En el canal de cable MTV –conocidísimo en todo el mundo- transmiten un programa de media hora  llamado Jackass, en cual consiste en atestiguar “proezas” de un grupo de jóvenes dobles de cine profesionales que simplemente se dedican a castigarse de las más diversas formas.  Los tipos se arrojan en patineta por escaleras enormes con las obvias caídas, golpes y heridas que esto ocasiona, depuse se les puede ver de pie contra una pared mientras jugadores de pelota vasca les arrojan pelotazos que les rasgan y magullan las piernas, bailan o corren desnudos en lugares públicos, se tiran en medio de rosales espinosos, corren a la inversa en caminadoras para salir disparados contra una pared, se arrojan dentro de cilindros metálicos por pendientes pronunciadas, se tiran clavados desde el trampolín de 10 metros usando enormes zancos, inclusive han entrado a letrinas móviles usadas que después son agitadas por una grúa para salir después totalmente cubiertos de... ¡en fin!  La idea es esa, que no hay idea.  Pues siendo así el programa, sin pies ni cabeza, ha tenido tal éxito que desembocó en la producción de una película para cine de hora y media –igualita que el programa de TV- que, por cierto, se estrenó en nuestro país con nulo éxito.  Cabe señalar que antes de cada emisión se aclara que las acciones que se presentan en este programa son realizadas por profesionales y que no deben imitarse bajo ninguna circunstancia

Pues sucede que no obstante esta advertencia, un grupo de jóvenes gringos tomaron su cámara de video y se dedicaron a imitar las “hazañas” de estos “ídolos”.  Sus primeros experimentos les salieron bien, con los golpes obvios pero nada destacables, hasta que se les ocurrió ir a una unidad habitacional en la que una alberca se encuentra ubicada al centro de tres edificios de cinco o seis pisos de alto.  Dos de estos idiotas se arrojan desde el techo de estos edificios a la alberca dándose unos golpazos de antología seguidos de unas carcajadas dignas de un retrasado mental.  Es entonces cuando el tercer valiente sale corriendo del mismo techo y se arroja con tan mala suerte que se queda corto y golpea en el filo de la alberca produciendo un tremendo crujido, para después quedar flotando mientras grita “¡Oh, my God!  ¡Oh, my God!”.  Los otros babosos se ríen hasta que se dan cuenta que realmente sucedió algo grave.  ¿El resultado?  El monito se rompió ambas piernas y la cadera.  Los padres planean demandar a la cadena y promover la cancelación de estas emisiones, pero aquí hay varias aristas que sería bueno analizar.  ¿Quién es realmente el culpable en este accidente, que por cierto, no es el único que se ha producido en espectadores de este show? 

De entrada la cadena MTV.  ¿Por qué?  Hay que tener criterio.  Si es un canal que se supone familiar, que suponen que lo ven niños o adolescente, quienes pueden no tener el criterio suficiente o que son fácilmente influenciables, es bastante irresponsable que transmitan este tipo de programas tan quitados de la pena.  Otra: ¿Qué tratan de demostrar con este programa?  ¿Esto es entretenimiento?   Aparentemente sí. 

Los padres también entran.  Hace ya mucho tiempo que bajo la excusa del trabajo los padres dejan a los hijos a cargo de una nana muy modernala televisión.  El problema viene cuando los padres no se preocupan por lo que ven sus hijos.  No se trata de limitar a nadie, pero si de orientar, de darle una dimensión real a un programa en este caso.  Por ejemplo, los padres de este accidentado ni siquiera conocían el famoso canal y menos el programita.  Pero es muy fácil aplastar frente a la tele a los hijos mientras uno baila la manzanilla para bien o para mal. 

Los imbéciles chamacos imitadores.  ¿Esas son las aspiraciones de los jóvenes actualmente?  ¿Destacar no por su inteligencia o su habilidad, sino por hacer estupideces?  Es como los records Guinnes, antes eran hazañas de la capacidad humana, pero los últimos años solo se trata de barbaridades, como el pastel mas grande del mundo, la torre  de vasos mas alta, etc. 

Todos como sociedad hemos contribuido a estos extremos, en mayor o menor parte, por ser tan poco exigentes como espectadores, por conformarse con cualquier cosa, por no hacerse cargo de los hijos y no saber en que andan metidos y por la poca importancia que dan las cadenas televisoras a los espectadores, a sabiendas de que aceptan cualquier porqueríaEl próximo viernes comentaré otras series televisivas también bastante cuestionables.