Como sabrá usted, porque publicidad ha sobrado, se ha puesto a la venta un nuevo anticonceptivo, una píldora llamada “de emergencia” o “del día después”, píldora que pueden utilizar aquellas mujeres que por una cosa u otra causa nada más no pudieron utilizar un anticonceptivo previo a una relación sexual.  La píldora evita que el óvulo, fecundado o no, llegue a situarse en el útero.  Pues de acuerdo a los criterios de la iglesia católica, apostólica y remona, esta píldora es abortiva, puesto que el óvulo fecundado ya es una vida humana concebida, por tanto las mujeres que utilicen esta píldora están cayendo en pecado mortal al violar las leyes de Dios y por tanto y sin ninguna duda, empezando por nuestro Cardenal y supuesto “papable” –cómo se ha devaluado el perfil de los aspirantes-, Norberto Rivera y demás banda que le acompaña, han sido condenadas a una excomunión de manera inmediata. 

Afortunadamente, para cuando Rivera hizo esta declaración, entre los reporteros que escuchaban había una mujer que le cuestionó si los narcotraficantes también serían excomulgados y Don Norberto solo atinó a responder que la Biblia habla sobre abortos, no sobre narcotráfico.  Así que vea usted, mi querido lector, que criterio tan disparejo y tan conveniente.  Con esta sola pregunta, la iglesia quedó desarmada y exhibida.  Lo peor del caso es que quedó demostrado que no importa que tan grave es el delito, si no está planteado en La Biblia, quien lo cometa no está obstaculizando su entrada al paraíso prometido.  Los secuestradores, defraudadores, los pedófilos ...¿pedófilos?  Ciertamente La Biblia no habla de castigos para quien abuse de un menor.  ¡Con razón la iglesia no hace nada acerca de tanto sacerdote denunciado en todo el mundo que se come a los chamaquitos del catecismo!  Y es que ya quisiera haber visto reaccionar a Rivera con esa rapidez para exigir castigo contar estos personajes en cuanto las acusaciones salían a la luz pública, pero ¡qué va!  Solo se dedicaron a encubrirlos y a “denunciar una campaña contra la iglesia”.  Les digo que Rosario Robles hizo escuela

Creo que nadie en este mundo tiene una verdad absoluta y también creo en la libertad de expresión y de decisión de cada persona que, teniendo la información pertinente en la mano, va forjando su propia cruz en base a las elecciones que hace.  En el mismo tenor, creo que nadie tiene porqué tratar de imponer su opinión a otra persona, basta con expresarla y dejar que la otra parte la tome o la deseche.  Haciendo un examen de conciencia y de libertad, creo que es muy plausible que la iglesia trate de defender la vida humana, pero así como ellos en base a su fe consideran que con la píldora de emergencia se comete un aborto, la ciencia médica dice que esto no es así.  Lo que no se vale es amenazar para que una mujer no interrumpa su embarazo y después dejarla a su suerte si es que ella no estaba en condiciones de afrontar esa clase de responsabilidad y aquí no vale eso de que se hubiese abstenido, porque no vivimos en un mundo perfecto, sino que muchísimas personas le dan vuelo a la hilacha, esa es una realidad y aquí viene el dilema: ¿Qué es peor?  Interrumpir un embarazo –y digo interrumpir sin conceder que esto sea cierto- o tener a un chamaco que al rato va a andar viviendo en condiciones inhumanas.   

No estoy a favor del aborto, no tengo evidencias para creer que lo que esta píldora hace es provocar un aborto, pero estoy a favor de la libre elección que cada persona tome después de informarse. Estoy en contra de los juicios convenientes y de las salidas tangenciales.  No creo que sea menos grave un delito de pedofília o de venta y distribución de droga que un aborto –que reitero, en un supuesto que esta píldora sea abortiva- y es que así como se queja la iglesia católica mexicana, debería poner el ejemplo ayudando a tanto pedigüeño que está afuera de todos sus templos; cualquiera habla, pero pocos actúan, ¿no cree?

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

Regresar al inicio de la página