31/OCT/02
Un año. Quiero compartirles, queridos lectores, que hoy se cumple un año de la primer columna “La visión del ciudadano”, columna que apareció como una opinión que se enviaba a los involucrados y que posteriormente se convirtió en el sitio que hoy es y que no sería posible sin la constante visita de todas la personas que nos han apoyado con sus visitas. La celebración de hoy, desgraciadamente, se ve opacada por la molestia ante lo publicado por el Washington Post (vea la nota), lo que también motiva que hoy dedique este espacio a la publicación de una... CARTA ABIERTA A GEORGE W. BUSH, PRESIDENTE DE E.U.A. Mi nada querido mandatario gringo: Me imagino que usted no sabe quien soy, aunque para mi desgracia yo sí sé quien es usted. La presente es para hacer algunos comentarios en relación a los acontecimientos ocurridos en la APEC el pasado fin de semana que propiciaron su molestia y una dura crítica de uno de los periódicos mas influyentes de su país como es el Washington Post en contra de México, mi país. De antemano sé que su soberbia e idealización de usted y su raza harán que estas líneas se las pase por el arco del triunfo, pero no pierdo nada con tratar de que sean leídas por un buen número de personas. Como le mencioné, el diario norteamericano TWP publicó una editorial muy dura, quizás la más dura que se ha escrito contra mi país en la historia de la relación entre México y los EUA. El hecho de que el presidente mexicano Vicente Fox se negara a brindarle su apoyo para realizar una ofensiva militar a Irak provocó su ira, de hecho se portó usted con nula diplomacia después de la reunión que sostuvieron Fox y usted a puerta cerrada y se le vio con ganas de acabar con la APEC y correr a todos los mandatarios del lugar, sin recordar que usted era un invitado más, pero eso ya no le extraña a nadie, de hecho eso no es el punto. El editorial al que tanto hago referencia dice verdaderas barbaridades de manera ofensiva. Afirma que como México no apoyó a Bush, el mandatario norteamericano no tiene porque considerar un acuerdo migratorio y esto es hasta cierto punto lógico y comprensible, pero después dice que la posición de México hará que los republicanos no le vean mayor utilidad a México que como piñata política que como socios, que Bush ahora está menos dispuesto a “gastar su prestigio” por apoyar a México, que el actual gobierno no muestra madurez, sino por el contrario, parece regresar a las viejas políticas; también amenaza sutilmente con que esto es algo que “los norteamericanos nunca van a olvidar” y que ahora somos los “amigos de Saddam en el sur”, además de que México se ha convertido en algo mas inútil inclusive que China (¡!). Permítame decirle, Señor Presidente, que ese editorialista y usted son unos imbéciles. Hay gente que llega a la presidencia de un país para hacer algo por este, que tratan de amasar riqueza y poder o que simplemente quieren ver que se siente –hay de todo en este mundo-, lo trágico en su caso es que usted llegó a la presidencia de los E.U.A. para vengar a su padre, para terminar una “misión familiar” inconclusa con el régimen de Saddam, esto acompañado de un estúpido fanatismo –también heredado de padre- por los conflictos bélicos y esto es comprensible; no debe ser fácil saber que llegó a la presidencia habiendo perdido las elecciones –remember Miami- o lo que es lo mismo, por error. Tampoco debe ser sencillo ver como el país se le escapa de las manos ante su ineptitud, presenciar el descenso de su moneda ante el yen y el euro e inclusive sorprenderse a cada rato porque los miembros de su familia son sorprendidos en asuntos de drogas. No, definitivamente no debe ser fácil. Quiero recordarle, Georgy, que su país funciona en buena parte por los inmigrantes que representan un porcentaje importante inclusive en la elecciones y los ilegales que trabajan en su nación son una parte primordial en el mecanismo económico norteamericano, le guste o no, así que si sus compañeros de partido nos ven como piñatas será porque buscan excusas para estar sosteniendo un garrote. Llama inmaduro a México por no apoyar su aventura bélica, por lo que entiendo que la madurez es tirar bombas a lo tonto en cualquier país para que al final el blanco –como Bin Laden- se siga burlando de ustedes a un año de distancia, o sea que hasta brutos son para bombardear. Critica a Saddam porque tiene armas de exterminación masiva, así que me imagino que sus bombas gringas –como las que regó a montones en Afganistán- no destruyen masivamente, aunque yo vi un chorro de muertos por todos lados, claro que Bin Laden lo hace en nombre de Alá y su país lo hace en nombre de la justicia, entonces si está bien hecho y cada baja enemiga es un orgullo. La realidad es que los tres son asesinos masivos. ¿Porque en lugar de andar de terco con armar una guerra no pone en orden su país?, digo, cada semana al menos sale algún loco disparando en un lugar público que se lleva entre las patas a bastantes civiles inocentes. No es de extrañar, porque este servidor desde que lo conoció lo considera un loco y de hecho sigo pensando que el ataque al WTC pudo ser un auto-atentado, que el atentado en Bali fue muy oportuno –ocurrió a los pocos días que le negaron atacar a Irak- y ahora el francotirador de Washington, según sus autoridades, pudo ser un fundamentalista, todo muy a modo. Sepa también que México no va hacia atrás con su decisión de apoyar una solución pacífica o de un acuerdo mayoritario en la ONU, al contrario y como su ignorancia no le permite saberlo, le informo que antes México no pinaba ni a favor ni en contra de nada, hoy se definen posiciones y eso es un avance. ¿Corremos riesgos por no apoyarlo? ¡Claro! Pero como dije hace unos días, no se puede tener todo, así que tampoco ponga en juego su dudosa reputación por apoyar a México. ¿Amigos de Saddam? ¡No sean payasos! ¿Usted es amante de Blair porque a todo lo que usted dice el primer ministro británico le sigue ciegamente? Creo que no –aunque quien sabe-. El caso es que usted fue un pelado en una reunión en la que era un invitado y su editorialista un déspota y resentido. ¿Quiere usted hacer la guerra? Hágalo, pero no sea cobarde, no se quede atrás de un escritorio o resguardado en un refugio o en su avión -¡Mire qué cómodo!-; tome su rifle y como buen líder dirija a sus tropas. Sepa también que no por el hecho de que alguien no comparta su locura es su enemigo –piensa usted igual que un tipo de apellido Hitler-. Se le queman las habas por tener una guerra que le permita distraer la atención de los problemas de su país, pero la gente no es tonta y lo ha visto; usted tiene perdida la reelección y se nota su desesperación. Deje de involucrar a otros países en sus locuras y póngase a trabajar y respete, que no todos le van a dar el avión acerca de lo bien que se ve con su invisible traje del emperador. Como antes mencioné, quizás estas líneas vayan a parar al bote de la basura, pero en dado caso yo preferiría que las acomodara donde su decadente anatomía no ve la luz del sol. ¡Provecho! Nada atentamente. FRANCISCO JAVIER AGUILAR DÍAZ |