Primero, se detiene a los asesinos del hermano del gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, lo que no sería de mayor nota si no fuera porque el señor Samuel del Villar, aquel maniaco alcohólico que fungió como Procurador del gobierno de Cuauhtemoc Cárdenas en el DF, ya había encarcelado a los supuestos asesinos que el fabricó a la medida, como era su costumbre, solo recuerde usted el caso Stanley.  Al ser cuestionado, el peje dijo que lo iba a investigar, porque en su gobierno no habría encubrimientos y que si Del Villar había inventado culpables, tendría que responder.  Al día siguiente el actual Procurador, Bernardo Bátiz, anunciaría que la investigación respectiva se realizaría, pero que no creía que fuese necesario que compareciera Del Villar-¡no creía, como si la justicia se aplicara al gusto del criterio de una persona!-, porque quizás él –Del Villar- ni enterado estaba de que los encarcelados eran inocentes, o sea y como siempre desde que el sol azteca gobierna el DF, el encubrimiento descarado y la exoneración anticipada, ¿verdad Rosario Robles, exonerada por Berta Lujan?

 

Se anuncia que la deuda pública de la Ciudad de México se ha duplicado durante la administración del peje –gracias a los programas sociales, como el de la pensión a las personas mayores-, lo que es tremendo para los capitalinos, que parecen no darse cuenta que tarde o temprano ellos son los que van a pagar esa factura mediante el aumento en cobros por impuestos o servicios, a menos que la capital se declare en banca rota.  Siempre hemos dicho en esta columna que los programas sociales de la capital están muy bien, pero que antes de repartir dinero, hay que generarlo y no al revés, porque sucede lo que en estos momentos pasa en la capital.  El peje dice que si hay deuda, pero que la podrá pagar -¿él?- y que sus programas continúanTerco el hombre.

 

Luego, durante la inauguración de un puente vehicular en Francisco del Paso y Troncoso  pudimos observar una gran cantidad de acarreados, empleados del gobierno capitalino a los que se les dio el día libre para acudir al acto y las consabidas organizaciones perredístas de comerciantes ambulantes que, bajo la promesa de que mediante la asistencia a los actos del peje con gritos y pancartas de apoyo para que se lance a la presidencia de México en el 2006, podrían trabajar en la vía pública sin ningún problema –esto dicho por los propios asistentes-, todo esto en un movimiento descarado que incluyó el pase de lista por parte de los responsables de los grupos, al mejor estilo priísta, atestiguado por los medios y con fotos de por medio, pero no solo eso.  Como acostumbra el peje, estas obras se hicieron a la carrera y con pésima planeación, por lo que varias calles de la Jardín Balbuena quedaron bloqueadas y sin puentes peatonales, por lo que los vecinos trataron de protestar, pero ¿qué creen?  Personal del GDF no les permitieron llegar al acto sino hasta que el peje se retiró, además de que a la fuerza les quitaron sus mantas.  ¿Qué dijo el peje?  Lo usual.  Primero, que no eran acarreados sino vecinos, luego al presentarle las fotos del pase de lista dijo que “lo voy a investigar”, después que desconocía la protesta vecinal –los empleados del GDF los bloquearon sin orden de por medio seguramente-, pero que mandaría a alguien a hablar con ellos.  El colapso empezaba.

 

Cuando inaugura otro puente vehicular, esta vez en Avenida del Taller y Eje Tres Oriente, se repite la escena, solo que ahora se procura mayor discreción, lo que sin embargo no se logra y los acarreados vuelven a ser descubiertos.  Para acabarla, resulta que, como siempre, una vez abiertos los pasos vehiculares se siguen realizando labores “de terminado” en donde los trabajadores deben estar arriesgando su vida y en el colmo, casi una semana después comienzan a poner las protecciones contra sismos en los cimientos de las obras, porque como tenían que entregar la obra en una fecha específica, “no les dio tiempo de colocarlas antes”, no obstante que los ciudadanos ya circulaban por las elevada avenidas.  Lo bueno es que el peje se preocupa por los ciudadanos.

 

Después se anuncia que Bernardo Segura, colaborador de López Obrador en el área deportiva, es inhabilitado por haberse servido de su puesto para regalarles viajes a sus al presentarlos como empleados del Instituto Nacional del Deporte capitalino cuando Segura era titular.  Otra vez el peje niega haber sabido del asunto.  Bonito Jefe de Gobierno que no se entera de nada.  Pero vendría el golpe que ha puesto contra las cuerdas y a punto del KO a Don Andrés: El Nicogate.

 

Siempre dije que el peje por algo no quería publicar en la página de Internet de su administración–como el resto de los gobiernos del país lo han hecho- los gastos y sueldos del gobierno capitalino y ciertamente había un trasfondo.  López Obrador se ha llenado la boca durante su gobierno gritando que hay que bajarse el sueldo, que no hay que tener privilegios, que hay que manejar la “austeridad republicana”, que con ahorros se puede todo –y puede ser cierto-, que no hay que dar pensiones a los ex presidentes…y le paga más de 60,000 pesos mensuales a su chofer, en un caso por demás penoso y que está enredando cada vez más al peje cuando intenta corregir y justificar, además de que esta noticia le pegó en la zona que lo ha sostenido ante la opinión pública con buenas calificaciones: su credibilidad.

 

Pero el Nicogate requiere un trato más amplio, por lo que continuaremos con este tema el próximo miércoles.

 

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

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