Entrevista exclusiva

SHERRY ARGOV

“Me honra ser tan bien recibida en Latinoamérica”

 

Seguramente para muchas personas, el nombre de Sherry Argov no les dirá nada, aunque si les digo que ella es la autora de los libros “Por qué los hombres aman a las cabronas” y “Por qué los hombres se casan con las cabronas”, sabrán perfectamente de quien hablo, pues estos ejemplares han alcanzado altísimas ventas a nivel mundial.  En Imotion tuvimos la oportunidad de conversar en exclusiva con esta excelente, amena y muy puntual escritora para conocer un poco a la creadora de estos Best-Sellers.

 Imotion (I): ¿Quién es Sherry Argov? 

Sherry Argov (SA): Nací en New York y crecí en California.  Mis padres son europeos, así que no me considero una típica americana.  Pienso de manera diferente.  Mi mayor inspiración fue mi madre, quien me enseñó que nunca se debe depender de un hombre, de tener siempre mi independencia y de respetarme a mi misma aun si otros no me respetan.  Actualmente estoy comprometida y no tengo hijos. 

I: ¿Qué le parece que en México sus libros se hayan trasladado al teatro? 

SA: Es muy divertido, estoy muy orgullosa.  La calidez y el sentido del humor en Latinoamérica es brillante y especial, así que considero un honor ser tan bien recibida por la comunidad latina.  Por cierto, los libros se han traducido a veinticinco idiomas. 

I: Sus libros son realmente divertidos y están llenos de verdades.  ¿Es usted terapista o psicóloga? 

SA: Nada de eso.  Soy una chica promedio. 

I: ¿Cómo le hace sentir el hecho de que esté cambiando la vida de tantas mujeres en el mundo?  ¿Cómo mantener los pies en la tierra sabiendo esto? 

SA: Escribí libros que creo que dicen la verdad y la recompensa es que la gente se identifica con ellos.  Me honra ser tan bien recibida en Latinoamérica, porque es una cultura hermosa y la gente disfruta el buen humor.  Me hace feliz que las mujeres sientan que les ayudo.

Mantengo mis pies en la tierra a propósito, por diseño.  Trato al negocio del entretenimiento como lo que es: un negocio.  Pienso que la gente de este negocio es menos interesante de lo que aparenta en TV.  Me interesa ser una buena escritora.  Antes de gastar dinero, recuerdo alguna ocasión en que no tenía nada.  Para que pueda escribir de la vida real, tengo que tener una vida real.  Me esfuerzo por vivir a baja intensidad y en realidad no voy a fiestas o lugares llamativos. 

I: Seguramente sabe del machismo en Latinoamérica.  ¿Tiene algún comentario al respecto? 

SA: Creo que los hombres dominan a las mujeres en todas partes, solo que en algunas culturas ocurre más que en otras.

El ser evasivamente femenina es una herramienta poderosa para la mujer, especialmente cuando el hombre es machista.  Cada mujer puede aprender a convencer al hombre de hacer algo, a convencerlo además de que fue idea de él y eso lo hará sentir importante –y ella obtiene lo que quiere-.  En otras palabras, si el machismo está allá afuera, entonces las mujeres deberían aprender a usarlo en su beneficio.

I: Usted no es la típica mujer americana y la felicito por eso, pero dígame, ¿Qué tan diferentes son sus sueños en comparación de los de la mujer promedio?

SA: No creo que lo único importante en la vida es el dinero, o un buen auto o una buena casa.  No creo que la mayor parte de los americanos sean felices; la mitad de ellos usa antidepresivos.  Para mí, los verdaderos héroes no son los escritores, celebridades, actrices o la gente famosa.  Los verdaderos héroes son las madres, padres y las personas que son buenas y decentes.  Vivo mi vida de manera simple.  No tengo mucha gente, sean asistentes o manejadores a mí alrededor.  Tampoco leo lo que se escribe de mí en los comunicados de prensa.

I: Por ultimo, ¿cómo le gustaría ser recordada al pasar los años?

SA: En cincuenta años, quiero que la gente diga: “Mira a la abuela.  ¡Todavía luce bien!”

Escribiré un libro titulado: “Por qué el abuelo aun ama a su cabrona (Cómo torturar un poco al abuelo para que no sufra un ataque al corazón).”

 

Agradecemos a Sherry Argov su tiempo y su disposición y le deseamos que su éxito continúe de manera ascendente.  Y usted, mi querido lector y sobre todo, lectora, si no ha tenido estos libros en sus manos, no espere más para adquirirlos; son de mucho provecho y valen cada peso de su precio.