No solo la comida nos evoca cosas, cuando alguien esta podando el jardín, ¿no te encanta percibir el olorcillo dulzón del pasto recién cortado?, a mi me hace recordar el kinder al que fui y que tenia muchas áreas verdes pero ¿porqué específicamente del kinder?, no sé, tal vez porque me gustaba salir al recreo y pisarlo, acostarme en él, revolcarme e incluso probarlo o tal vez porque mi madre se ponía verde cuando veía mi ropa idem; no lo sé, pero el olor y la vista eran una invitación a quitarse los zapatos y correr descalzo sobre esa alfombra de la naturaleza. Cosa que aún me gusta hacer ¡excepto comérmelo!.
Pero también los aromas que percibimos al pasar por una perfumería nos hacen evocar, ¡por cierto! alguna vez te ha sucedido que alguien pasa junto a ti y el aroma de su perfume te evoca a alguien y hasta queremos darnos la vuelta y preguntarle, ¿oye, que perfume usas? en el mejor de los casos tal vez nos lo diga pero nos exponemos a una mala contestación como ¡que le importa! no, mejor nos quedamos con la imagen que nos evoca ese aroma y evitamos pasar un mal rato, o que tal cuando pasamos por un restaurante o por el changarro de la señora de la esquina ¡si, esa la de las garnachas! tufillo de las quesadillas, pambazos y demás cosas grasosas y con mucho chile nos recuerdan las kermeses, los kioskos de los pueblitos o el mercadito al que acompañábamos a mamá o hasta cómo las preparaba la abuela o la tía ¡o quien fuera! Pero la verdad, es un recuerdo sabroso, o que tal el de la panadería de la colonia, ¡mmhhh! cuando hornean el pan y sale calientito casi podemos comer el aroma y al evocar sabores somos capaces de sentir en el paladar el saborcito de aquel dulce o antojito que tiene años que no probamos ¡claro! ahora somos macrobióticos o en el peor de los casos vegetarianos; nada de carnes, ni grasas ni carbohidratos. ¡Lástima!, la salud es primero, hay que cuidar el colesterol alto hay que comer sanamente, ¡sí, muy sano! pero que insípido ¿no?.
Pero no solo los olores o sabores nos proyectan al pasado, y estarás de acuerdo conmigo si es que eres cinéfilo de corazón o lo fuiste o si has visto mucha televisión a lo largo de tu vida y la sigues viendo –porque es un vicio y como los otros y muy difícil de erradicar- ¡que me lo pregunten a mi!, bueno pues te habrás dado cuenta que últimamente están exhibiendo programas de antaño. Series que al volver a ver no solo nos recuerdan cómo reíamos o llorábamos con cada capítulo y que decir de las películas viejas y no tan viejas.
visitantes desde Mayo 6, 2002