¡Levántese cuando cante el gallo!

Eso es lo que el peje de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, tiene por costumbre hacer, de acuerdo a lo que declaró este fin de semana con respecto al horario de verano, el cual no acaba de convencerlo.  El funcionario considera que no hay ahorro y que se trata – como siempre sucede en su obsesiva mente – de una imposición para favorecer a los inversionistas y a los dueños del dinero, como gusta llamarles, pero lo que es de dar miedo es su justificación y su desconocimiento – o mas claramente, su ignorancia – sobre el tema.

El propósito principal del horario de verano consiste en aprovechar la luz solar que se gana durante ese periodo debido a la inclinación del eje terrestre y evidentemente, mientras mayor sea la latitud norte, mayor la inclinación y la ganancia de luz de día.  Esta práctica fue iniciada por países del hemisferio norte como los Estados Unidos de América – y seguramente esa es una prueba mas de que estamos sometidos ante el vecino del norte - , con un adelanto de una hora sobre el horario normal, ya que se encuentran en una latitud que les permite obtener en promedio más de dos horas de luz diaria, una antes del amanecer y otra después del atardecer.  Para motivos prácticos el adelanto de una hora al reloj es útil si la ganancia de luz es significativa.  La mayor parte de México, sin embargo, se encuentra a menor latitud, por lo tanto, en el Valle de México, el sol viene saliendo hasta las 6:50 AM, y anochece pasadas las 8:10 PM durante el horario de verano.  Debido a que la mayor parte de la electricidad es consumida en iluminación, particularmente de edificios de oficinas (corredores, auditorios, etc.), no es de extrañar que haya ahorros de electricidad durante los periodos de horario de verano, a pesar de que el consumidor doméstico quizá tenga que encender sus luces más temprano.  La comodidad de prolongar las actividades diurnas con luz solar se contrapone, por otro lado, a las molestias de salir en la mañana con más oscuridad, lo cual no siempre es considerado por las autoridades que proponen estos programas de ahorro energético, sin embrago, los beneficios tienen obviamente mayor peso.  ¿Esto es tan difícil de entender?

Pues bien, el jefe de gobierno del Distrito Federal acusó el domingo pasado al Congreso de la Unión de haber sido dócil con la puesta en marcha del Horario de Verano, porque la verdadera intención, es que debía haber “correspondencia de horarios entre las bolsas de valores de México y Nueva York”; dijo que el nuevo horario “fue impuesto por el sector financiero, ése es el fondo del asunto.  Tenían que poner al mismo tiempo la Bolsa de valores de México y de Nueva York, y lo demás es puro cuento”, además López Obrador declaró que tenía que protestar “porque no es cualquier cosa levantarse una hora antes por convenir así a los yuppies del sector financiero.  “Era tan fácil cambiar el horario en la Bolsa de México, que se levantaran ellos más temprano y no afectar a todo un pueblo. Eso del ahorro de energía y demás todavía no lo han podido demostrar.”  Afirmó que “Ponen a todo un pueblo subordinado a los intereses de un grupo.  Es ir contra natura (¡!).  Uno se debe levantar cuando canta el gallo y de dormir cuando canta el grillo”.

Licenciado Obrador:  El horario de verano es algo que se viene aplicando desde hace décadas en países del primer mundo con resultados de ahorro comprobados.  Usted también afirma que se afecta a las personas y al año pasado afirmó que lo aceptaría (el horario) si se le presentaban estudios, los cuales fueron realizados por la UNAM y los resultados – que demostraban que no afecta a la salud humana - se hicieron del dominio público y usted no cumplió con su promesa – como aquella otra de no protestar si el nuevo aeropuerto se construía en Texcoco – y se quejó, dejándonos – ahí sí, con la docilidad del Presidente Fox – con un horario de verano de cinco meses, o sea, dos meses fuera de sincronización mundial y aquí está el otro punto.  No se trata de complacer a los inversionistas y a los yuppies, sino de tener coordinación en el ámbito internacional con todas las telecomunicaciones mundiales, llámese televisión, radio, internet, transporte aéreo y desarrollo informático – ¿o es que el aviso de su computadora (aunque no estoy seguro de que tenga una o sepa usarla) de cambio de horario es exclusivo para México?  Por cierto, al comentar sobre la seguridad de los bancos en el D.F. hizo mención de...¡El Fobaproa!  (Por favor que alguien le pida que turne al asunto a su partido y no lo saque hasta porque pasa la mosca, tan solo cuenten cuantas veces lo menciona al mes)  Y mi último cuestionamiento  ¿Y que hago si en la zona donde vivo no hay gallos o no se escuchan los grillos?  ¿No me levanto y no me duermo?  Definitivamente cada vez le entiendo menos a sus “razonamientos” y compadezco más a los capitalinos.