La Visión de Hoy

Lo que para arriba es excéntrico, para abajo es ridiculez...

Inicio con este comentario debido a la posición de nuestros vecinos del norte a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre pasado; en esa ocasión y como es del conocimiento público, el secuestro de varios aviones dio inicio al ataque masivo más impresionante del que se tenga memoria y más importante y significativo por varios detalles: El ataque se realizó utilizando aeronaves con pasajeros y tripulación incluidos a manera de misisles contra dos símbolos muy especifico, el Centro Mundial de Comercio (WTC) de NY y El Pentágono, en un abierto reto a la nación mas poderosa del mundo.  Un cuarto avión cayó en una zona despoblada y no se ha determinado cual era su objetivo.

Previo a las recientes elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América y al encontrarme en una charla de sobremesa, comentábamos los ahí presentes que la primer idea que nos venía a la mente cuando pensábamos en George W. Bus como presidente, era que al igual que el padre, rápidamente trataría de demostrar su poderío mediante un conflicto bélico, lo cual desgraciadamente fue cierto.

George W. Bush parece no solamente en el físico, sino en su ideología en general, un clon del padre y al igual que este último, el dialogo para la solución de los problemas no se le dá.  Sus acciones y declaraciones revelan una personalidad, en ocasiones, obsesiva por el poder y por dejar en claro que no hay una nación a su nivel de fuerza.

El gobierno norteamericano, una vez repuesto del shock inicial por estos atentados, comenzó una cacería de ciudadanos y turistas de origen árabe a quienes no se les podía conectar con los actos, hasta que decidieron Osama Bin Laden era el autor intelectual de los atentados, dado su expediente como terrorista y su poder económico y grado de influencia en la población de su país; digo decidieron, porque a la fecha no se han mostrado al público en general  las supuestas pruebas que han dejado sin duda alguna a los gobernantes de la ahora famosa alianza que ataca Afganistán.  O sea, las pruebas son claras y determinantes, sin embargo, no las dan a conocer a la población mundial, siendo que, al menos desde mi lógica, serían un apoyo fundamental en donde fincar este ataque.  No tengo dudas acerca del pasado de Bin Laden, no es una blanca paloma, ni él ni el gobierno talibán, pero hasta el momento no he visto evidencia alguna de que sean los responsables del ataque del 11 de septiembre.

Tengo puntos de vista muy particulares de esta “guerra al terrorismo” que se está desarrollando en Afganistán y creo que son similares a los de buena parte de los mexicanos.  He visto a un presidente norteamericano hablando de la fuerza del país, declarar que van a destruir a sus enemigos, que los borrarán del mapa porque Estados Unidos en un país poderoso (¿Quién lo duda?) y que los van acabar. (no son declaraciones literales, pero el sentido es prácticamente este y no son muy diferentes de lo aquí escrito)

El Secretario de la Defensa de Estados Unidos no ha querido quedarse atrás, declarando primero que utilizan bombas de fragmentación porque quieren matar talibanes, y hace un par de días mostró una nueva bomba, una especie de bomba atómica en versión “mini” con la que, afirmó con la mayor tranquilidad del mundo, pretende matar mucha gente.

No obstante lo anterior, Bush se escandaliza del atentado al WTC y de que Osama Bin Laden puede estar intentando adquirir armas atómicas que utilice contra los aliados. ¿Qué esperaba, que se quedarán viendo como acaban con su país?  Además, tan valiosos son los civiles talibanes como los que se encontraban en las torres gemelas y que murieron como consecuencia del ataque, el cual es un acto de terrorismo y de una carencia total de humanidad y de compasión. Estamos de acuerdo, pero lo que Estados Unidos hace es igual de terrorífico e inhumano, cada día se espera “el error del día” en los ataques, hasta la Cruz Roja ha sido victima de estos “errores”, que sin embargo y en voz de las autoridades norteamericanas son eso, “errores”, además lo dijo el secretario de la defensa, si están en ese territorio no han de ser tan ajenos a lo que hacen los talibanes(¡!).

Por otro lado, este ataque ha servido de pasarela, de un desfile de productos de catálogo en el que cada día se presenta un armamento nuevo, sea avión, helicóptero o bomba, con imágenes inclusive de cómo atacan y cuando daño son capaces de hacer.  No es, por tanto, sorprendente que la industria bélica tenga en este momento un repunte debido a las solicitudes de estos nuevos instrumentos bélicos.

Mucho se ha hablado y escrito en varios medios acerca de la relación del gobierno norteamericano e inclusive de la familia Bush en particular con el clan Bin Laden, relación que ayudo en gran parte a darles el poder económico que tienen y no es la primera vez que Estados Unidos es víctima de sus propias creaciones, que en este caso, hasta en estrategia los han superado, tan solo hay que ver el terror en el que vive la ciudadanía y las autoridades gringas debido al ántrax por un lado y a la constante amenaza de sufrir nuevos ataques.

Bush me parece una persona obsesiva, que observa de diferente modo dos acciones similares.  No respetó ni su visita a México, cuando en plena reunión con Vicente Fox autorizó un bombardeo.  A fin de cuentas, Estados Unidos nunca ha sido un justiciero (nunca vi que trataran de poner orden en Bosnia y zonas anexas llenas de francotiradores que atacaban a la población civil) como pretende aparentar, si está en Afganistán es porque algún beneficio además de “la justicia” va a obtener.  Al tiempo.

Por cierto que ahora el embajador norteamericano en México está advirtiendo que México puede ser trampolín para la entrada de terroristas a Estados Unidos, debido a que nuestras autoridades son fáciles de sobornar.  ¡Gracias por la publicidad!  Nosotros también podríamos promocionar a los norteamericanos con algunos cárteles de la droga, ya que son excelentes consumidores de estupefacientes y no hay cantidad que les dure.

Aunque como siempre, este es solamente mi particular punto de vista.