Cuando comencé hace pocos días a escribir esta columna, aclaraba que su servidor no tiene ninguna filiación partidista ni la intención de apoyar o criticar de manera visceral a persona, autoridad, partido político o proyecto alguno; esto viene a colación debido a la reciente amenaza que recibió el señor Germán Dehesa como respuesta a su columna “Gaceta del Angel” publicada el pasado lunes 5 de los corrientes en el periódico Reforma.  Consultando el sitio de este informativo encontré el citado escrito y comprueba en buena parte mis últimos comentarios.

El señor Dehesa es un reconocido estudioso del arte, lo social y la cultura, además de excelente comediante, pero también es del conocimiento público su total simpatía perredista.  Es difícil dejar de lado la posición personal cuando se tiene que hacer una crítica y esto se puede ver en el escrito del seños Dehesa, así como en los comentarios que hace en medios escritos y electrónicos la señora Guadalupe Loaeza. (¿Quién no la recuerda en la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas el año pasado, descalificando por todo, hasta por su mirada (sic) a los otros candidatos?)

Quien esto escribe comentaba ayer de la falta de respeto a la investidura presidencial y es esto lo que se observa en el escrito de Germán Dehesa. (“nos hemos atrevido – los medios - a alzar la voz en contra de sus guanajuatenses majestades”, “la señora - Martha Sahagun -, en su actuación pública, es entre ventajosa, desmesurada, ambiciosa y cursi”, “ha resultado – Fox - quisquilloso, frívolo, desinformado, cobarde, errático y viajero”, “sabemos que su fuerte – de Fox -es precisamente no leer”)

Es difícil hacer una crítica imparcial de señalamientos oportunos y fríos, en la que no se genere una tendencia - por conceptos personales - que la saque de enfoque y la haga quedar totalmente fuera de contexto, de ahí el mérito de una buena crítica.  Es obvio que todos tenemos una opinión acerca de todo nuestro ambiente, de nuestro circulo social, de nuestro mundo, pero al expresar una opinión nuestros puntos de vista, si bien nos orientan hacia una dirección, no deben sacarnos de un entorno real para colocarnos en nuestro propio mundo que solo existe para nosotros.

Nadie podrá negar que el programa sabatino del Presidente Fox fue un error.  El hombre perdió los estribos, acuso acciones a medios y a personas sin especificar, inclusive acusando un intento de “tirarlo de la silla”.  Ahora es justo que se le pida que especifique quién lo presiona, cuales medios y mediante que notas se le difama y se le miente al pueblo.  El tipo explotó, así de simple, y las críticas que ha recibido acerca de este tema están plenamente justificadas.  Un punto que hay que considerar es que, anteriormente, había la queja general de que la figura presidencial era intocable, inequívoca y perfecta, ahora la queja es a la inversa, se trata de un presidente demasiado “humano” y “normal”.

¿Recuerdan aquella entrevista en que Vicente Fox erró la fecha de la expropiación petrolera?  Todavía hoy es ejemplo de ineptitud, no obstante, quisiera algunas respuestas del lector. ¿Cuántos politécnicos o Universitarios saben la fecha de fundación de su institución? ¿Sabe usted cuando se celebra la Guerra de Independencia y cuando la Revolución Mexicana, el 15 o el 16? ¿Qué se celebra el 20 de noviembre? ¿El natalicio de Benito Juárez? ¿La expropiación petrolera?  Creo que una gran parte de la población no conoce en su mayoría o de momento estas respuestas, pero las puede consultar, sin embargo, es un lastre que hasta la fecha lleva el presidente.  El conocimiento de fechas conmemorativas, personajes o la formalidad en el comportamiento no garantiza la capacidad de una persona para llevar por buen rumbo a un país, tan solo hay que recordar que durante 70 años se cuidaron las formas, pero no el fondo y las consecuencias están a la vista. 

Hoy en día los medios disfrutan de una libertad antes ni siquiera imaginada y ciertamente algunos han caído en excesos o exageraciones, pero es preferible esto a una censura de cualquier tipo.  Por otro lado, el hecho de hacer una crítica, aun cuando sea ofensiva o visceral o en el caso de que lo comentado hiera susceptibilidades, no es razón para amenazar al autor por tener un determinado punto de vista.  La libertad de expresión es un derecho ganado después de muchísimos años de limitaciones en la información y de la vida de mucha gente que fueron pioneros en la lucha por el derecho a la información.  El gobierno federal debe tomar inmediatamente acciones que detengan este tipo de terrorismo en pequeño que poco a poco se está haciendo presente, primero en defensores de derechos humanos y ahora en las personas que trabajan en los medios de comunicación, ya que como el cáncer, si no se les detiene a tiempo terminarán por infectar todo el organismo conformado por el país.  Ya existe el antecedente de lo que ocurrió con los secuestros, que desgraciadamente han dejado de impresionar a buena parte de nuestra sociedad.

Por cierto, el Presidente no tiene facultades para  poner en orden a los medios, así que a evitar vociferaciones cuando tiene la cabeza caliente.

OTRO...

Será un termómetro interesante observar el recibimiento que por parte del público asistente al estadio Azteca tendrá el Presidente Vicente Fox, una medición de aprobación o desaprobación de la manera en que hasta hoy se ha manejado el país en general, aunque no hay muy buenos antecedentes, tan solo recordemos a Miguel De la Madrid en el mundial de 1986 (cuando, ahora que hablamos de censura, se le tuvo que quitar el audio a la transmisión por los sonoros abucheos).  Suerte y luego no se queje.