Doña Sasha acaba de perder un caso contra los hijos del primer matrimonio de su todavía esposo JoLoPo, por lo que debe pagar según el monto que dictaminó del juez, 3 millones de pesos.  La señora de entrada se niega a pagar y dice que ella no tiene que pagar ese dinero porque no tiene con que¡Que buena respuesta!  Ella alega que gana poco como actriz y que ahora es una mujer sola. Ya empezó mal, pero sigue peor

Anuncia que los López Portillo le han quitado un rancho valuado en 183 millones de pesos.  Nada más hay que imaginarse como estará el humilde ranchito

Dice que JoLoPo le pasa una pensión de 30 mil pesos a cada uno de los hijos que tiene con ella, lo que da un total de 60 mil pesos mensuales, pero ella dice que no le alcanza para “darle a estos niños el nivel de vida que están acostumbrados como hijos de un ex presidente...eso es una limosna”.  Señora, déjeme decirle que hay familias, no individuos, sino familias enteras que subsisten con la sexta parte de lo que usted recibe.  ¡Con 30 mil pesos mensuales una familia normal hace maravillas

Que ella y sus hijos tienen una escolta de 40 personas que cada vez le cuesta más trabajo pagar.  ¡Pobrecita!  Tiene que trabajar para vivir y pagar servicios –y eso, como todavía esposa de un ex presidente, debe ser para la señora poco menos que inaceptable-.  ¿40 personas para cuidar a tres personas?  Ni quien los pele, pero ellos se quieren hacer los importantes, ahora que dicen que la escolta es del tamaño del miedo, ¿pues qué deberán?   

Hace una “denuncia publica” de que, hoy día que JoLoPo vive con los hijos de su primer matrimonio, han efectuado transferencias de muchos millones de dólares de bancos ingleses a bancos suizos, dinero que a ella siempre “le pareció extraño” –pero mientras ella lo gastaba no le inquietaba mucho- y que “sospechaba de donde venía”, porque se le robó al pueblo de México -¡Y la inocente se viene a enterar hasta hoy, más de 15 años después de que lo ha disfrutado!  Y además se jacta de denunciarlo-.  Al refutarle que ella durante años disfrutó de ese dinero, Sasha responde que ella nunca le robó a nadie y que JoLoPo ni para decir que la mantenía.  ¿Y eso la exculpa? 

Acusa a los hijos mayores del ex presidente de poner sus propiedades a nombre de otras personas para “despojar a mis hijos”, sin embargo, la misma Sasha, en cuando se enteró del fallo del juez, puso la casa en donde habita –la de la tristemente célebre Colina del Perro- a nombre de su hija y la casa de Cuernavaca –que primero negó tener- a nombre de su hijo, acciones que le generarán una nueva demanda por quebrar premeditadamente para no pagar la sanción.  Dos propiedades tamaño caguama y eso que no tiene dinero y está desamparada

José López Portillo también ha salido a declarar barbaridades entre la toma y daca.  De entrada que le llegó a dar a Sasha no solo 10 millones de dólares, sino mucho más, dinero que ella no supo administrar.  Y digo yo, ¿10 millones de dólares se hacen en un sexenio en la presidencia de México?  Ya vi que no.  Se hace mucho más pero ¿honradamente? 

El colofón es que JoLoPo afirma que las acusaciones son consecuencia de ser una persona pública, que son calumniosas y falsas y que –agárrese- el talento como estadista se quedó en los seis años que sirvió al país.  ¡Para servicio!  ¡Nos debería indemnizar! 

Independientemente de lo bochornoso del asunto, esta situación nos da una idea del tremendo saqueo que este señor hizo al país, porque esas cantidades de dinero y esas propiedades no se logran sentado en un escritorio en seis años ateniéndose a su sueldo, así se trate del presidente del país.  Ese dinero y esas propiedades se hicieron y se adquirieron de manera ilegal, con dinero del pueblo, destinado a beneficiar a la población y que terminó por apuntalar a una familia clasemediera que se sacó el premio gordo sin comprar billete.  Solo le digo al gobierno federal que, entre sus muchas promesas de campaña que no ha cumplido, está el de juzgar a los que han abusado de su puesto en el servicio público para enriquecerse; Fox le llama “el juicio al pasado”.  Señor Presidente, aquí hay un caso, con pruebas y confesiones aportadas por los propios inculpados.  ¿No sería justo que todo lo mal habido sea devuelto a las arcas del gobierno a beneficio del país?  ¿Qué más necesitan para aplicar una retardada pero esperada justicia?