Todo el problema se genera porque durante la gestión de Rosario Robles al frente del gobierno de la capital, el predio “Los Encinos” ubicado por el rumbo de Santa Fé fue expropiado para construir una vialidad que facilitara el acceso a un hospital privado, el “ABC”.  Ya con López Obrador como mandatario del DF, los dueños del terreno se amparan para evitar la construcción, lo cual le viene valiendo gorro al peje porque como siempre, él está “actuando en beneficio de la ciudad” y sigue con las obras, protegiéndolas además con un grupo de granaderos y desatiende hasta cinco llamados de la autoridad, lo que ha ocasionado que el Poder Judicial y la PGR soliciten al legislativo el desafuero de López Obrador para que enfrente el juicio correspondiente por su desacato.  Simple, nada complicado, pero ¿acaso el peje y sus amigos han comenzado su defensa legal para demostrar su inocencia?  No.  Como siempre han recurrido al insulto, a las acusaciones (sin pruebas), a la politización y a la inmolación para generar un ambiente político enrarecido.

 

No es la primera vez que el peje viola las leyes, pero si es la primera vez que se actúa en consecuencia, porque dejando esto claro, el jefe de gobierno ya ha sido encontrado culpable por haber violado la ley de amparo, solo falta la sentencia.  Pero es muy deprimente ver la forma de responder de López Obrador y sus cercanos.  Primero, cuando la amenaza del desafuero se acercaba, el peje decía que posiblemente si había violado el amparo, pero que “no es para tanto”, o sea, se puede violar la ley pero poquito.  Ahora que se ha solicitado su desafuero, acusa (sin nombres o evidencia alguna, como siempre) a los jueces, al poder judicial de este país y a la PGR de ser facciosa, corrupta, de servir a intereses políticos y demás hierbas, además de dejar bien en claro que él soportará valientemente los embates, que no lo quieren porque vé por los pobres y porque su proyecto de gobierno da resultados (¡!) y que lo quieren eliminar de la carrera para el 2006, porque uno de los requisitos para ser candidato es no tener antecedentes penales.

 

La intención de López Obrador es, como siempre, darle importancia al trasfondo y no a los hechos y es que los hechos dejan claro que el único que tiene la culpa de estar en este lío es él mismo, porque si hubiera hecho caso a los llamados del juez para respetar el amparo y seguir el camino que marca la ley para dirimir las diferencias nada de esto hubiese sucedido, pero el peje se pasó las resoluciones por el arco del triunfo y ahora gritan él y su partido que hay un complot... otro complot

 

Claro que el PRD no se va a quedar así.  ¿Va a dar asesoría legal o a presentar pruebas que defiendan al peje?  No, ese no es su estilo.  Lo que hacen es convocar a movilizaciones, como si esto fuera un concurso de popularidad y rompen el diálogo con el gobierno, como si hubiese habido dialogo antes.  Hay que entender una cosa: Michael Jackson podrá ser el tipo que más discos vende, pero eso no quita que sea un pedófilo, así como Diego Maradona no deja de ser un drogadicto por ser uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos –lo cual queda en duda por el mismo vicio-.  Pero para ellos lo importante es cumplir la ley, siempre y cuando a ellos no se les aplique.  Eso no es querer lo mejor para el país.

 

Un problema muy grave del peje, del Procurador Batiz y de gran parte de los integrantes del gabinete capitalino es que se dejan llevar por sus principios y por sus valores para definir el bien y el mal y así no funciona un gobierno, porque un gobierno se rige por leyes, leyes que pueden estar bien o mal hechas (en cuyo caso hay que corregirlas) pero que son lo que rige el comportamiento de una sociedad y obviamente de una autoridadLa ley no se viola poquito o mucho, se viola o no, así de simple y puedo ponerle a usted un buen ejemplo.  Si usted juega en un equipo de fútbol y su equipo pierde por un penalti que se marcó por una falta inexistente, usted no puede decir que no perdió o que esa derrota no cuenta, porque así sea cierto que la falta no existió, el reglamento de juego dice que si el arbitro marca un penalti la marcación es legal así se cometiera un error de apreciación y si su equipo quiere seguir en la liga, debe respetar el reglamento que rige su actividad deportiva en este caso.  Así es para los gobiernos, la ley no está al contentillo de nadie y así las mismas leyes establecen caminos legales para solicitar una revisión o la revocación de un fallo y los tiempos para llevar esto a cabo y una autoridad antes que nadie, debe cumplir con este comportamiento.

 

Así que aquí estamos otra vez, ante acusaciones sin pruebas, intentos de deslinde mediante la autoinmolación y el tratar de demostrar que se tiene la razón mediante la convocatoria pública.  Mal por el gobierno capitalino y mal por la gente que se deje llevar por esta cortina de humo que nuevamente López Obrador tiende para distraer la atención del punto importante:  Cuando se viola la ley, se debe sancionar el hecho, porque si no, hagamos juicios sumarios y públicos para sancionar a quienes sean acusados de cometer un ilícito.  Veamos pues qué le depara el futuro al peje y a sus aspiraciones presidenciales, por cierto ¿en qué va el desafuero de Ricardo Aldana y del líder Espino?  Porque la ley se debe aplicar por igual y con la misma eficiencia, ¿o no?

 

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

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