe; antes de salir pusieron al pie de la tribuna una corona de muerto –un detalle folklórico que no podía faltar en un informe de gobierno-. José Murat, gobernador de Oaxaca, salió al mismo tiempo y muy molesto, según él, porque Paredes había respondido de nueva cuenta el informe de gobierno. Pues este fue el acto que acaparó las expectativas durante los últimos días, no resultó ni tan polémico ni tan escandaloso, de hecho, fue más el ruido que las nueces y el documento leído por Fox fue tan poco concreto que hubiese dado lo mismo que el presidente lo leyera o no. Por otro lado, quiero pensar que el respeto presentado este años hacia la figura presidencial en este acto es una muestra de que nuestro poder legislativo está madurando y poco a poco deja de sentir este evento como una remembranza de sus años escolares en donde dejan salir al niño travieso que todos llevamos dentro, quiero pensar que su actitud va a cambiar a partír de hoy, que son más sensatos y responsables, justo…cuando falta menos de una año para que los releven y volvamos a empezar. Aunque este solo es mi punto de vista.
|