Toda esta parafernalia  esta muy bien y es bien válido  querer  alargar nuestra efímera juventud, pero en realidad ¿cuántas y cuantos aceptamos el paso de los años con dignidad? porque la verdad sea dicha  si nos fijamos un poquito a nuestro alrededor hay mucha gente que no acepta el hecho de que los estos pasan dejando  sus huellas y tratando de ser siempre los mismos de ayer podemos caer incluso en lo ridículo, ¿ejemplos? podría darle más como los de arriba pero creo que con esos basta y sobra aunque estará usted de acuerdo que  no solo en cuestiones de nuestro aspecto personal hacemos cosas raras también la ropa puede ayudarnos o hacernos pedazos socialmente, ¡veamos! por ejemplo la minifalda es una prenda por demás atractiva y que ayuda mucho al físico sobre todo cuando se lo tiene bien distribuido pero cuando uno pasa de cierta edad una persona puede resultar un tanto cuanto  patética mostrando más allá de las rodillas porque lejos de admirarla la criticamos, no importa que se tenga buen cuerpo o buena pierna para todo hay edad  ¿y si no? dígame usted que le parece ver a Julissa a sus casi 60 años con esas faldas acrinoladas y cortas con zapato de tacón de aguja y calcetines o pantalones ajustados y playeras metalizadas y dibujos psicodélicos y con colitas en el pelo, y eso si nos referimos a las faldas porque si de escotes hablamos, ¿qué le parece Maribel Guardia..., si, si, momento, ya se que muchos señores están protestando y diciendo: “pero si la señora es un forro”, “esta que se cae de buena”, pues si es un forro pero también se cae pero de madura tal vez le convendría un poquito más de clase, le aseguro que sería una mujer bella y además distinguida si fuera algo más recatada porque no es que se vea mal, no..., pero creo que seria mucho mejor si fuera un poco más recatada, ¡digo, se puede mostrar algo y dejar a la imaginación mucho! a veces eso es más sugestivo, elegante y sexy, y que piensa de las que se aprietan tanto el cuerpo para hacerse cintura que hasta parece que se les van a botar los ojos y no se pueden agachar a recoger nada pues corren peligro de reventar la faja y el orgullo. 

Pero volviendo al tema de la eterna juventud o eterna niñez, tenemos casos tan patéticos como la de algunos eximios actores y actrices que pese a que algunos ya son  abuelos andan representando papeles de niñitos, casos concretos: Chabelo, el cual siempre me gustó, pero a estas alturas esto es un abuso, el señor ya perdió la perspectiva de todo con tal de seguir ganando dinero yo creo que lo van a enterrar vestido de Chabuelo porque el hombre no se retira ni porque la voz ya casi no le sale.  Y que me dice de  Chespirito, por lo menos él se retiró antes de que lo sacaran en silla de ruedas y que dejáramos de “tenerle paciencia” pero las arrugas que tenía sobre las arrugas ya eran imposibles de ocultar, otra que ahí sigue....,  la Chilindrina “genial  personaje” y que todavía le saca partido a su caracterización pero un año más de chilindrina y va a terminar como campechana, más arrugada y resquebrajándose al primer contacto del aire.  Y tantos y tantos “niños” prodigio que no saben hacer otra cosa, porque mire que la lista es larga ya que ellos  insisten en seguir siéndolo ante la burla de  unos y la lástima de otros. 

Y que me dice de los varones, que aunque a veces en ellos no hay tanto que criticarles salvo la ropa colorida o muy ajustada, ¿no le parece curioso ver a los cuarentones entre semana muy propios de traje y corbata para convertirse los fines de semana en émulos de los Hell Angels con chava montada en moto estoperoles en la ropa y toda la cosa o a lo Elvis Presley incluyendo las artes marciales porque ¡ah! como les gusta ir al gimnasio a sentirse chavitos, enseñar disque músculo y tratar de conquistar a cuanta jovencita aparezca por ahí y comportarse como veinteañeros (pero ese será otro interesante asunto a tratar próximamente) o ya de perdida con sus suéteres a los César Costa con los copetes fuera de época o la colita de caballo y algunas veces hasta trencitas pero ¿le digo algo? hay a quienes les favorecen estos detalles  incluso con la edad, pero ahí es justo donde debemos aplicar nuestro buen juicio y criterio..., “esto sí se me ve bien” o “no..., definitivamente no puedo usar más esto” pero siempre  hay alguien que nos dice que nos vemos bien aunque no sea cierto y lo peor es que les  creemos. 

No me malinterprete por favor, es muy agradable sentirse jóvenes, no importa la edad y reír porque ser positivos es cuestión de salud tanto física como mental, recuerde que  una actitud negativa atrae  enfermedades incluso mortales, pero por favor..., por lo menos seamos coherentes  con nuestra edad y con las cosas que nos ponemos o las actitudes que usamos, es ridículo escuchar a una mamá o papá tratando de hablar como los hijos, ya saben..., “si güey, no güey”,  “¡bájale, no te pases!, “no mam....”, “¿a dónde va ser el reven?” “vamos a chelear”. “o seaaaaa, pero cómo te explicoooo” y como esto mil cosas más. 

Por supuesto que con esto no quiero decir que no exista un buen entendimiento con los hijos y sobre todo comunicación o que  se deje uno las canas y se siente a tejer interminables bufandas, que no nos podamos hacer un buen corte y empezar alguna dieta y reunir  todo lo necesario para dar una buena apariencia ¿no cree usted?  porque no es lo mismo 18 que 81 aunque sean los mismos números. ¿Usted que opina mi querido lector?