06/NOV/02 Entre el rollo y el populismo. Pues resulta que ayer (anteayer para el lector) se reunió un grupo interesante en la SEGOB: Los lideres de los tres principales partidos, PRI –Madrazo-, PAN –Bravo Mena- y PRD –Robles-, el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente y como anfitrión el secretario de gobernación, Santiago Creel, lo anterior para la presentación de un documento elaborado en conjunto que lleva el bonito título de Principios, coincidencias y convergencias: hacia una política hacendaria de Estado, el cual pretende ser una propuesta de reforma hacendaria. Lástima de resultado, porque parece mas un documento político que una propuesta real. Elaborado por la UNAM y los partidos involucrados, el texto señala cuales son los grandes problemas de la economía nacional, pero quedan en eso, porque las supuestas propuestas de solución no son tales, es puro rollo. ¿Un ejemplo? Establece la necesidad de incrementar el gasto social en 4% del producto interno bruto, así como el proponer cambios que favorezcan la elaboración de presupuestos plurianuales (¡Mi madre! ¿Que es eso?) en lo que toca al gasto, mientras que para la política de ingresos se propone que mediante un más eficiente combate a la evasión fiscal, la revisión de la estructura de pagos al impuesto sobre la renta -que incluya reducir impuestos a los sectores bajos (¡obviamente!) y medios, así como la acumulación del total de ingresos para efecto de pago de impuestos en los sectores altos- y una modernización en los esquemas de recaudación de los gobiernos federal, estatales y municipales, se procure garantizar los recursos para financiar el incremento en el gasto; pero eso no fue todo, señala también que "existen convergencias en la necesidad de modificar el marco legal del impuesto al valor agregado (IVA), pero hay divergencias en cuanto al rumbo de dichos cambios.” ¿No es encantador? Nada más que hay algo que no me queda claro –para variar-: Mucha detección de problemas, de las necesidades del país en materia de recaudación, pero, ¿en donde están las propuestas? ¿Cuando sabremos de las posibles soluciones? Porque eso es fácil, decir “la falla está aquí” lo hacemos todos, lo difícil es proponer como solucionar esa falla precisamente y eso es lo que ocurre con este documento, mucho rollo, mucha palabrería –que para la mayor parte de los ciudadanos es poco menos que incomprensible- y a fin de cuentas hasta nos anuncian que no están de acuerdo en lo del IVA –como si fuese novedad-, entonces ¿para que nos sirve un documento en el nos dicen que no se han puesto de acuerdo? ¿Que caso tiene? Actos como este nada más quitan el tiempo, al momento nada más sirven para el lucimiento de los involucrados -¿alguien se acuerda del Acuerdo Político por México del pasado mes de agosto, que después de una lucidora presentación hoy duerme el sueño de los justos (vea nota de referencia)?- y posteriormente quedan guardados en algún cajón. ¡Que ganas de querernos ver la cara! En el otro lado tenemos al peje de la honestidad valiente, Andrés Manuel, que soltó otra de las suyas. Afirmó que el Secretario de Hacienda –“su alteza serenísima” según él- tiene un sueldo mayor que el de su homólogo norteamericano, el secretario del tesoro –que de ser cierto es bastante grave, aunque como siempre, el peje no presenta mas prueba que su dicho-, pero lo acompaño diciendo que si el secretario de Hacienda obtiene ese salario y "los demás se sirven con la cuchara grande, ¿con qué autoridad moral va a aplicar un ajuste al presupuesto? ¿Les va a quitar las medicinas a los centros de salud de las comunidades indígenas, de los pueblos rurales del país?” ¡Que bello ejemplo claro y conciso de lo que es el populismo! ¿No está usted, lector, al punto del llanto? Lo grave del asunto es que mucha gente está convencida de estas afirmaciones en niveles que uno ni se imagina, por ejemplo se rumora que más de un gobernador está tentado de seguir el ejemplo del mandatario tabasqueño-capitalino ante la mayoritariamente positiva imagen que estas acciones proyectan ante un potencial electorado, acciones fundadas en finanzas supuestamente sanas pero que están generando deudas enormes en varias partes del gasto del DF. De acuerdo con los que saben, lo más inteligente sería homologar el IVA, pero esta medida sería totalmente impopular y esto tendría un alto costo político para quien lo promoviera, ya no quien lo aplicara, algo que nadie quiere exponerse a sufrir, lo cierto es que los impuestos suntuarios promovidos por nuestros legisladores en año nuevo no recaudaron lo esperado, de hecho se quedaron bastante cortos. Ante este panorama, lo único que nos queda es seguir temerosos ante cualquier otra brillante idea de nuestros representantes y nuestro gobierno, quienes en lugar de tomar las decisiones necesarias pero dolorosas para cubrir las necesidades del país, terminan dejando todo al tiempo y tapando los ya innumerables baches que ya tiene el camino y que se destapan con cualquier llovizna, cuando es obvio que se necesita cambiar toda la cinta asfáltica. Aunque este puede que sea solamente mi punto de vista. |