Es sorprendente la mediocridad de los latinos, siempre jugando al malo por conocido.  Más sorprendente es los argumentos de los que hoy vuelven a apoyar a Menem, quienes afirman que durante su primer periodo como presidente –en Argentina se puede reelegir al presidente para un segundo periodo igual al primero- Argentina vivió un “periodo de bonanza” en el que todos los ciudadanos compraban autos del año, casas o viajaban al extranjero -una vez unificada la paridad del peso argentino con la del dólar-, olvidándose que esto generó una deuda impagable que llevó al país a la quiebra durante su segundo periodo, crisis que terminó inclusive con los ahorros de los ciudadanos, quienes a duras penas han logrado recuperar una mínima parte de su patrimonio.  Y aun así, lo quieren de vuelta en la presidencia.  Es su problema.  ¿Entonces por qué lo comento?  Me asusta.  Me asusta que la historia de Argentina se parezca –muchísimo- a lo que hoy vivimos en México

 

Los últimos cinco gobiernos del PRI fueron enormemente corruptos en todos los aspectos.  La deuda externa pasó de 4,700 millones a 20,000 con Díaz Ordáz, llegó a 80,000 millones con José López Portillo, y así sucesivamente hasta llegar al monto 170,000 millones al final del régimen de Zedillo.  Vimos el encumbramiento económico de las familias y amigos de personas como López Portillo y Carlos Salinas, a personajes tan nefastos como Arturo Durazo –un tipo que a duras penas tenía estudios básicos- encabezando a la policía y dándose una vida de magnate, todo por encima del pueblo de México, soportamos a los Madrazo, los Barttlet, los Hank –quienes tienen hipódromo y zoológico en sus propiedades-, los Villanueva –socios del narco- y una interminable serie de clanes y con todo, hoy encuentro muchísima gente dispuesta a votar por el regreso del PRI a la presidencia del país.

 

¿De qué estaremos hechos los mexicanos?  Entre la memoria de teflón, el desinterés, el conformismo y el gusto por seguir a la bola estamos fregados.  La misma gente que pedía un cambio y abucheaba al PRI hoy pide un cambio y abuchea al PAN, y tengan la seguridad de que lo mismo pasaría con el PRD o cualquier otro partido.  ¿No hay conciencia de que los cambios para recuperarse de un mal de 70 años no se van a dar en 6, por mucho que Fox lo hubiese prometido en la campaña?  ¿Realmente estamos dispuestos a soportar a las mismas camarillas, el mismo juego de los funcionarios plurifuncionales, que igual podían dirigir agricultura que hacienda?  ¿A pesar de todo lo que sabemos estamos dispuestos a ponerlos al timón?  Es una barbaridad.

 

El último promocional del PRI continua dejando claro lo que el partido piensa del pueblo, que es a quienes se dirigen estos anuncios.  Un doctor tiene que recetar medicina barata a una paciente porque las medicinas están muy caras –lo cual es cierto- y reflexiona “¿Pues en que piensa el gobierno que quiere cobrar IVA  las medicinas?  ¡Que bueno que el PRI no lo ha permitido!  Digan lo que digan están con la gente”.  O sea que somos imbéciles.  ¿Quién subió el IVA del 10 al 15 % y lo festejó con la hoy célebre Roqueseñal?  El PRI.  ¿Quién hizo el plan de subir la gasolina todo el tiempoEl PRI.  ¿Quién subió el ISR?  El PRI.  ¡Y no preguntaba a nadie!  Todo subía porque subía y todos los impuestos se implementaban por voluntad priísta.  La encuesta publicada el pasado 28 de abril en el periódico Reforma, en donde los votantes por el PRI son los que menos preparación académica tienen y los que son menos interesados en informarse acerca de política y los problemas de México.  Son los que todo les da lo mismo.  ¿Nunca encontró usted en las anteriores elecciones presidenciales a esos personajes que decían “voy a votar por el PRI porque de todas formas va a ganar”?  Yo conocí muchos y siempre me deprimían por ese mediocre conformismo.

 

Según el PRI, han cambiado y en todos sus discursos se siguen desligando de Salinas y Zedillo, por ejemplo.  Durante la selección del candidato presidencial del 2000 y durante la elección de presidente del partido del año pasado, tanto Barttlet, como Madrazo y Labastida entre otros, se acusaban de salinístas y utilizaban esta relación con el orejoncín como algo reprobable y deshonroso.  Pues hace un par de semanas se casó la hija del ex presidente Salinas y toda la plana mayor del PRI asistió al evento, junto con Elba Esther Gordillo, Beatriz Paredes, Carlos Hank Rhon, Maria de los Ángeles Moreno, Miguel Ángel Núñez Soto, Jorge Carpizo y el nuevo presidenciable -¡Dios nos libre!- Arturo Montiel.  ¿Eso es cambio o es querer engañar al pueblo?

 

Cada país tiene el gobierno que se merece y aunque la mona se vista de seda mona se queda.  Si Menem gana la presidencia nuevamente los argentinos no tendrán lágrimas suficientes para llorar.  Si el PRI se posiciona nuevamente, estaremos cayendo en un serio problema psicológico, porque quien retiene a una persona que le lastima será el único culpable del daño que esta persona le ocasione.  Pongamos nuestras barbas a remojar. Preferible seguir el ejemplo de Brasil, en donde se prueba un modelo nuevo que puede funcionar o no, pero no sacó de la basura un modelo cuya ineficacia ha quedado probada.  ¿Se imaginan a Madrazo de presidente con Salinas a su espalda?  Por eso pienso en Argentina y digo ¡Qué miedo!