AMLO: El ángel caído quiere ser mártir (primera de dos partes)

 

Para nadie es un secreto que esta página y su servidor se ha centrado en el tema AMLO desde que los casos de corrupción en el gobierno capitalino han aparecido sin que nadie de los titulares de las áreas ni el propio jefe de gobierno acepten responsabilidad alguna, sean los casos Nico, Bejarano, Imaz, El Encino, despido de trabajadores, y un largo etcétera.  Para desgracia de López Obrador, el disfraz ha caído para mostrar toda la podredumbre y la mentalidad real de este personaje.  En una medida desesperada, el peje ha optado por una confrontación abierta con toda autoridad, medio o persona que lo cuestione en su ambición por llegar a la primera magistratura.

 

Es de tomar en cuenta que el desacato a las leyes y la autoridad sigue presente, así como el manipuleo de las personas beneficiadas con sus programas asistencialistas y la desinformación que hace con su verdad, que es lo único que vale en estas situaciones según él.  No hay evidencia que pueda más que su palabra, que sus afirmaciones y acusaciones sin pruebas.  Habiendo ya declarado que nadie lo podrá desaforar más que el pueblo, hoy día afirma que no se defenderá por los causes legales, sino preguntando a la gente como debe defenderse, si con abogados o con marchas.  Así se las gasta la máxima autoridad capitalina.  Además repartirá 2 millones de historietas para explicar el caso de El Encino, en las cuales, claro, se resaltará que todo es un complot en su contra, como todo lo que venga en crítica hacia su gobierno.  El costo de este comic saldrá de los dineros que podrían usarse en metro, en drenaje, en seguridad, pero lo primero es que la gente sepa la verdad del peje.

 

De acuerdo con la cuenta pública, el año pasado el GDF redujo en 1000 millones de pesos el presupuesto en seguridad, porque hay que apoyar cosas más importantes, como las inservibles vialidades monumentales que lucen mucho pero que no resuelven el problema del tráfico o los programas asistencialistas que no solucionan los problemas, solo los menguan temporalmente, pero que dan votos.  Eso sí, cuando aparece una queja por situaciones reales, como los secuestros, el gobierno capitalino grita desesperado que todo es un ataque del PAN, de los medios, de todo mundo.  ¿Y saben qué?  Si es un ataque, pero es un ataque con elementos reales, no inventados.  El hecho de que sea un ataque no desmiente el hecho de que el gobierno actual del DF, como ha ocurrido con las pasadas administraciones desde antes de que llegara el PRD, no ha logrado cambio en los principales problemas de la capital del país.  No hay solución a problemas como el tráfico, el ambulantaje, la inseguridad, el mal drenaje, la recolección de basura, el transporte público, únicamente se han enfocado a tratar de jalar agua a su molino, mientras su procurador, el señor Bátiz, se limita a encubrir a sus colaboradores atrapados en flagrancia, mientras la contralora Lujan tapa todos los agujeros que encuentra y mientras la apertura del Consejo de Transparencia ha sido bloqueada abiertamente y no solo eso, sino que se acosa a quienes se atreven a solicitar información, hecho documentado por diversos organismos independientes y no por el Pan o Televisa.  El colmo ha sido que el peje pretende seguir llenando la cabeza de los capitalinos de humo acerca de los hechos con comentarios que van desde complots hasta sus bromitas estúpidas que los periodistas celebran en lugar de cumplir con su labor

 

Pero volviendo a la entrada de esta columna, la realidad es que quien escribe está verdaderamente asustado por la actitud tomada por Andrés Manuel López Obrador en últimas fechas, dividiendo al país en ricos y pobres, los pobres son los buenos y son a los que él defiende, atacando a los medios que lo cuestionan e inclusive sugiriendo la rebelión a los representantes del diario La Crónica, retomando discursos de los tiempos de Echeverría en un falso nacionalismo y sobre todo, desconociendo las leyes y las autoridadesMe asusta una persona así en la presidencia de mi país y no porque represente una “nueva forma de gobierno”, sino porque el ejemplo más claro de esa ideología y de esa forma de gobernar la tenemos en Venezuela con Hugo Chávez.  Semejantes de pies a cabeza.  Eso me asustaUn hombre mesiánico que se siente iluminado, que no acepta crítica y que ataca a quien osa cuestionarlo bajo el argumento del patriotismo más barato.  López Obrador abrió una guerra abierta victimizándose en una carta que envío a la sección instructora de la Cámara de diputados el pasado 10 de junio con un discurso duro y ofensivo, pero que encierra grandes verdades, las cuales analizaré gustoso el próximo miércoles y espero que los lectores que aun no lo han hecho, descubran a este ángel que en los últimos meses ha sido exiliado por diversas corruptelas y por su conveniencia en el uso de la ley y que ahora quiere ser el mártir del calvario que México debe elevar a los cielos.

 

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

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