Puede parecer broma, pero no lo es.  La verdad es que Castro ha comenzado a trabajar una estrategia que parece tener como finalidad lograr que los EUA procedan a agredir militarmente a la isla.  Alardeando del valor de su pueblo, de sus fuertes principios, de su sangre indomable –que nadie duda que la tenga-, Castro pasó de criticar la invasión –que no guerra- a Irak, a retar a la súper potencia declarando que Cuba está lista para enfrentar un ataque armado de los gringos (¡!) y que si esto se lleva a cabo, la guerra tendría una duración de 100 años porque el pueblo cubano es poco menos que invencible dadas las características antes señaladas.

 

Los comentarios de Fidel han sido tan constantes que terminaron por llamar la atención de las autoridades gringas que los habían ted?ignorado en un principio y ahora han expresado que están considerando, dadas las recientes violaciones de derechos humanos –ya ven que cualquier excusa es buena-, intervenir en la isla, aunque no hablan abiertamente de una invasión armada, pero la posibilidad ya está en el aire.

 

La verdad sea dicha, Cuba no parece estar en condiciones de resistir un conflicto armado más allá de unos días, y no hablo de un rival como EUA, sino de un conflicto con cualquier país de mediana fuerza bélica, así que una supuesta guerra no solo no duraría los cien años que Fidel anuncia, sino que ni siquiera creo que dure 100 días, pero he aquí el meollo: ¿Qué busca Fidel Castro con estas bravuconadas?  Creo que un retiro digno.

 

Para nadie es un secreto que Castro ha visto mermada su salud en los años recientes, así pues, ¿qué mejor epitafio podría pedir Fidel?  ¿Qué mejor manera de ser recordado que caer víctima de su odiado y denominado “imperio”, ya sea muerto en combate o exiliado por los gringos?  Eso le daría la razón a su larga lucha, mantendría su imagen, refrendaría su historia presente y haría de él un auténtico icono –que de por si lo es- al adquirir ese cariz que da el transformarse en un mártir que cae defendiendo los ideales de su revolución.

 

Fidel siempre ha destacado por su inteligencia y esta jugada es digna de él, lamentablemente existe la posibilidad de que se lleve entre las patas a su amado pueblo cubano.  Quizás hay una carta bajo la manga, una jugada que le permitirá a Fidel ganar la partida –como ha sucedido desde que llegó al poder de la isla- sin derramar gota de sangre, manteniendo su leyenda intacta y frustrando a su enemigo clásico por última vez, saliendo no solo incólume sino fortalecido.  Definitivamente habrá una Cuba después de Fidel, pero la historia está a punto de concluir el capítulo de la Cuba de Fidel, en un final que seguramente será digno de este vetusto gobernante y que será también una nueva herida en el orgullo del gobierno norteamericano, porque a punto está de ver como se le va nuevamente viva la paloma, ¿no cree usted?