Fox se quedó solo...con Martita.

 

Muy lamentable ha resultado la noticia que cimbró y sigue cimbrando el ambiente político, económico y social del país, cuando el pasado lunes 5 de julio se hizo del dominio público la renuncia del encargado de comunicaciones de la Presidencia de la República y secretario particular del primer mandatario, Vicente Fox, quien en 19 cuartillas –¡mejor que escriba un libro!- explica los motivos de su decisión que, para variar, están relacionados con la primera dama, Martha Sahagún y su obsesiva idea de perpetrarse en Los Pinos, así sea llevándose entre las patas a su marido y al país entero.  Me explico.

 

La renuncia aparentemente tenía varias semanas de haberse escrito, a pesar de que Vicente Fox niega haberla recibido –lo que ya habla de una pésima coordinación en la propia presidencia-.  En este documento el secretario particular y director de comunicación, Alfonso Durazo, explica que las razones básicas para dejar tan importante puesto es, además de la falta de un cambio real –según él-, las constantes intromisiones de la señora Sahagún en las decisiones que debiesen corresponder solamente al primer mandatario.  Y esto no es nuevo.  El protagonismo de la primera dama y el consentimiento que hacia ella tiene Vicente Fox han generado una animadversión hacia el gobierno federal en general y hacia Fox en lo particular, exhibiendo a éste último como un pelele o un mandilón ante el empuje de su esposa, que lo rebasa por mucho.  Hay que hacer un poco de memoria.

 

·         El primer esposo de Martha Sahagún ha declarado muchas veces que ella solo utiliza a la gente para lograr sus fines y que la prueba es que en cuanto vio una mejor opción a ser ama de casa, se hizo amante de Vicente Fox.

·         De ser una vocera bastante ineficiente, una buena mañana se convirtió en la primera dama del país.

·         Crea y preside la asociación Vamos México, que más que buenas obras, ha generado bastantes dudas en cuanto a los donativos que recibe y la forma de encausarlos, ya que por ejemplo, uno de los beneficiados ha sido el grupo ultraderechista y fanático Próvida.

·         Su influencia sobre Fox se hecho pública en muchas ocasiones, ya sea realizando movimientos en el gabinete –la salida de Jorge Castañeda es atribuida totalmente a Martha- o contradiciendo las decisiones del presidente en público.

·         Cuando hay alguna controversia sobre las actividades de Martha Sahagún, quien termina dando la cara es...Vicente Fox.

·         Vicente Fox ha reconocido que consulta muchos de los problemas nacionales con su esposa y que ella le ayuda a decidir, además de definirse como “La pareja presidencial” y aquí es donde yo digo que en el 2000 voté por un presidente, no por una pareja presidencial.

·         La señora ha estado constantemente jugando con la decisión de lanzarse o no por la presidencia, y dejando a un lado el dilema ético que esto encierra, sus divagaciones han terminado por debilitar la institución presidencial.

 

La situación aquí no es contra el género femenino o contra su derecho a competir.  El problema real es que la señora Sahagún ha generado una ambiente tenso en la vida del país, aparenta –o quizás así es- llevar los pantalones no solo en su vida privada, sino en las acciones del primer mandatario y se arropa en un traje de benefactora que al parecer piensa que le otorga un halo de santidad o poco menos.  Es obvio que su organización gasta más en publicidad y traslados que lo que realmente ayuda con sus donaciones.  Se cercanía con grupos religiosos en extremo amenazan con posicionar en la sociedad a personajes que basan su actuar en una moralidad que cae en lo paranoico.  ¿Qué más se puede decir? 

Vicente Fox se está quedando solo en medio de un mar de dudas.  No cuenta con la confianza de la gente, de la oposición, vamos, ni de su propio partido.  La señora ha sacado a los secretarios del gabinete de manera directa –Castañeda- o indirecta –Calderón-, usa recursos públicos para las actividades de Vamos México, se ha visto involucrada en sospechas de financiamiento y desvíos de organismos públicos –Lotería Nacional- para su beneficio, todo esto sin dejar de deshojar la margarita acerca de su candidatura presidencial en el 2006 –aunque hace un par de horas “confirmó” que no va a competir, lo que sinceramente no acabo de creer-.  ¡Y pensar que Fox le dijo mandilón a Labastida!  Bien dicen que lo que más castiga Dios es la boca.  Cuando a un presidente su principal operador lo deja a su suerte en su aventura, entonces podemos hablar de una nula confianza en la personaFox se ha quedado solo...pero lleno de amor.  ¡Bien por él!  ¡Dios ayude a México!

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

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