Como México no hay dos, ¡Bendito sea Dios! Imagínese otro igual..., pero veamos. No sé donde haya pasado usted el  grito, pero yo tuve la mala fortuna de ir al centro del lugar donde vivo y al que había tenido tantas ganas de asistir desde que me cambie  aquí, pues bien,  ahí fuimos toda la familia dispuestos a pasar un buen rato y disfrutar del colorido acontecimiento.  Todo apuntaba bastante  bien, la lluvia había ahuyentado mucha gente pero a pesar de Tláloc había  muchos puestos de tamales, buñuelos, pambazos, antojitos varios, banderitas, gorros, silbatos, cornetas, etc., la gente caminando y disfrutando el espectáculo musical y  hasta ahí todo seguía bien, pero al acercarse el momento de la ceremonia del grito, la gente se empezó a arremolinar y a juntar en cantidades impresionantes y entre aventones y apachurrones seguíamos esperando la hora en que suenan las campanas y el representante en turno hace su aparición, la gente agitaba sus banderitas y matracas, también hasta ahí todo bien pero   empieza la ceremonia y todos entre chiquillos y adultos, sonando las trompetas y silbatos sin dejarnos  escuchar, empezó a tocar la banda de guerra y no pudimos  apreciar nada por el tremendo escándalo, al empezar el Presidente Municipal a decir las frases ya conocidas por todos el ruido se acrecentó y no entendimos nada de lo que dijo, bueno, ni las campanas oíamos, ¿y los padres? bien gracias, incapaces de hacer que sus hijos guardaran silencio y ellos también colaborando con el desorden, bueno, ni siquiera cuando se empezó a entonar el Himno Nacional, momento en el que se supone que nuestros padres y maestros nos enseñan  a guardarle el más absoluto respeto..., pues nada, parecía que estaban tocando el Jarabe Tapatío, y luego vino lo peor..., sin el menor  respeto nos  empezaron a arrojar esa desagradable espuma hecha de no se que cosas que te dejan el cabello más tieso que alambre y la piel toda pegajosa.  Algo sumamente molesto porque, estará usted de acuerdo que el que entre ellos mismos se arrojen lo que quieran es muy su problema, pero bañar con este producto a gente que nada tiene que ver, es una soberana falta de educación. Y los padres no son capaces de controlar a sus hijos, incluso ellos mismos participan de este ritual arrojando al aire la famosa espuma sin importarles que bañen a ancianos o niños de brazos. Incluso personas que estaba comiendo eran  rociadas con este producto obligando a la gente a tirar sus antojitos casi intactos. ¡Luego porqué los matan! 

Salimos apresuradamente del lugar y tratamos de caminar un poco más tranquilamente entre los puestos para ver si  se nos antojaba  comprar algún recuerdo cuando nos vimos en medio de una guerra de huevos con confeti, pintura, harina con agua vaya usted a saber que porquerías más y a algunos jóvenes y niños corriendo, brincando y arrojándose los proyectiles, aventando y aventándose entre la gente que paseaba con sus hijos.  En este punto decidimos salir huyendo del lugar para refugiarnos en nuestra casa y no volver a repetir esta desagradable experiencia.  Ya un poco más tranquilos comentamos los acontecimientos lamentando la falta de civismo que mostramos los mexicanos,  yo le aseguro que si hubiéramos realizado una pequeña encuesta entre niños, jóvenes y adultos, de qué era lo que festejábamos, lo único que nos hubieran contestado sería: “Pues la Independencia de México” y párele de contar, nadie o casi nadie nos hubiera respondido correctamente ni el año en que se inició esta gesta ni quieres fueron los protagonistas de la misma. Esto lo único que nos demuestra es que  nos hemos ganado a pulso el rezago en la educación que orgullosamente sustentamos,  según una seria encuesta el 44 por ciento de los jóvenes de 15 años están por debajo del nivel mas bajo de desempeño, así que si no hay educación elemental, ¿pues cual civismo?.  Esperamos este tipo de fiestas solo por el reventón o por los puentes y eso inculcamos a nuestros hijos, ni siquiera nos molestamos en decirles porque son días no laborables.  

Solo para que vea como andamos, cuando a México le avisaron de este rezago tan enorme en la educación, también lo hicieron con Corea que andaba igual o peor..., a estas alturas Corea ya subió su nivel educativo significativamente..., ¿y nosotros?, pues seguimos igual o peor,  que le parece, pero bueno de todas formas ¡Viva México coooompañeros!