LA VISIÓN DE HOY

 

Le llueve sobre mojado.

 

El Distrito Federal podría enfrentar una crisis de gran magnitud el día de mañana (hoy para el lector) después de que el líder sindical de los trabajadores del GDF, José Medel, anunció que el último intento para llegar a un acuerdo fracasó, por lo que 100 mil trabajadores realizarán un paro de labores de 72 horas, aunque para “tranquilidad” de los capitalinos, el señor Medel anuncia que dejarán una guardia de 8 mil trabajadores para atender servicios primarios y de emergencia.  ¿Cuáles son los requerimientos que Andrés Manuel López Obrador no quiso cumplir?

 

Las exigencias sindicales siempre tienen solicitudes en razón y otras no tanto. De acuerdo al sindicato del GDF, de un pliego petitorio de 16 puntos no se han cumplido cuatro:  La reinstalación de trabajadores en la Secretaría de Salud, la entrega de ayuda para festivales del sindicato, la entrega de vales para la compra de vestuario y calzado y el rechazo a lo que llamaron persecución de trabajadores en la Secretaría de Finanzas.  De entrada, resalta la siempre incoherente lista de peticiones, y digo incoherente porque en mi razonamiento me supongo que los señores tienen conciencia de la situación actual del país y por consecuencia, de su estado financiero, así que uno pensaría que sus demandas se enfocarían a requerimientos básicos para el trabajador y su familia, sin embargo y como siempre sucede, los caprichitos con los que pretenden complacer a sus agremiados y que les permiten conservar simpatías prevalecen en esta petición.  Veamos.

 

Primer punto.  La reinstalación de trabajadores de la Secretaría de Salud.  Por lo que sé, estas gentes fueron despedidas debido a que ¡Le quitaban el oxigeno a los pacientes conectados!  ¿Eso no es intento de homicidio o en el menor de los casos, tentativa aunque sea imprudencial?  Que se den de santos que las cosas no han llegado a mayores, pero esto comprueba un mal sindical del que hace tiempo hable: el sindicato – cualquiera - defiende al trabajador sin preocuparse porque la persona sea capáz,  eficiente o responsable en su trabajo.

 

Segundo punto.  Entrega de ayuda para festivales del sindicato como el del Día de la Madre.  Pregunta: ¿Un festival es una primera necesidad para la trabajadora capitalina?  ¿No se trata de un gasto superfluo y que por tanto, debería de cubrirse con el fondo que se genera del pago de cuotas?  Porque si no es así, entonces ¿A donde va a dar ese dinero?  ¿En que se emplea?

 

Tercer punto.  Entrega de vales para compra de vestuario.  Aquí existe otra acusación, de acuerdo con la cual durante varios años se ha entregado el vestuario requerido o vales para el mismo, pero han pasado dos cosas:  El sindicato recibía algunas miles de prendas más de las requeridas que luego aparecían en puestos completos en el comercio informal, como en el tianguis de la San Felipe y por otro lado, cuando el trabajador recibía vales para vestuario, ante sus necesidades, terminaba invirtiéndolos en otra cosa.

 

Cuarto punto.  Terminar con la persecución de trabajadores en la Secretaría de Finanzas.  Ayer lo comentaba acerca de la supuesta persecución anunciada por Mariano Palacios Alcocer contra el PRI en el caso PEMEX y hoy lo vuelvo a repetir: si hay una persecución deben existir pruebas que la demuestren, porque el investigar denuncias de corrupción no es una persecución, tan simple, en lugar de armar una guerra de declaraciones, ambas partes deben mostrar las evidencias con las que cuentan y ante eso, no hay persecución o encubrimiento que valga.

 

Ciertamente el gobierno del DF parece tener la razón en este caso, lo malo aquí es que el paro luce como inevitable y no obstante la buena intención del peje para cubrir con personal de otras áreas a los paristas, existen funciones especializadas que requieren más que voluntad para sacarse adelante.  Con esto queda probado que urge analizar las leyes en las que operan los sindicatos en el país y que les otorgan una impunidad bárbara - simplemente un sindicato no permite una auditoria externa - y todos estos líos los arman al grito de defender al trabajador, pero en realidad se preocupan por darle a sus agremiados las migajas de sus banquetes con las que saben que si bien no son felices sí quedan conformes.  Triste sindicalismo.  ¡Suerte al peje en estos tres días!  La va a necesitar, así como los ciudadanos requerirán de mucha paciencia.

 

OTRO…

 

De acuerdo con Renato Boccardo, organizador de los viajes del Papa Juan Pablo II, el pontífice si vendrá a México este año de acuerdo a lo programado.  Después de ver las penosas – muy penosas – imágenes de la semana pasada, el Vaticano y todos lo creyentes católicos del mundo deberían sentirse avergonzados de traer a ese pobre hombre de arriba para abajo con esas precarias condiciones de salud.  ¿Qué el Papa no quiere renunciar?  Seguramente no sabe ni donde está con tanto medicamento que toma para tratar de disimular el Parkinson, actúa mecánicamente y creo que no carga los peregrinos este año.  Al menos merece morir en paz después de este inhumano ritmo de vida para una persona de su edad y estado físico.  En fin, allá ellos.

 

Claro que esto no es más que mi punto de vista.