Califico de inexplicable este movimiento por el currículo de Elizondo.  Me parece que nunca antes hubo tantos escándalos y contradicciones en el área de comunicaciones de la presidencia.  El hombre tomaba decisiones sin avisar a sus superiores, quienes no dudaban un segundo en desmentirlo, llámese caso Atenco, cuando primero anunció que la policía preventiva se dirigía al pueblo para después salir con que siempre no, que había sido falsa alarma o cuando el ya famoso “Fidelazo” se hizo un lío cuando Elizondo lanzó comunicados diversos de que Castro no había sido invitado, luego que si, que no lo corrieron, que si pero que ya sabía...un completo desorden.

 

Hoy su ineptitud ha sido premiada con la Secretaría de Turismo y mi primera pregunta es ¿Qué demonios tiene que ver comunicación social de la presidencia con la secretaría de turismo?  Seré muy bruto, pero no le veo la compatibilidad, además, ¿no hay una persona más capaz para el puesto?  Algo muy raro.

 

Nunca he entendido esa costumbre de los gobiernos de hacer enroques, cambio de posiciones entre los mismos integrantes del gabinete, aun cuando las áreas sean en apariencia incompatibles.  Lo visualizo –quizás erróneamente- como un equipo de futbol.  Si a usted, como DT, se le lesiona el portero, ¿con quien lo sustituye?  ¡Con un portero!  No va a poner a un defensa o a un delantero, o peor aún, un beisbolista.  Simple.  Entonces ¿porque la terquedad de estos manejos?  Y además, cubrir la vacante con una persona de dudosa capacidad dados sus antecedentes es bastante riesgoso y los resultados bastante predecibles.

 

Como dije, lastimosamente Fox parece ya no querer queso, sino salir de la ratonera y deja que las cosas ocurran casi por inercia.  Esperemos que la Secretaría de Turismo no termine por derrumbar a una de las pocas industrias que todavía son rentables en este país, aunque sinceramente lo dudo, ¿usted no?