Y es que la polémica sigue encendida ante la ya manifestada intención de la émula de Evita Perón.  El punto es qué tan legal es que Martita se lance como candidata a la presidencia en el 2006 y la respuesta es que simple y llanamente la ley sí se lo permite.  Nuestra Constitución condiciona la participación de Secretarios de Estado, Gobernadores, Militares y demás funcionarios públicos, pero nunca menciona expresamente –y es que quién se lo hubiese imaginado- al cónyuge del Presidente en funciones.  Entonces pues, los anhelos de la señora Fox son legales, pero ¿son éticosPienso que no.

 

Imagine usted a los demás candidatos con su campaña, su imagen, sus propuestas, todo lo que usted quiera, enfrentándose a una mujer que de entrada es la Primera Dama de la Nación, que está respaldada por el Estado Mayor Presidencial, que tiene la total cobertura de los medios ante las actividades que su posición le permite, pues como que no sería equitativo.  Y el problema es aún peor, porque el resto de los participantes debe renunciar a sus funciones públicas, si las tiene, meses antes de la elección, mientras que en ningún lado la Carta Magna hace prohibiciones a un cónyuge presidencial, y es que por ejemplo, Martha Sahún no puede renunciar a ser la esposa del Presidente.  Esto es muy complicado.

 

Desgraciadamente y como si no tuviésemos suficiente con tantos problemas, se distrae la atención en este tipo de temas que puede parecer hasta frívolos pero que venden en los medios y dan lugar al lucimiento de nuestros legisladores, quienes ahora pretenden poner candados para bloquear la posible candidatura de Martita, la mujer que no deja de aparecer en dondequiera haciendo actos bondadosos, manifestando ideas de igualdad, denunciando “los ataques en su contra” –porque cualquier crítica a su persona es un ataque- y aprovechando todo lo que puede para impulsar su imagen.

 

Lo que no termina de ver Martha Sahún es que su protagonismo ha terminado por debilitar –y mucho- la imagen de Vicente Fox ante México y ante el mundo y desgraciadamente la imagen de la fuerza de un país es su presidente, el cual hoy solamente proyecta que si no puede con su esposa, menos con un país.  Sería sano que Martha entendiera que sus posibilidades reales de ganar en 2006 son bajas, se requiere más que una imagen, se requiere una estructura y el apoyo de un partido, lo que nadie está dispuesto a ofrecerle.  Si fuese un poco más inteligente, sabría que la paciencia y la preparación son una virtud, que si tomase el camino largo de buscar una presidencia municipal y después una gobernatura le beneficiaría dándole experiencia y preparándola para poder aspirar en unos años más ahora sí, a la posición que quiere.  Desgraciadamente la señora no es paciente y para muestra un botón:

 

Cuando estalló el escándalo de Vamos México en el Financial Times, la Señora Fox pudo enviar una respuesta firme, educada y descalificadora del artículo para que ahí quedara todo.  No lo hizo.  Se fue a llorar a todos los medios que la quisieron escuchar.  Se realiza la Convención Nacional Hacendaria, era un buen momento para dejar que los medios se distrajeran pero no lo permitió, siguió haciendo su gira en medios sobre el mismo tema.  Por último, un grupo de braceros invade el rancho de la madre de Vicente Fox, otra oportunidad para dejar que el escándalo se apaciguara, pero no, siguió y siguió, y es que a la señora le gusta ser el festejado en el cumpleaños o el muerto en el velorio, no perdona una oportunidad de concentrar la atención y con ello, perjudica a todo mundo.  Se perjudica ella, perjudica al presidente y lo peor de todo, su ambición está perjudicando a México.  Ojala alguien tenga los pantalones para decírselo.

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

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