No voy a irme partido por partido, porque sería demasiado extenso, pero en general se han pasado de simples.  Entre cancioncitas pegajosas –“Naranja, naranja...”- o propuestas fantasiosas y cursis – “¿Cuántos votos se requieren para que no se vendan PEMEX y la CLF?  Uno.  El tuyo”- se la han ido llevando.  Algunos comerciales son creativos, algunos divertidos, pero la verdad es que en ninguno de ellos encuentro sustancia, propuestas claras y reales, solamente los clásicos objetivos, sí, algunos muy reales, pero no se explica nunca el método o mecanismo que utilizarán para conseguirlos.  Los más interesantes son los de México Posible y de Fuerza Ciudadana, de ahí en más, al resto no les veo futuro.

 

Sabido es que están empezando, que su objetivo es sobrevivir, lograr el porcentaje que les permitirá conservar su registro y su subsidio –que a la mayoría es lo que los mueve-, sin aspiraciones a crecer.  Ojala tomaran de ejemplo al PT que surgió en el ’90 y que en 1994, con base a una excelente candidata como fue Cecilia Soto –que ahora anda de embajadora en Brasil-, no solo logró sobrevivir, sino que consiguió una buena suma de votos, mas que respetable para una organización naciente: hoy día hasta el PT permanece bastante estático, seguro de que logrará subsistir.

 

Concluyendo: Me parece excesivo el número de partidos existentes en nuestro país.  Son demasiados y de estos solo cuatro o cinco tienen una representatividad real que les permite un rango de influencia, el resto de estas organizaciones se dedican a producir gastos, eso es todo lo que hacen.  ¿Qué no quiero el surgimiento de nuevas fuerzas políticas?  Todo lo contrario, pero ojala fuesen eso, fuerzas, no partiditos que no representan a nadie, no ayudan a nada y que solo benefician a sus funcionarios.  ¿Cuál sería la propuesta?

 

Primero: Que los partidos sean realistas y dejen de gastar tantísimo dinero en propaganda callejera  La publicidad estática no funciona, al menos en lo que a campañas políticas se refiere.  Le pediría a los partidos que no gasten tanto en esto, porque los únicos ganones son los impresores y rotulistas, los que recogen la basura y a veces ni ellos.  Saturan a los electores, que solo ven sus lugares de residencia inundados de pancartas multicolores que adornan la foto de algún célebre desconocido.

 

Segundo: La publicidad en radio y a TV sí le llega a la gente, lástima que nuestro partidos usen estos espacios para agredirse, exhibirse, acusarse y demostrar no que ellos son los mejores, sino que los otros son peores;  en la mayor parte de los casos no hay propuestas y si las hay, se trata de promesas fantásticas pero irrealizables.  El principio de respeto al electorado debe darse al momento de dirigirse a ellos, no llegando como una vieja chismosa que vio algo malo en el vecino, sino mostrar un problema y como piensan que se puede solucionar.

 

Tercero: Las encuestas parecen predecir que nos quedaremos con cinco o seis partidos después de esta elección.  De cualquier modo, sería bueno cambiar las reglas para los nuevos partidos.  Me parece bien que en una primera elección se les permita conservar su registro con el 2% de la votación, pero también debe exigírseles que muestren un crecimiento, digamos, del 0.5% anual en su captación de votos, hasta alcanzar un mínimo de 7 u 8% para conservar su registro, porque si no, tenemos partidos que solo aspiran a su 2% y que no crecen, no captan nuevos electores, carecen de representatividad y de capacidad de acción.  Si no, dígame ¿para qué sirve un PT que en 10 años ha crecido poco menos que nada?  Solo para financiar a sus dirigentes.

 

Queda aquí este análisis y estas propuestas.  El domingo es la elección Hay que votar, es un derecho que si no se ejerce nos deja sin validez para reclamar.  Ya habrá de que hablar cuando, a partir del próximo lunes 7 de julio, los destapes entren en acción, comenzando por el del gobernador mexiquense, Arturo Montiel.