Precedentes o la ley al gusto.
Hoy recordé a Eugenio Derbéz, quien con la llegada de Víctor Trujillo “Brozo” y Andrés Bustamante “Ponchito” a Televisa pegó el coraje de su vida debido a que llegaron con mejores pagas, mas libertades y más atenciones que cualquier otro comediante que hubiese trabajado en esa empresa toda su vida y preguntaba a gritos “¿Qué hace falta para que te valoren en Televisa? ¿Mentarle la madre a toda la organización?”; hoy entendí su molestia por dos casos, los maestros (¿?) de la CNTE y los estudiantes (otra vez ¿?) de la Normal Rural para Maestros de Amilcingo en Morelos, ejemplos que marcan malos antecedentes que ahora comentaremos.
¿Recuerdan que la semana pasada critiqué a los supuestos maestros que andan por toda la ciudad de México armando borlote? Pues mi opinión – como la de muchísimas personas – les quedó grande a estos supuestos educadores. Este grupo volvió a la carga realzando un bloqueo frente al Senado de la República debido a que – según ellos – las autoridades no han dado respuesta a sus demandas, o sea que no les ha quedado claro que deben resolver el conflicto en sus estados de origen, no en la capital del país, de acuerdo a la respuesta que ya les dio la Secretaría de Gobernación. Vamos a suponer que Gobernación esté en un error y que sus reclamos deben ser atendidos aquí. ¿Eso justifica las pintas y destrozos a diversos edificios de la semana pasada, por no hablar del cochinero que es su “campamento de resistencia”? Para mi no, pero por lo visto para ellos sí y para muestra lo ocurrido este día (ayer para el lector). Los “maestros disidentes” obstruyeron por cinco horas el local donde se ubica el Senado; cualquier persona supondría que al tratarse de un grupo de educadores, de maestros, de gente preparada, con cierta cultura, con la responsabilidad que su posición les confiere, tendrían un comportamiento si no respetuoso, al menos prudente. ¡Pues no! Los señores se agruparon ante la entrada del recinto gritando sus consignas, comenzaron a patear la puerta mientras gritaban frases que ya las quisiera un carretonero para acompañar su pulquito - ahora que nada mas de verles la facha, se parecen mas al carretonero que al conserje de una escuela, ya para la imagen de un maestro hay años luz de distancia - y rompieron los cristales, además de agredir a los fotógrafos y camarógrafos de los medios que veían el evento. ¿Cuál fue la reacción de la policía, sea federal o capitalina? Ninguna. ¿Los legisladores exigieron protección o al menos respeto a su envestidura? ¡No! Salió una comisión que incluía a Demetrio Sodi (PRD) y al “jefe” Diego Cervantes de Cevallos (PAN) para invitarlos a pasar, saludarlos de mano, llevárselos abrazados por los pasillos del Senado y sentarse con ellos a tratar el problema. Sorprendente ¿No le parece? No hubo provocación contra estos pelafustanes, ellos simplemente hicieron lo que les vino en gana y no se equivocaron. Están en la capital desde el 5 de mayo. ¿Sus estudiantes? Seguramente Están mejor sin estas personas educándolos.
El otro caso es el de la Normal de Amilcingo, en donde los estudiantes (nuevamente ¿?) tomaron el congreso morelense y retuvieron a los diputados para exigir la presencia del gobernador para que aceptara sus demanda – ojo, no para negociar sino para aceptar – de aumentar la becas y la matrícula. Los tipos cuentan con armas de fuego y machetes – ya ven que están de moda – y dijeron por voz de una de sus representantes que “no vienen a negociar educación”. Obviamente las autoridades no han procedido contra los autores de este acto – que hasta donde veo, me parece un secuestro -, es más, ya buscan la manera de dejar satisfechos a los chamacos.
Las causas pueden ser justas, pero aquí se está dejando un precedente muy peligroso, porque el mensaje que yo veo es que las presiones violentas para conseguir un beneficio no solo son permitidas, sino que tienen resultados positivos para los que las ejecutan, quienes además se dan un baño completito de impunidad. Las manifestaciones y protestas se deben permitir con toda libertad, pero cuando se agrede a terceros ya sea en su persona o en sus bienes, esto ya se convierte en delito y la autoridad no solo tiene el derecho sino la obligación de detener a los que incitan a estas actitudes, desgraciadamente tanto los gobiernos locales como el federal parecen cuidar mucho su imagen y prefieren no meterse en este tipo de problemas. Deberían pensarlo bien, porque estas situaciones se convierten en ejemplo para otros grupos y se corre el peligro de que estas actitudes se hagan un hábito, porque como mencioné, el mensaje es claro y mucha gente “defensora de sus derechos” ya lo están considerando. Que se manifiesten, pero que usen también los conductos y procedimientos que la ley marca y por favor, señores remedo de maestros, si nadie los provoca o ataca no enseñen el cobre, porque es lo único que lucen además de su falta de higiene, cultura y educación. Solápenlos, señores, luego no se quejen de que les sacan los ojos.
OTRO…
¿No se los dije? Habló Andrés Manuel López Obrador y como siempre, incapaz de aceptar una crítica responde que la encuesta que el Instituto Ciudadano Sobre Estadísticas de Inseguridad, que preside Luis de la Barreda, está manipulada y que el organismo debe ser mas responsable con los estudios que realiza, que los resultados no se apegan a la realidad, que la organización es un “alcahuete” del gobierno, que la finalidad es dañar su imagen porque está haciendo un buen trabajo, además que no hay izquierdistas en ese instituto, sino salinistas, zedillistas y foxistas. Señor jefe de gobierno, por enésima vez le pregunto: ¿Porqué no es capaz de asimilar una crítica? ¿Porqué toda crítica, opinión contraria o resultado adverso es una campaña? ¿Por qué esa terquedad de sentirse el hombre perfecto? ¿Sabe que esa organización si hay gente de la izquierda, es más, hay representantes de la UNAM y la UAM, instituciones siempre afines a la izquierda mexicana? La semana pasada le propuse un experimento sencillo, debería hacerlo para bajarse de su nube. No tiene nada de malo aceptar que la Ciudad de México es la más peligrosa del país, es lógico si consideramos que también es la más poblada y que ya absorbió a varios tramos del Estado de México. Bastaba con declarar que se está combatiendo a la delincuencia. Entienda que ciertamente puede haber mala fe en varios comentarios, encuestas e informaciones, pero no en todos. Abra su cabecita, no se encierre en su mundo feliz, eso le pasó a un personaje que dirigió a este país – con orejas grandes, grandes – y el precio de su cerrazón no termina de pagarlo. Le puede pasar lo mismo.
Pero ultimadamente, esta nada mas es la forma como yo lo veo.