RELATOS SENCILLOS DE LA VIDA COTIDIANA
La tentación que son los comprometidos.
Parece que sobre estos temas hay mucha tela de donde cortar y aunque hubiese querido abordar alguno otro tema, no quisiera dejar de lado esto con la esperanza de ya no escribir al respecto, aunque si usted me lo pregunta mi querido lector, difícilmente podrá suceder porque por desgracia es el pan nuestro de cada día a todos los niveles y en todas partes, llámese casa, trabajo y/o lugares de diversión, pero entremos en materia y si no dígame usted si no es cierto que usted encuentra en todas partes a los que navegan con bandera de solteros y hasta reniegan del matrimonio.
“Yo casado, noooooo, para nada” como crees que yo te podría ocultar algo así mi puchunguita, y son capaces de negar esposa e incluso hijos todo para poder ligarse a las chavas solteras ofreciéndoles noviazgos limpios y blancos, incluso llegan al cinismo de visitar a la familia de la susodicha para ganarse a la familia y con el tiempo dormirlas con la promesa de matrimonio y hay algunos que hasta se casan. Estoy segura que muchos hemos vivido la experiencia de ir a un velorio y de repente en lo más penoso del sepelio aparece gritando y llorando “la otra” con hijos y todo, exigiendo sus derechos, haciendo reclamos a la esposa que durante 25 o 30 años de casada ni se las olió. “¿Cómo es posible? Si Rufinito no faltaba nunca a la casa, siempre me cumplió y me dio para mi gasto, es cierto que le lanzaba el perro a todas pero era un buen esposo...” y es que el hombre bien que se las ingenió para llevar una doble vida con el conocimiento el del segundo frente o sin él y vaya que hay muchos de estos; algunas veces no fue por culpa de ellos, siempre hay alguna que se sabe meter hasta que logran su objetivo.
Porque aunado a esto nos encontramos con las señoritas y señoras que no les importa si los hombres son casados, solteros, divorciados, dejados o simplemente tienen un compromiso formal, hasta pareciera que ese es buen pretexto para lanzárseles a los compañeros y pedirles citas o hacerles invitaciones a tomar cafecito, -¡digo! es que platicamos tan a gusto aquí en la oficina o en el club que, ¿porque no vamos a seguir la charla a otro lado?- y así una cita lleva a la otra y que tanto es tantito ¿no? Todas estas conquistas se ostentan y se presumen como trofeos de caza en el caso de que solo sea una aventura, pero si sienten que se les esta pasando el tiempo utilizan todos los medios posibles para atrapar al elegido y vaya que tienen trucos. ¿Cómo cuales? Veamos, hacerse como que se los encuentran de repente en algún lugar: “¡Ay, fulanito! ¿cómo estas? ¡Que gusto verte! ¿Que te parece lo de los secuestros? Lo de la academia, la política del país, cualquier pretexto es bueno, porqué no lo discutimos al rato, bla, bla, bla., que tal pasar por ingenuas o mujeres de mente muy abierta, “si me invitas a tomar una copa, claro que te la acepto, no hay problema vamos como compañeros de trabajo, otra vez, bla, bla, bla.” en fin, según el sapo será la pedrada. Hay algunos casos en el que el hombre o la mujer se muestran bastante refractarios a semejantes coqueteos y tal pareciera que esto es una provocación para seguir insiste e insiste: ¿Cómo? ¿Me ignora a mí? ¿A mí? Cualquiera se cortaría la corbata por salir conmigo y este no acepta mis invitaciones, ¿qué se cree? ¿Pues que le verá a su pareja que no tenga yo y mejor puesto? Para que le cuento si se enteran que el fulanito o fulanita en cuestión están enamorados de sus respectivos cónyuges, ahora sí, todo será válido para poder tener una cita con esta persona, las indirectas, los anónimos, las amigas(os) mutuas(os), intrigas, todo, pero todo se vale con tal de tener pareja, lo más seguro es que a los dos meses truenen, pero ya se logró el objetivo.
Podría decirme usted amable lector, ¿que opina de esto? ¿Es usted resistente a los encantos de sus compañeritas de trabajo y viceversa? Y a tí, querida amiga, ¿te parece emocionante salir con el compañero aunque sepas que tiene compromiso, llámesele como se llame? ¿Que nos estará pasando con las relaciones interpersonales? O peor, ¿que le estará pasando a la humanidad? Usted dígame, porque como les dije al principio, aquí si que hay mucha tela de donde cortar.
IRMA SUSANA
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