La Visión de Hoy

Ni amigo ni caballero.

Después del “fidelazo” en la Cumbre de Monterrey hace algunas semanas y ante la amenaza del gobierno cubano de dar a conocer las evidencias de que el gobierno de nuestro país “invitó” al dictador Fidel Castro a retirarse del encuentro de mandatarios, este servidor invitaba a dar a conocer estas pruebas si en verdad existían y no hubo respuesta de Cuba sino hasta hoy, después de que México votó en contra de la isla en Ginebra en lo que a respeto de derechos humanos se refiere.

Fidel Castro se presentó en una conferencia de prensa para mostrar “la evidencia” de sus acusaciones acerca de lo sucedido en Monterrey, una grabación de una conversación telefónica entre el mandatario cubano y el Presidente de México, Vicente Fox.  Aludiendo a su rectitud, Castro se permitió, previo a la presentación de este audio, acusar de mentiroso al Presidente mexicano y al Canciller Jorge Castañeda y vociferando una serie de duros adjetivos contra el gobierno de nuestro país.  Sería reiterativo resumir totalmente la cinta, ya que en los próximos días dará mucho de que hablar y servirá de excusa a los legisladores de oposición para seguir pidiendo la renuncia de Castañeda, sin embargo, si hay algunos puntos que señalar antes de que los castristas comiencen a desgarrar sus vestiduras.

Primeramente, al inicio de la conversación ambos mandatarios establecen el carácter privado de la misma, se señala a continuación lo que ya se había dado a conocer, que Fidel Castro confirma su asistencia a última hora y que esto propicia muchos problemas de logística y de seguridad, problemas que Castro, en forma por demás heroica, acepta enfrentar; recibe la propuesta de Fox de participar con su exposición y se le solicita que después de la comida se retire de la Cumbre, propuesta que ciertamente careció de tacto y a la que Castro asegura que, de querer, podría usar para desencadenar un escándalo mundial.  Fox – como anfitrión, dice - solicita a Castro también que no haga declaraciones contra Bush y los Estados Unidos, a lo que Castro menciona que el tiene muchos años en la política y que sabe decir la verdad “con elegancia”.  Finalmente la llamada telefónica concluye con la afirmación de Castro de que la relación entre ambos mandatarios es de amigos y caballeros.

Para empezar resaltemos que Fidel Castro está quedando mal parado en esta situación.  De entrada viola el acuerdo de que se trataba de una conversación privada, ya que realizó una grabación de la misma.  Miente también Fidel al resaltar su dignidad como mandatario y su resistencia a la sumisión ante “la ofensiva propuesta” de Vicente Fox de someterse a un determinado itinerario que incluye su retiro de la Cumbre.  Si es tan digno el señor ¿Porqué aceptó entonces los términos que Fox le ofrece?  ¿Por qué no rechazó desde ese momento el hacer una visita condicionada?  Posteriormente, “su elegancia” brilla por su ausencia al armar su teatro para retirarse de la reunión de Monterrey dejando el hilo suelto de que “una situación especial” obliga a su retiro, situación que no aclara y guarda para sobornar o más claramente, amenazar al gobierno de México con revelar la causa de su salida si continuaban “las presiones” de nuestro gobierno contra Cuba – en clara alusión a la votación que pocas semanas después se llevaría a cabo en Ginebra en relación al poco respeto que en la isla existe a los derechos humanos -.  Hoy se difunde la conversación entre ambos mandatarios como “prueba” de que Castro salió de la Cumbre de Monterrey a solicitud expresa de Vicente Fox, lo cual tampoco es del todo cierto porque existió un mutuo acuerdo previo, no fue una situación imprevista como imprevisto sí fue todo el teatro planeado con anticipación por Fidel para ponerse de víctima ante los ojos del mundo.

Oportunamente se difundió el hecho de que Castro confirmó su asistencia de última hora y que la solicitud de Estados Unidos era la de que se procurase que Castro y Bush no coincidieran en reuniones y grupos de trabajo, no de que se retirase de la Cumbre.  El gobierno de México responde mediante un comunicado, en el que por primera vez marca explícitamente sus diferencias con Cuba, tomando también como ejemplo de la ausencia de democracia en la isla los últimos acontecimientos, inclusive la llamada entre mandatarios que fue grabada no obstante asegurar que era una conversación privada.  Si esto le hace a un primer mandatario ¿Que puede esperar un ciudadano cubano común?

Miente Fidel en su dicho.  No es amigo de México, tampoco es un caballero.  Es un hombre ciertamente astuto que planea todos sus movimientos para sacar provecho por cualquier medio y así seguir conservándose en el poder.  Es un hombre que no tiene palabra, que con su grabación no exhibe al gobierno de México, se exhibe el mismo como un gobierno vigilante de su pueblo y vengativo con sus críticos, porque este no es un acto de dignidad, es un acto revanchista por el apoyo que México dio a la propuesta de Uruguay en Ginebra, ya que estoy seguro de que si México se hubiese abstenido de votar en Ginebra, esta grabación nunca hubiese visto la luz pública y Fidel se tragaría – como ya lo ha hacho en innumerables ocasiones – su presumida dignidad.  Lo dije en su momento y lo digo ahora, las denuncias se hacen en su momento para que tengan validez, de otro modo carecen de sentido.

Fidel dijo que las relaciones se pueden romper, ojalá el gobierno mexicano deje de poner la otra mejilla todo el tiempo y se dé cuenta de que la amistad de un dictador irrespetuoso, traidor y teatrero no beneficia a la democracia.  Lástima que estos acontecimientos en lugar de propiciar la unidad nacional, como buenos mexicanos, servirá para tirarle con todo al gobierno federal, quien por otro lado, bien haría en exigir al gobierno cubano respeto y moderación en sus dichos.  Con estos amigos…

Todo esto es mi personal punto de vista.