En Veracruz se aprobó una iniciativa de Miguel Alemán, aquel títere priísta sin decisión propia que se dice Gobernador de Veracruz y ni siquiera radica en ese estado; dicen que el gobierno lo lleva su secretario de gobierno, porque a la señora Alemán le incomoda el clima de la zona y por eso casi a diario pernoctan en la Ciudad de México.  El caso es que con la finalidad de reducir los secuestros, el gobierno jarocho va a congelar todas las cuentas que tenga la familia de un secuestrado en cuanto el delito se denuncie.  ¿Se da usted cuenta de qué vivaracha y abusiva jugada de ese gobierno?  Estoy seguro de que los secuestros van a reducirse en el Estado, pero solo en la enferma cabecita de Alemán y ayudantes que le acompañan, porque dígame usted, lector, si le secuestran a un pariente ¿va a levantar una denuncia para que le congelen sus cuentas y con ello eviten totalmente el rescate de su familiar poniéndolo además en un riesgo de muerteMe imagino que no.  Luego pues, el índice de secuestros en Veracruz va a bajar, pero ¡porque nadie los va a denunciar, no porque el número de secuestros sea menor!  Obviamente al gobierno del puerto lo que le va a interesar es que va a poder presumir sus cifras alegres ante la opinión pública para que se vea que “ese gobierno si trabaja”.  N´ombre, si de que los hay, los hay.

 

Por su parte, en Guerrero también se están elucubrando ideas para combatir el secuestro, nada más que aquí van para el otro lado, porque mientras en Veracruz se pretende evitar que las familias puedan pagar un rescate, en el lado del Pacífico quieren hacer... ¡un fideicomiso para secuestros!  O sea que si le secuestran a un familiar, usted no desembolsa un quinto, o al menos no todo el rescate si no lo tiene, sino que denuncia el delito y se le financia el rescate.  Suena bastante extraño, ¿no?  La idea aquí es que los secuestros se denuncien y así planear una estrategia para atrapar a los delincuentes, quizás en el momento del pago del rescate, con una negociación breve en beneficio del secuestrado, las familias de estos y las autoridades.  Este sistema tampoco me parece muy bueno, porque dada la probada incapacidad de nuestras autoridades ante este flagelo, lo más seguro es que los secuestradores encuentren en Guerrero un paraíso para sus actividades, el negocio perfecto –o casi-, porque apenas pidan el rescate, se les pagará gracias al fondo preparado para la ocasión y todos tan contentos, porque eso de hacer un plan para atrapar a los rejijos en el momento del rescate me suena muy fantasioso, además de que si se llega a descubrir el operativo, la vida del secuestrado corre un altísimo riesgo de muerte.  Por cierto que esta idea también flota ya en las mentecitas de las autoridades del GDF.

 

A mi parecer, nuestras autoridades deben atacar a la delincuencia de manera más seria –no como en el caso de Veracruz- y más real –no como en el caso de GuerreroDebe haber una forma de controlar este delito, porque si no, el secuestro estaría en niveles similares a los que se manejan en México en todos los países del mundo y no es así.  Deberían de revisar qué es lo que hace que en muchos países el secuestro no sea un delito habitual, ya sea preparar a un grupo policíaco especializado o implementar medidas que estén entregando buenos resultados en otros lados, pero ¡por Dios!  Las historias de planes maestros solo funcionan en las películas.  Y recordemos que la pena de muerte, así se genere la polémica que se genera cada vez que se toca el tema, es una opción real y que estaría plenamente justificada para ciertos delitos y si no lo cree usted así, pregunte el castigo que merecería un violador, un pederasta o un secuestrador a cualquier familiar de quien haya pasado por estos trances.  ¡Que abusado nos salió Alemán para bajar los índices de secuestro!  ¿No cree usted?

 

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

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