Desde el pasado primero de septiembre y hasta estas fechas, no hay día en que Vicente Fox deje pasar sin solicitar apoyo abierto a todas las fuerzas políticas para trabajar en bien de México sacando adelante las reformas pendientes, algo comprensible si tomamos en cuenta que ya vamos a mitad del camino y el avance no se ve por ningún lado; justo cuando la oposición se ponía la camiseta de salvavidas, el PAN y el PRD se alborotan con la idea de, ahora sí, quitarle el fuero al líder petrolero Ricardo Aldana, acusado de desviar algunos cientos de millones de pesos de Pemex a la campaña de Labastida en el 2000 y eso está muy bien, nada más que los panistas pecaron de inocentes –o de tarugos- creyendo que podrían chiflar y tragar pinole, esto es, desaforar y presentar a Aldana ante la justicia para que responda a las acusaciones y al mismo tiempo comenzar a trabajar en equipo con el PRI para sacar sus reformas, sin que el PRI metiera las manos y aceptara –en descarado- que protege a muchos pájaros de cuenta.

 

Y es que hablando de pájaros de cuenta, fue Enrique Jackson –otro con la cola larga- quien tomo la estafeta y se lanzó para, primero, acusar de ilegal el proceso de desafuero para después amenazar con no aprobar ninguna de las reformas propuestas ante la agresión de la que eran objeto –así, de plano, ni siquiera analizarlas-.  Jackson nunca habló de que Aldana no fuese culpable, simplemente mostró su indignación porque alguien se atrevía a querer juzgar a un compañero de partido y amenazo en una actitud, según él me imagino, de legítima defensa.

 

La situación es muy clara.  El PAN perdió una buena oportunidad de sacar adelante sus propuestas de reforma por meterse en un asunto que obviamente les acarrearía la ruptura con el PRI, con quienes supuestamente ya estaba convenido el sacar las reformas y es que no hay orden, porque la falta de comunicación es la única razón que se me ocurre para, por un lado, tener un presidente que pide apoyo y por otro, un partido del presidente que genera la ruptura de toda posibilidad de cooperación.  Por lo que toca al PRI, hay que tener muy en clara su posición y la exhibidota que se están poniendo.  Se niegan a entregar a un compañero no porque lo supongan inocente, sino porque para ellos el que se les quiera aplicar la ley es una ofensa y en su ridícula defensa no dudan en perjudicar al país con todo y sus habitantes, asegurando que bloquearán cualquier propuesta porque no se les respeta.  Ojala y aquellos que siguen pensando que el PRI ha cambiado puedan darse cuenta de cuan falsa es su esperanza.

 

El cierre de esta columna del teléfono descompuesto gubernamental es la nueva quemada –ya ni las siente- de nuestro secretario de gobernación Santiago Creel, a quien le deberían decir “Mandibulín” por aquello de que nadie lo respeta y lo que es peor, lo corrigen en público, nada de que la ropa sucia se lava en casa.  Creel cometió la indiscreción de asegurar que nuestra “Evita” Martha Sahagún dejaría la presidencia de su minita... ¡Perdón!  Su organización...¡Perdón otra vez!  La organización “Vamos México”.  El caso es que Creel hizo este comentario que alguien le debió dar por hecho y aseguró que la primera dama anunciaría este hecho en el transcurso del día.  ¡Y claro que hubo un anuncio de la señora Sahagún!  Y en este anuncio negaba terminantemente que fuese a dejar ese cargo y de paso le dio una explicación a Creel de que esa decisión solo la podría tomar la junta de consejo de esa organización y que “últimamente no ha habido ninguna asamblea” –o lo que es lo mismo, infórmese antes de hablar-.  Realmente no entiendo como Santiago Creel sigue en ese lugar en que lo tratan peor que a tapete de entrada de hotel de paso en fin de semana de quincena

 

Alguien debería de hacer algo, porque este teléfono descompuesto crea cada vez más desconfianza y cambia aquel dicho de “dame un problema y te daré una solución” a “dame una solución y yo te crearé un nuevo problema”.  No hay conjunción, no hay equipo, no hay cabeza, aunque eso si, no tardan en anunciarnos que se creará una nueva posición en el gabinete: La vicepresidencia, aunque oficializarlo es mero trámite.  Pregúntenle a Héctor de la Garza, el caricaturista Eko, quien por burlarse de nuestra Evita ha perdido su chamba.  No es bueno meterse con el poder tras el trono y menos cuando ese poder es el de una mujer.