Recordemos que el poder legislativo rechazó por enésima vez la propuesta de reforma fiscal que el ejecutivo pretendía aplicar, así que este último, en pleno berrinche, no ha encontrado mejor forma de hacer público su desacuerdo con esta decisión que presentándonos las consecuencias de esta decisión, sin importar a quien se lleve entre las patas, y las consecuencias son que no hay dinero y que no se pueden cubrir todas las necesidades del país, aclarando siempre que “es por culpa del legislativo que no nos permitió hacernos de más recursos por medio de la reforma propuesta”. 

Desde hace tiempo se viene aplicando en las dependencias gubernamentales un programa de retiro voluntario que pretende, por un lado, adelgazar la burocracia y por otro acabar con las pensiones.  Desgraciadamente, en un desayuno con empresarios, el afán de nuestro primer mandatario por quedar bien vuelve a anteponerse al razonamiento lógico y se congratula no sólo de la cantidad de personas que se han retirado de la administración pública, sino que anuncia que todavía le falta eliminar 50 mil plazas.  Para desgracia de Vicente Fox, su maniobra, como siempre, resultó en contra suya

Los empresarios ya se lavaron las manos y han dicho que no están en condiciones de ofrecer empleo a toda la gente que va a quedarse sin chamba, que inclusive también podrían efectuar recortes durante el año o lo que es lo mismo, no quieren que les avienten la pelota caliente y el señor Fox se ha metido nuevamente en camisa de once varas con los sindicatos y las organizaciones “sociales”, por no hablar del burócrata promedio, que preparan ya sendas acciones de protesta que si bien es cierto que terminan aplacándose, por mucho tiempo restringen el margen de maniobra y deterioran más la imagen del ejecutivo, como si requiriera ayuda para dañar su imagen

Puede que los argumentos sean ciertos, yo no dudo que el dinero no alcance y que la burocracia sea excesiva, pero que poca habilidad del gobierno federal para manejar las cosas.  ¿Qué necesidad de inquietar a la gente y alborotar a los disidentes haciendo estos anuncios que, además, los hizo hinchado de orgullo y en pleno alardeo.  ¿Qué no se da cuenta que si bien hay estabilidad económica, no hay crecimiento y el empleo que se genera es poco y temporal por falta de inversión –gracias a nuestro Congreso-?  ¡Que poca sensibilidad! 

Lo peor del caso es que a la hora que se decidan los recortes se va a eliminar no al que trabaja menos o al que sobra en una dependencia, sino al que no cuenta con las simpatías del jefe, porque desgraciadamente es así como se manejan las cosas la mayor parte de las veces en este país.  Es como con la pena de muerte con la que estoy totalmente de acuerdo, solo que no estoy de acuerdo con que se aplique en México porque nuestros instrumentos de justicia no son justos –válgase- y se terminaría por enviar a calacas a un montón de inocentes que no pueden comprar abogados, jueces y autoridades. 

Vicente Fox requiere muchas cosas, entre ellas un grupo de asesores que de verdad lo asesore para evitar estos derrapones, un curso de sensibilidad y un tratamiento contra la necesidad extrema de aceptación, que es lo que definitivamente lo mete en líos, esa urgencia de quedar bien con todos los foros, de decirle que si a todo mundo, de anunciar como hechos lo que apenas se negocia, en fin, que como decía mi abuela, si este hombre fuera mujer, sería una facilota, ¿no cree usted?

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

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