De entrada el partido va a la yugular –o eso pretende-.  Sus primeros promocionales de esta campaña dejaban ver a diversos diputados o senadores panístas que dicen muy en claro que anteponen el país sobre todas las cosas y eso incluía a su familia; en estos promocionales se daban tiempo de resaltar que hay muchos que les ponen obstáculos, pero que ellos –cual valientes caballeros armados en una misión- seguirían trabajando sin flaquear.

 

Los siguientes promocionales ya hablaron descaradamente de que hay un freno al cambio y que hay que quitarlo, y qué mejor forma que votando íntegramente por el blanquiazul para lograr una mayoría en el Congreso y que así nuestro botudo presidente tuviera manos libres para desarrollar su proyecto de gobierno.

 

La estrategia continuó en un abierto ataque al PRI, recordando todos los males que el tricolor generó al país y recientemente han hecho uso de la imagen de Vicente Fox para recordarnos que nosotros hicimos el cambio en el 2000 sacando al PRI de Los Pinos, no obstante que todo el condenado promocional está estructurado para que ubiquemos que fueron Fox y el PAN quienes llevaron a cabo esa acción.

 

Mención aparte merece la campañita de “Tú preguntas, Fox responde”, muy mamuca para mi gusto.  Sobre diálogos preparados, nuestro preciso mandamás aparece promoviendo –a respuesta de algún ciudadano curioso- los programas gubernamentales y demostrando –según él- con sus dichos lo mucho que México ha cambiado y que prácticamente el que es pobre, desempleado y hasta chaparro es porque quiere –recuérdese que hay que tomar leche para estar de su forje, aunque no aclara que el tomaba leche de rancho y su gobierno da una variante de leche rebajada con agua, espero-.  No creo que nadie se trague los díceres; los programas existen, pero el acceso a ellos no es tan simpleChentito en el país de las maravillas pues.  Pero los partidos de oposición se quejaron y esta campaña tuvo que salir del aire, así que ahora el gobierno federal anda “promoviendo el voto y la lucha contra el abstencionismo”, labor muy loable, pero que...le corresponde al IFE.  ¡En fin!  Dejaran de ser tiempos políticos.

 

El colmo ha sido ver en TV una campaña de la empresa panadera BIMBO, que si bien promueve la energía que da el pan –dicho en doble sentido-, también señala que es “el dulce sabor que mueve a México”, todo esto sobre un fondo azul cuando el color tradicional de la empresa ha sido el rojo.  Sumémosle la propaganda que la iglesia católica está haciendo y los grupos extremos como PROVIDA y esta campaña ya se volvió un auténtico camote.

 

¿Cuál es la propuesta de la campaña?  Ninguna.  Tratan de vendernos un cuento viejoEl cambio, un cambio ciertamente frenado, pero no solo por los partidos de oposición –que bastante colaboran-, sino por el mismo gobierno federal y su partido, que ni entre ellos parecen estar de acuerdo y menos aún son capaces de acordar con sus contrapartes políticas.  Las promesas ya quedan vacías.  El recuerdo de un mal gobierno de 70 años no es suficiente para encubrir el rezago en cuanto al incumplimiento de promesas se refiere, así como tampoco se puede argumentar que trabajan por México, o que si el PAN gana una mayoría los resultados se darán, porque precisamente, lo que requieren y no tienen es este momento como respaldo son resultados, y si los tienen son en su mayoría negativos.

 

Se trata pues de una campaña muy similar a la que utilizó Fox para llegar a la silla mayor del país hace tres años, mismo tipo de manejo de imágenes esperanzadoras, mismo choro del cambio, pero la verdad es que eso ya no funciona y no funciona porque todo viene a ser, hasta este momento, PAN con lo mismo en materia económica y social, eso sí, con muchas más libertades en muchos aspectos, pero nada más.  ¿Y la economía?  ¿Y el crecimiento?  Porque es ahí donde la gente palpa el funcionamiento de un gobierno.  La caída del PAN en los últimos meses –lenta pero constante- no ha sido gratuita, por el contrario, se trata de algo bien trabajado y bien ganado.  Que recuerde el partido gobernante que el presidente es parte de su equipo -porque esos contrapuntos se ven muy mal- y que el echarle la culpa a los demás es un método que puede funcionar bien durante un tiempo, poco tiempo, porque si algo ha cambiado desde el 2000 y aun antes, es que la ciudadanía no es tonta, ya no se espanta con el petate del muerto y si bien se puede tragar el garlito una vez, será difícil que recorra dos veces un camino que de plano no le ofrece mejoras en su rutina habitual.

 

El viernes hablaremos de los promocionales del PRD.