La iglesia era espléndida, verdaderamente hermosa, de esas construcciones antiguas, con sus torres coronadas de sendas campanas y  que ya casi no se ven,  porque ahora los diseños son vanguardistas y más bien nuestros templos parecen estadios de futbol, incluso en algunas modernas iglesias, el bellísimo sonido de las  campanas que invitan a misa o al Santo Rosario, ya están grabadas “sí, como la vé” ¡que modernoooos!, a lo mejor la parroquia de su comunidad ya es así y usted ni siquiera se ha dado cuenta,  o tienen tantos picos y arcos  que se me antojan   juegos mecánicos de esos que hay en las ferias, pero esta no…, esta era de las antigüitas, blanca,  con bellísimos capiteles. majestuosa y con los interiores decorados en forma  churrigueresca y tapizados en oro,  o lo que parecía ser oro, muy pulidito.  Verdaderamente hermosa, con unos retablos llenos de nichos todos ocupados con santos o vírgenes de rostros bellísimos, los techos cuajados de querubines y pinturas alusivas a la Santa Biblia había  un ala dedicada especialmente a venerar al Santísimo, por supuesto no faltaban las flores y las luces,  todo respiraba misticismo, pero era una construcción espléndida.   Los invitados nos disponíamos a disfrutar de una ceremonia que los católicos consideramos crucial para crecer con fe en nuestra religión. 

Estando todos en el atrio, recibimos el llamado del sacristán y toda la gente ahí reunida;“¡aaaaah!”, porque olvidaba decirles que estos eventos ahora son comunitarios”, nos dispusimos jubilosos a entrar al feliz acontecimiento, aproximadamente 5 distintas familias, con los respectivos  pequeñitos con sus blanco ropones, algunos comprados con mucho sacrificio por sus padrinos para  que los ahijados recibieran dignamente,  el agua bautismal  El sacerdote ya se encontraba esperando a la comitiva e inició la “dizque ceremonia”, y digo dizque por el padre le “ordeno” a gritos a los padres que se sentaran de tal manera o cual manera, que si primero ellos y luego los padrinos y que los padrinos cargaran al niño, que todo lo tuvieran a la mano “para no perder tiempo”, que hicieran esto o aquello bien,  pero con unos modos muy groseros y altaneros, parecía que tenía mucha prisa el hombre.   Luego le tocó regañada a mi pobre cuñado.  Al llamarlo para  acercarse al altar  le dijo, “usted, si usted, venga para acá, por la derecha, pero como estaban frente a frente, el pobre no sabía a cual derecha se refería el sacerdote, a la  de el padre o a la suya”, por supuesto que el pobre de mi cuñado se equivocó y el hombre  lo corrigió a gritos:  “no, no, para acá, dije derecha , ¿qué no sabe cual es la derecha?.  En este momento ya todos los feligreses estábamos unos verdaderamente molestos y otros asustados, porque iban gentes muy humildes y para los que el sacerdote es prácticamente el representante de Dios en la tierra, y que así debería de ser para los católicos, pero con representantes de este tipo, sería mejor que Dios se comunicara por otro medio con sus feligreses ¿no cree usted?.    Otro detalle desagradable  fue,  que uno de los padrinos se quedó atrás del padre porque estaba sacando fotos de su ahijado y nuevamente le dijo a voz en cuello, “usted ya, váyase de aquí, no estorbe” ¿Cómo ven?, viejo pelado.  Total para no hacerles el cuento mas largo, todos salimos de ahí muy enojados por la actitud de este pseudosacerdote,  malhumorado, pelado y poco ético al impartir el sacramento.  

¿Y luego porqué dicen que la iglesia está en crisis?, que porqué ya no creemos en la Santa Madre Iglesia Católica, que porque ha surgido tanta religión nueva y porque las mas antiguas están jalando a tanta gente.  Pues sencillamente porque ya es escandalosa la manera en que se ha materializado esto,  para todo te sacan dinero,  cualquier evento hasta la simple bendición de un carrito tienen que llevar detrás una remuneración económica,  las primeras comuniones, bautizos, confirmaciones y algunas bodas ya son comunitarias y a todo mundo le cobran,  si no es por medio de las oficinas, pues hay que pasar la canastita al final de la ceremonia,  ¿se ha fijado en los velorios?,  ahora  andan sacerdotes ofreciendo sus “servicios”.  Pero no es por buena volunta ¡no!, al final hay que soltar la lana para agradecer al padrecito por la misa o el rosario a que rezó a nuestro deudo y mucha gente en su dolor, ni siquiera sabe si de verdad son padres.   ¡Que horror!, donde está la vocación de servir al prójimo, donde está la humildad, donde están las enseñanzas del evangelio, etc., etc., no señores, hay que exprimir al prójimo, es más redituable.  Hace tiempo una persona me contó que había cerca de su comunidad una iglesia pequeñita y humilde a la que los feligreses asistían jubilosos a escuchar misa, por desgracia en el famoso temblor de 1985 de la Ciudad de México, esta iglesia se callo totalmente dejando al descubierto la magnífica residencia del párroco que estaba construida en la parte de atrás.  Para la parroquia no había dinero, pero que tal para la casa de este hombre, modernísima y a todo lujo, y además en la puerta había un auto último modelo, ¡pero por supuesto!, si no como podría desplazarse este hombre de Dios a impartir su evangelio.  Si usted vive en la Ciudad de México, y conoce el sur, habrá visto justo frente a Perisur, una impresionante iglesia, enorme, bellísima y con los acabados más modernos que usted se pueda imaginar, dicen que incluso tiene elevadores en su interior, pues déjeme decirles que ese monumental edificio era hace 20 años, una pequeña construcción con techo de dos aguas y un torreón donde se situaba la campana, y les puedo asegurar en la actualidad es una de las más bellas y caras de la ciudad de México, pero ¿de dónde salió todo el dinero para la construcción?, se supone que las iglesias se mantienen de las limosnas de sus feligreses.  He ahí la prueba de que cobran hasta por respirar y que los diezmos deben ser muy, pero muy generosos.  ¡Bola de rateros!,  no digo que todos sean así, y que me disculpen los sacerdotes devotos,  pero estoy segura que  cada uno de ustedes tienen algo que decir o contar al respecto, corrijame por favor, nada me daría más gusto que equivocarme, pues en este mundo tan falto de valores, si ya no existe algo en lo que podamos refugiarnos como en nuestras propias iglesias, en nuestra religión y en nuestros representantes de Dios en la tierra, pues ya no nos queda nada,  ¿o me equivoco?

 

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