05/MAR/03 Vicente sometido y Martita desatada. Siempre he pensado que el peor estado del ser humano es el estar enamorado, porque es el momento en que la persona cruza esa pequeña barrera que hay entre el cariño enorme -que podría definirse como amor- y el sentimiento afectivo que provoca el enamoramiento y que trae como consecuencia la ceguera ante los defectos de la pareja y la idealización de la misma, a un grado tal que todo lo que nuestra media naranja diga o haga es lo mejor, lo ideal, lo perfecto pues; afortunadamente esta situación no dura mucho tiempo en la mayoría de los casos y como consecuencia, estaremos queriendo o amando a nuestra pareja, entonces si, tal como es, con sus defectos y virtudes reales. Pues parece que a Vicente Fox el enamoramiento no se le pasa y realmente ya es una lata. Yo comprendo que el hombre está enamorado de su mujercita Marta Sahagún, pero señores, si él es el enamorado, ¿por qué se empeña en recetárnosla a todos? ¿Piensa que todo México la ve como él lo hace, como Doña Perfecta? Porque la mujer, sinceramente, ya me está llenando el buche de piedritas con su protagonismo, si hay una fiesta quiere ser el festejado y si hay un velorio quiere ser el muerto. Lo mismo aparece regalando bicicletas que elaborando y distribuyendo -o imponiendo, aprovechando su posición- una mojigata guía de padres a la que hasta proyecto televisivo se le preparó-, opinando de la posible guerra en Irak, de las reformas económicas o haciendo campañas políticas inclusive en Los Pinos, lugar que ahora se conoce bajita la mano como Ciudad Sahagún. Ya lo había comentado en este espacio que no veo nada de malo en que la primera dama tenga más actividad que ser una simple presidenta del DIF -sin desmeritar el cargo-, lo que me parece de sumo preocupante es el hecho de que Doña Marta se está metiendo en todo con un afán a todas luces protagonista y que inclusive se está llegando a cuestionar la posición de Fox al insinuar, no sin razón, que el verdadero poder tras el trono es Marta -como "familiarmente" le llama el finísimo de Isidro Pastor-. El colmo ha sido verla el pasado fin de semana en la caravana que encabezó el presidente -montado a caballo y ¡vestido de charro!- muy agarrada de su marido, quien le pidió que dijese unas palabras -"porque siempre es bueno escuchar la voz de una mujer", que fueron, como siempre, al mejor estilo de la Madre Teresa, todo amor y toda ternura por niños y ancianos. Ya es un secreto a voces que el presidente Fox le permite a su esposa involucrarse en todos los asuntos y que toma muy en cuenta los comentarios de su esposa sobre cualquier tema, que le da más peso a las opiniones Marta que a las del propio secretario Creel y que de hecho fue su antipatía con Jorge Castañeda lo que precipitó la salida del que hasta ese momento había sido el mejor hombre del presidente de México. Ya es bastante ridículo que el ex presidente de la CNBV, Eduardo Fernández -que definitivamente no es una blanca paloma- sea detenido y arraigado porque la señora Sahagún recibe una carta de una ex esposa. ¡¿Que forma de hacer justicia es esa?! ¿O sea que si un servidor o usted, lector, hace una denuncia a mano y la entrega en Ciudad Sahagún alias Los Pinos -o al revés-, la justicia actúa de inmediato. ¡Eso es simplificación!, además de una muestra de la influencia de la también conocida como "Dulce Polly"? Lo más deprimente ha sido que Don Vicente, lejos de poner a cada quien en su lugar y de ubicar a su esposa en que hay lugares y temas en los que ella no debe involucrase, ha salido nuevamente en "defensa" de su Dulcinea, afirmando que "los que quieren ver caer a la pareja presidencial se comerán una sopa de su propio chocolate (¡!)". O sea, toda crítica es un intento de derrocamiento. Espero que el presidente o alguno de sus colaboradores le explique a Don Vicente que yo, como muchos mexicanos, votamos por él en julio del 2000, por él, no por una "pareja presidencial" como el afirma, de hecho, por si no lo sabe, la Constitución Mexicana establece en su Artículo 80: "Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se denominará "Presidente de los Estados Unidos Mexicanos". ¡Un solo individuo, no una "pareja presidencial"! ¿Capta, señor presidente? ¿No recuerda Fox la campaña del 2000, cuando llamó a Francisco Labastida, entonces candidato del tricolor, "mandilón" por haber acompañado a su esposa al mercado? Pues hace una semana el mismo Fox se exhibió como "mandilón" según su propio criterio, cuando se presentó a hacer las compras de la comida, pero mas allá de estas simpleza, lo más lamentable es el enorme daño que la señora Sahagún ha causado al actual gobierno y al propio presidente, quien luce totalmente sometido a los deseos de Martita, quien por cierto ayer se presentó en televisión negando que pretenda ser candidata presidencial en el 2006. Ni el PRI y el PRD podrían lastimar al poder ejecutivo como la primera dama lo está haciendo y ¿saben que pienso, para cerrar esta columna? Que la señora Marta Sahagún se está aventando un madruguete al comenzar a manejar su imagen desde estas fechas con miras al 2006, que está aprovechando todas sus influencias para que la reconozcan en todas partes con una facha cándida y bondadosa y que Vicente Fox debería andar con pies de plomo porque, como mencioné al principio de esta columna, el enamoramiento es el peor estado del ser humano por el tipo de invalidez en que lo deja ante el ser amado, así que no vaya a ser que nuestro presidente termine convirtiéndose en un simple escalón dentro de la escalera de ascenso político de una mujer inteligente, hábil y manipuladora. A mi la señora ya me está hartando, ¿a usted no? Obviamente, este es únicamente mi punto de vista. |