¿Qué fue lo que altero a estas personas?  Lo que Fox dijo es la verdad, porque mientras otros países permiten la inversión en las áreas de energía, aquí seguimos retrasándonos por no saber cual es la diferencia entre permitir la inversión privada en Pemex o la CFE y en vender estas paraestatales.  Pemex ciertamente no podría irse del país sino que ya se está yendo, y aunque quizás físicamente no lo ha hecho, la realidad es que nos estamos afectando a nosotros mismos.  Pemex, para quien no lo sepa, en estos momentos subcontrata diversos servicios que, debido a la falta de capital proveniente de inversiones, se tienen que llevar al extranjero para que después se nos devuelva nuestro producto a un precio más elevado, lo que perjudica directamente a los mexicanos.

 

Seamos honestos, digo, no hace falta ser una lumbrera para darnos cuenta de que lo único que el país produce es petróleo, vil petróleo que tiene que ser llevado al extranjero para su transformación; de entrada esa es una de las razones que no nos permiten tener gasolinas baratas y no solo eso, sino que lo más nefasto y que en muchas ocasiones hemos tocado en esta columna, es que siendo un país petrolero tenemos que importar gasolinas, aceites, gas natural y petroquímicos, así vengan con los rótulos de marca Pemex.  Somos un país que en lugar de construir refinerías que vendrían acompañadas de miles de empleos y que podríamos disfrutar y exportar diversos productos derivados del petróleo a precios bajos o al menos accesibles, a falta de inversión, lo único que construimos son oleoductos y plataformas para exportar petróleo crudo que después importamos como productos terminados a precios elevados.  Pero Pemex es de los mexicanos y de ahí no mueven a las mulas.

 

Y es que hablando de estos cuadrúpedos, les diré que obviamente quien salió al frente del batallón de defensa fue el conocido Manuel Barttlet.  El dinosaurio no se cansa de repetirnos que Fox quiere vender el país, entregar la luz y el petróleo al extranjero, que deberíamos de atesorarlo y moderar (¡!) los volúmenes que se extraen –mientras el resto de los productores mundiales se disputan el mercado, nosotros deberíamos guardar nuestra producción, ¡abrase visto lógica más imbécil!-; el tipo habla incluso de traición a la patria.  Me imagino que piensa que todos los mexicanos somos tarados o que padecemos Alzhaimer, porque pretende que olvidemos que Pemex y su sindicato, a lo largo de los gobiernos priístas, solo ha servido para permitir a los auténticos vende patrias tricolores amasar inmensas fortunas mediante contratos inflados, herencias de plazas, prestaciones abusivas y para financiar al ex partidazo cada vez que era necesario.  Durante décadas muchos de los puestos directivos y sindicales de la paraestatal han estado en manos de auténticos neófitos en la materia pero que bien sabían como llenarse los bolsillos, a fin de cuentas, Pemex es de los mexicanos y ellos son mexicanos, ¿verdad, JLP, Díaz Serrano, La Quina, Romero Deschamps y Raúl Aldana? 

Sigamos pues con esta mentalidad que en nada nos beneficia, sigamos pensando que abrirse a la inversión es vender, sigamos pensando que lo que más nos beneficia es estar en un monopolio en lugar de estar en un libre mercado que produzca la baja de precios mediante la competencia.  Sigamos con nuestras ideas retrógradas mientras el mundo avanza a pasos agigantados.  Sigamos disfrutando nuestras gasolinas y nuestra electricidad, carísimos, pero son nuestros.  ¡Valiente cosa!

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