Todavía recuerdo las enormes expectativas que se generaron con este hombre y su equipo, casi iguales al tamaño de sus promesas de campaña, las cuales desgraciadamente han quedado rebasadas por la realidad.  Avances los ha habido en varias materias, sobre todo en lo que a libertad de expresión se refiere.  En este rubro se ha llegado a excesos en todos los medios, pero siempre serán mejores en este caso específico los excesos que la censura y el control al que los gobiernos priístas nos tenía sometidos.  Pero ¿dónde están los grandes cambios que el país esperaba para su beneficio más sensible, que es el económico

Desgraciadamente hay dos puntos fundamentales que han frenado los planes del gobierno federal, uno ha sido la falta de capacidad de negociación del gobierno federal y otro la cerrazón total de la oposición del PRI y el PRD a cualquier propuesta que del ejecutivo provenga.  La culpa más grande la tenemos nosotros, porque se dice que la población votó por un equilibrio de fuerzas al designar presidente a Fox pero conformándole un congreso de oposición y eso en teoría podría sonar razonable –para mi no lo es-, desgraciadamente nuestro medio político todavía no tiene la madurez para comportarse con responsabilidad, esto es decidir en bien de la nación, por el contrario, anteponen sobre todas las cosas sus interese partidistas y la buena imagen que ante la ciudadanía les pueda dar una decisión al gusto del pueblo aunque sea lo contrario a lo que el país necesita.  Ante este panorama lo correcto hubiese sido darle al presidente un congreso a modo, porque las consecuencias del intento de los electores han desembocado en una parálisis de las decisiones más importantes para este país

El problema principal al interior del gobierno federal en estos tres años ha sido la falta de trabajo en equipo, de conjunción y de comunicación, lo que ha desembocado en la generación de desconfianza en diversos rubros, a lo que también ha contribuido la falta de decisión y carácter en momentos claves, ya que Fox y su gobierno han abusado de ese viejo dicho de que más vale un mal arreglo que un buen pleito y han permitido que diversos grupúsculos se le suban a las barbas cuando se les pega la gana.  Como colofón, siempre es peligroso que nuestro presidente tenga un micrófono enfrente, porque se corre el riesgo de que haga alguna declaración inoportunamente optimista o que se explaye en algún tema del que no está ni medianamente informado

La verdad es que a tres años del ascenso de Fox al poder se vive en un México diferente, ahora si con libertad y una independencia general del gobierno, existen otras voces, otras visiones y todas tienen su espacio sin ningún problema.  Definitivamente no es el México que la población esperaba porque se creyeron ingenuamente que el desastre de 70 años podría repararse en seis años o menos, pero eso no lo logra ni Gandhi ni Hitler.  Afortunadamente y este es quizás el punto más importante, dentro de tres años, si el trabajo de este gobierno no nos ha convencido, podemos tener la esperanza de cambiarlo en una elección, algo que hace menos de una década, ni en los más locos sueños sería posible.  De que hay cambios, hay cambios.

Comunicación: fj@lavisiondelciudadano.com

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