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La calle-Luis González de Alba
¿Cuánto nos cuestan los
chilangos?
Publicada el 27 de
septiembre de 2004
Al mexicano que no habita
el DF, ¿cuánto le cuestan los servicios de que goza la Ciudad de México? En
Jalisco pagamos la educación de los jaliscienses y la de los defeños, el
lago de Chapala se nos seca porque el agua se va a los excusados chilangos,
y la que llega viene contaminada con desechos peligrosos y heces fecales
porque el gobierno de López ahorra en plantas de tratamiento (que no se ven)
para poder construir obras que sí se ven, aunque inservibles; tenemos en
Guadalajara uno de los peores sistemas de transporte colectivos del mundo
para que en el DF el servicio sea casi gratuito y López haga el chiste
populista de preguntar a sus gobernados si desean o no un aumento al precio
del Metro (o prefieren que nosotros les sigamos pagando el 80 por ciento del
boleto).
Conciertos, exposiciones, espectáculos “gratuitos” en el Zócalo, (nada es
gratis y al final lo pagamos todos los causantes de impuestos), avenidas
renovadas: un monstruoso embudo que se llena en todo el territorio nacional
y dirige su punta al DF para darle abundancia de todo cuanto a nosotros nos
falta. Guadalajara es del tamaño de Barcelona y no tiene un sistema de
transporte no digamos remotamente parecido al magnífico de aquella ciudad,
ni siquiera comparable al Metro del DF. Podríamos tenerlo, pero debemos
pagar la deuda que los tres gobiernos perredistas del DF han incrementado en
mil por ciento y López solito triplicó para pagarse la popularidad que tanto
destaca MILENIO.
“Después de mí, el diluvio”, es su divisa para endeudarse a cargo de los
estados. Y el método le ha resultado, aunque siempre parece castillo de
naipes a punto del derrumbe. Una prueba es la encuesta que lo hace popular
hasta en Guadalajara. En una lista de nombres donde es notoria la ausencia
del popular ex gobernador Alberto Cárdenas (que habría arrasado de verdad,
no con un 30 y pico por ciento que en ninguna parte del mundo es “arrasar”,
salvo en la dirección de MILENIO), destaca el jefe de gobierno chilango por
una razón simple y llana: los demás no existen. La persona encuestada ha
oído el nombre miles de veces y sabe que López se está enfrentando al
gobierno federal y a los jueces. Cierto o falso, ese hecho instala a López
en el imaginario colectivo mexicano que es dado a los caudillos enemigos de
la autoridad: de Pancho Villa a Marcos, del narcotraficante digno de
corridos al contrabandista que surte el comercio ambulante, del valeroso
conductor que nada respeta al honesto coyote que se gana la vida
facilitándonos trámites imposibles, el país tiene una decidida inclinación
por todo lo que sea cagarse en la autoridad.
Existe la anécdota, y suena muy verosímil, de que los juicios abiertos, a
cargo de un jurado ciudadano, como se estilan en todas las democracias, se
cambiaron en México por el actual sistema cerrado, escrito y plomífero,
porque los jurados lloraban ante los argumentos de la defensa y exculpaban a
todos los acusados. No lo dudo porque la educación sentimental del mexicano
jamás ha pasado por el respeto a los demás. ¿Cuándo se hundió la candidatura
de Carlos Castillo Peraza al gobierno del DF? Cuando señaló que su
contrincante más fuerte, Cuauhtémoc Cárdenas, siendo gobernador priista de
Michoacán había regalado a su madre un terreno de propiedad pública.
En el mundo entero, el dato habría causado la caída vertical del ex
gobernador dadivoso. Por el contrario, causó la de Carlos porque en México
un gobernador que no ofrece un buen regalo a su madrecita santa es un
canalla. Y quien habla de la madre de otro, es peor. Carlos Castillo y los
que pensábamos, con él, que tenía en la mano su carta de triunfo, creemos
vivir en Inglaterra o Finlandia.
En esa ola, que podríamos llamar “lo peor de México”, está montada la
popularidad de López: regalo de terrenos públicos a la Basílica de
Guadalupe, obra donde se ve y descuido donde no se ve, como el drenaje;
respuestas de cantina al Poder Judicial: “No pago, y háganle como quieran”.
Va derecho y no se quita, dice admirado el mexicano comprador de huevos. Ya
Marcos dio en el mismo clavo: “Las armas que Dios nos dio”, “la leche que
nos sobra”...
Lo peor de México está ilustrado por la reportera bocaza que le pregunta a
un juez “cuánto recibió” por liberar a Gloria Trevi y se queda tan oronda...
y tan impune. ¿Es imposible castigar esa delincuencia con credencial de
periódico? Nunca se probó, dice el juez, que Trevi forzara a su acusadora a
tener relaciones sexuales. Lo aberrante es que nuestro sistema jurídico
exija encarcelar a una persona por cinco años para luego declararla inocente
y ni siquiera resarcir el daño. Qué terror de país.
En el tono del Marín: “Lo que pudo ser y no fue”: López Obrador pudo pagar
una multa irrisoria. Prefirió ignorar a un juez tras otro. ¿Por qué?
Respuesta: Porque deseaba el mayor escándalo posible para salir del gris
anonimato con que hacía humilde antesala para ver al director del FCE,
entonces Miguel de la Madrid. Cuando le advirtieron las consecuencias del
desacato, le gustó la idea. Está feliz
Una de Francisco Gil
Y hablando de daños, es seguro que nuestro secretario de Hacienda, en sus
alturas y preocupaciones mayúsculas, no se entera de casos como éste: un
ciudadano X prestó a su hermano Y su pequeño capital, producto de ahorros.
El hermano Y poseía una casa que puso en venta. Una sobrina de ambos quiso
comprarla, así que los tíos acordaron transferir el adeudo de Y a la
sobrina. Ésta comenzó a pagar a X. Al hermano Y, empresario, le hicieron una
auditoría común. Apareció el préstamo y debió comprobar que no era una
utilidad ocultada para evadir impuestos. El ciudadano X, el prestador, envió
su estado de cuenta bancario para comprobar el préstamo. Los auditores
exigieron el año completo de comprobantes bancarios (de una cuenta NO
fiscal). El ciudadano X cometió la torpeza de entregarlos. Allí venían los
pagos de la sobrina y otros cuyo origen no recuerda: $1,287.25, $3,546,
etcétera. Ahora le consideran ingresos no declarados los pagos de la
sobrina, con multas y recargos. Dice (aprendió de López) que no paga y que
irá a la cárcel. Espera correr con la suerte de Gloria Trevi en menos años
que ella.
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