Al menos es lo que afirmó ayer el presidente Vicente Fox en donde también reconoció que ya no hay de donde echar mano, de paso se quejó al Congreso de su cerrazón a toda propuesta presidencial y a los gobiernos estatales de no colaborar en los ingresos federales.

El panorama que esto deja es bastante incierto.  Me parece que el presidente trata de hacer presión para que se apruebe su reforma fiscal, pero a diferencia de otras ocasiones, observé a un presidente firme, crítico pero respetuoso, que se presenta solamente con el arma de la verdad, dicha esta de manera concreta y sin máscaras.  El primer mandatario realizó una jugada que sabe que le traerá más críticas por parte del legislativo y los gobiernos estatales, pero que también va a ganarle adeptos entre la población en general, que es algo importante para él y ciertamente no deja de sorprender el hecho de que a un año de gobierno, un año en que las expectativas que sobre Fox y su gobierno se han visto afectadas por factores internos y externos, más de la mitad de la población (según las últimas encuestas) aún aprueban su gobierno y tienen optimismo en que las cosas van a mejorar en un futuro.

La declaración de ayer podría ser de sobra preocupante, ya que el primer mandatario acepta que no cuentan con más recursos, que esta falta de recursos afectará programas que no podrán tener la continuidad esperada, además de que los gobiernos estatales tendrán que ver de donde obtienen más ingreso.  Afortunadamente, la estrategia puede funcionar, ya que si bien el fin de estas declaraciones es hacer presión también es cierto que no carecen de verdad.  Tan solo con dos hechos podemos darnos cuenta de lo que el nuevo gobierno ha tenido que enfrentar: Por un lado, Estados Unidos está en recesión después de 10 años de tener una economía boyante y por otro, el congreso mexicano tiene una igualdad  de fuerzas como nunca antes y esto ha dificultado sobremanera el lograr acuerdos.  El gobierno actual se ha visto, a mi gusto, demasiado prudente, demasiado respetuoso, demasiado cuidadoso de los modos y las formas en su relación con el resto de los poderes y gobernantes y esto ha desembocado más de una ocasión en la proyección de una imagen de un gobierno desconcertado, extraviado y falto de autoridad.  La actitud mostrada ayer por el presidente Fox mostró seguridad y también molestia de que las cosas se han complicado de manera inusual (esto de que hay mas complicaciones que las usuales ya es decir), lo manejo con diplomacia y su actitud no motivo una abierta desconfianza en la sociedad.  Será interesante ver las reacciones a estas declaraciones y si el presidente Fox aprende a manejar las críticas con la misma diplomacia que se manejó ayer, porque los antecedentes muestran que cuando se le calienta la cabeza no es muy atinado en sus formas.  Un interesante cambio que ojalá no pase de ser una estrategia.

Por cierto y cambiando un poco de tema pero que también incluye al presidente, ayer se dio a conocer una lista de algunos involucrados en las desapariciones forzadas en la guerra sucia y no han salido algunos nombres que se esperaban, aunque si se encuentran en el listado Francisco Sahagun Baca y Jesús Miyazahua; ójala esto sea la punta de lanza y no se quede aquí; otro punto es que se comenta que será difícil castigar a los involucrados en este caso aun comprobándose la culpabilidad, porque estos delitos prescribieron hace tiempo.  Soy un ignorante en el aspecto legal, pero sería recomendable que el gobierno federal comenzara a buscar sustento jurídico para evitar una evasión de la justicia (algo tardía, pero más vale) que causaría una enorme frustración al pueblo mexicano, imagínese, tanto esperar para quedar con los charales y no con los peces grandes para que, además, no reciban castigo alguno.  Hay que recordarle al presidente que prometió ir por los culpables sin importar el nivel y que se espera que cumpla.

OTROS...

1) Lo dije yo primero.  Talibanes y seguidores de estos se amotinaron en Afganistán y la alianza del norte solucionó el problema de la mejor manera:  Asesinaron a los más de 600 rebeldes (algunos en combate y otros ejecutados) ante algunas cámaras del evento (para que quede claro que no les importa el qué dirán), robaron ropa y calzado de los cadáveres y después declararon que esos talibanes recibieron lo que merecían.  ¡Que bueno que llegó la alianza del norte a poner orden en Afganistán!  Estados Unidos ya definió que estos son “los buenos”, así que todo está bien.  Lo que más me tranquiliza es que George Bush se comprometió hace un par de semanas a proteger los derechos humanos en el área.  Hombre de palabra, no hay duda. 

2) Marcharon los de Atenco y no hubo enfrentamientos, llegaron hasta el Zócalo, donde golpearon una puerta del palacio nacional con un tractor y siguieron su mitin; el gobierno capitalino no intervino en el asunto, seguramente porque es un edificio federal y no es de su incumbencia.

3) El nuevo aeropuerto ya quedó en buenas intenciones. ¿Porqué? Porque ya empezaron a correr los amparos y ya sabemos que una vez conseguido un amparo la eternidad puede ser poca comparado con el tiempo que puede pasar en la solución de un caso.  A lo mejor el próximo gobierno retoma el proyecto.

4) Félix Salgado lamentó que el “síndrome Macedonio” esté proliferando.  ¡Que bueno!  Le sugiero que en un acto de su buena fe proponga el retiro del fuero en los funcionarios en caso de que infrinjan la ley en su vida personal.  ¡Se vale soñar!